la hermana, la extranjera
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En otros idiomasla germana, l’estrangera (català)sister outsider (english)
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Tipo de lemaConceptos
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Tipo de figuraTránsfugas y parias
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Motivo de exclusióngénero – sexual – racial
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¿Quién crea el concepto o figura?Audre Lorde
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Autoría de la ficha: Cerrillo Cuni, Sofia
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Fecha: 12/11/2022
- Para citar: Cerrillo Cuni, Sofia. "la hermana, la extranjera", Tránsfugas y parias, ADHUC-Teoria, Gènere, Sexualitat, Universitat de Barcelona, 12/11/2022. https://www.ub.edu/transfugas-parias/node/105
Si las mujeres blancas olvidan los privilegios inherentes a su raza y definen a la mujer basándose exclusivamente en su propia experiencia, las mujeres de Color se convierten en las “otras”, en extrañas cuya experiencia y tradición son demasiado “ajenas” para poder comprenderlas
Borrando toda historia, incluyendo la historia oral, de la relación entre las mujeres blancas y las no-blancas, el feminismo hegemónico blanco equiparó mujer blanca y mujer. (...) No se ocuparon de la opresión de género de nadie más. Concibieron a la “mujer” como un ser corpóreo y evidentemente blanco pero sin conciencia explícita de la modificación racial. Es decir, no se entendieron a sí mismas en términos interseccionales, en la intersección de raza, género, y otras potentes marcas de sujeción o dominación. Como no percibieron estas profundas diferencias, no encontraron ninguna necesidad de crear coaliciones. Asumieron que había una hermandad, una sororidad, un vínculo ya existente debido a la sujeción de género.
Yo no soy libre en tanto haya otra mujer que no lo sea, aún cuando sus grilletes sean muy diferentes de los míos. Y no soy libre mientras una persona de Color permanezca encadenada. Ni tampoco lo es ninguna de vosotras.
En la intersección entre “mujer” y “negro” hay una ausencia donde debería estar la mujer negra precisamente porque ni “mujer” ni “negro” la incluyen. La intersección nos muestra un vacío.
Porque “ver doble” es también para el paria verse en el espejo de dos mundos separados, que “se confunden por su cuenta”, es “no estar (...) a gusto en ninguno de los dos.
Muy a menudo, la necesidad de unidad se interpreta erróneamente como una necesidad de homogeneidad, y la visión feminista Negra se toma por una traición a nuestros intereses comunes como pueblo.
Las feministas Negras hablamos como mujeres porque somos mujeres y no necesitamos que nadie hable en nuestro nombre. (...) ¿Por qué se supone que las mujeres Negras hemos de absorber en silencio la rabia de nuestros hermanos? ¿Por qué no se vuelve la rabia de los hombres en contra de los factores que limitan su realización, es decir, del capitalismo? (...) Si los hombres Negros carecen de un punto de vista razonable y argumentado sobre estas cuestiones, eso no es culpa de las mujeres Negras. (...) Hay que despertar la conciencia de los hombres Negros para que comprendan que el sexismo y el odio a las mujeres son actitudes absolutamente disfuncionales para su liberación en tanto surgen de la misma constelación que engendra el racismo y la homofobia.
El término outsider pesa sobre las cuerpas de toda identidad paria, término que —a fuerza de uso reiterado de exclusión— ha sido reapropiado como espacio discursivo fundador de identidades hasta el momento no institucionalizadas. Hace referencia, a la vez, a todo lo que ha sido constituido como “lo otro”, “lo ajeno”, “lo extranjero”, siendo empleado para hacer referencia a toda aquella que no se ajusta a lo que ha sido establecido arbitrariamente como norma imperante y pretendidamente hegemónica. Esta normatividad es lo que la autora denomina “norma mítica” (Lorde 123).
La norma mítica respondería así a un cuerpo e identidad concretos, siendo aquella que encarna el “blanco, delgado, varón, joven, heterosexual, cristiano y con medios económicos” (Lorde 124). Audre Lorde se presenta a sí misma como una triple outsider: mujer Negra lesbiana, habitando un entre constante, un dentro-fuera, un ni dentro ni fuera. Pues el género, la raza y la sexualidad pueden funcionar también como marcas de extranjería. En el movimiento de liberación de la comunidad negra es mujer, en el feminismo hegemónico es Negra, en la sociedad heterosexual es lesbiana. La misoginia de sus hermanos negros y el racismo de sus hermanas blancas delegan a la mujer Negra a un margen poroso (ya que “no somos ni hombres ni blancas” (Lorde 190) desde donde su identidad invisibilizada puede ser dicha. Sintiéndose una eterna forastera en ambos espacios, aun siendo ella el sujeto en el que impactan ambas opresiones que se pretenden erradicar. Este espacio no dicho que ocupa la mujer Negra es teorizado, problematizado y expuesto por Audre Lorde; quien desafía los presupuestos de un feminismo blanco y sesgado que no tiene en cuenta factores como la raza y la clase, cuestiones que articulan las experiencias vitales de muchas mujeres, así como su opresión.
La posición de doble liminalidad de la autora y su capacidad de “ver doble” (Varikas 147), en tanto que se sitúa en los márgenes (paria) a la vez que entre un grupo y otro sin olvidarse de sus raíces en ninguno de los dos (tránsfuga), es constitutiva de su llamado a establecer un diálogo que atienda y reconozca las diferencias de raza, sexualidad, género, clase social y edad como única posibilidad de atacar los sistemas de opresión que conforman el poder que subyuga tanto a unos sujetos como a otros. Instando a sus hermanos negros y a sus hermanas blancas a dar cuenta de que ambas opresiones se desprenden del mismo eje, por lo que no se puede pretender erradicar un sistema de opresión sin erradicar el otro. Dejando claro que la conciencia comunitaria es indispensable para la liberación de ambas comunidades, pero que esta liberación es inseparable del reconocimiento y la centralización de las diferencias en el discurso de todas aquellas que la constituyen.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
- Beal, Frances M. "Double jeopardy: To be Black and female". Meridians 8.2, 2008, pp. 166-176.
- Crenshaw, Kimberlé Williams. “Cartografiando los márgenes: interseccionalidad, políticas identitarias, y violencia contra las mujeres de color". Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Bellaterra, 2012.
- hooks, bell. El feminismo es para todo el mundo. Traducido por Beatriz Esteban Agustí, Lina Tatiana Lozano Ruiz, Mayra Sofía Moreno, Maira Puertas Romo, Sara Vega González. Traficantes de sueños, 2017.
- Leibovici, Martine, y Eleni Varikas. “Présentation”. Tumultes, vol. 21-22, n. 2, 2003, pp. 5-12.
- Marçal, Maria-Mercè. La germana, l'estrangera: (1981-1984). Vol. 17. Edicions 62, 1995.
- Varikas, Eleni. Las escorias del mundo. Figuras del paria. Traducido por Irlanda Villegas y Agustín del Moral Tejeda. Universidad Veracruzana, 2017.