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Escenarios de 2025 para bibliotecas universitarias de 2010: como evitar ser sorprendidos por las sorpresas

Núria Balagué
Servicio de Bibliotecas de la Universitat Autònoma de Barcelona
Profesora del Departamento de Biblioteconomía y Documentación. Universitat de Barcelona


La prospectiva nos ayuda a comprender lo que puede pasar en el futuro -no a conocer el futuro mismo- y nos da la oportunidad -si sabemos aprovecharla- de influir en él trabajando desde el presente. Un instrumento prospectivo bastante habitual es la creación de escenarios que ayudan a las organizaciones a prever futuros posibles, a entender las diferentes maneras en que los acontecimientos pueden desarrollarse y a diseñar con acierto sus planificaciones estratégicas. Para poder ser verdaderamente útiles, los escenarios deben ser bien documentados, relevantes, pertinentes, coherentes y verosímiles.

La creación de escenarios que enmarquen los planes estratégicos de las bibliotecas es relativamente frecuente ya que son un potente elemento inspirador a la hora de establecer estrategias de futuro. La técnica ha sido empleada con éxito por muchas bibliotecas que, de esta manera, han podido enfocar el uso de sus recursos y su potencial innovador hacia aquellas acciones que tendrían mayor impacto y aportarían más valor a sus usuarios.

La cadena de valor

Pedro Rueda Ramírez
Facultad de Biblioteconomía y Documentación
Universitat de Barcelona

Este informe encargado por la Library of Congress (LC) a R2 Consulting fue elaborado para evaluar el impacto de los registros MARC elaborados por la LC y otras entidades en el mercado norteamericano y conocer la cadena de beneficios y valor añadido de los 500.000 registros bibliográficos servidos cada día por la LC. Este mapa del mercado de los registros bibliográficos en USA también intentaba recoger los incentivos y las barreras a la producción de registros bibliográficos, centrándose en el formato MARC y consultando a todos los sectores implicados: productores, distribuidores y consumidores. El mapa resultante les ha permitido dibujar un escenario del momento y una proyección para los próximos 5-10 años, detectando la capacidad de catalogación de los principales centros del país, y de los consorcios y otros proyectos cooperativos, como el Program for Cooperative Cataloging (PCC) que en marzo de 2009 había llegado a los 976.404 nuevos registros bibliográficos, además de millones de entradas de control de autoridades de nombre y de materia. El mapa, asimismo, muestra las posibilidades de redundancia, y ayuda a detectar la relación entre necesidades y demanda, así como el papel que juega ahora, y en un futuro, el control de autoridades en las bibliotecas. Los retos son dobles, por una parte la modernización vía RDA y FRBR, y por otro la aparición de opciones de metadatos al margen del formato MARC.

Ciencia 2.0

Ángel Borrego
Facultad de Biblioteconomía y Documentación
Universitat de Barcelona
 

Durante los últimos años hemos asistido a la proliferación de un conjunto de herramientas y servicios, denominados colectivamente "2.0", que han permitido a los usuarios de Internet pasar de ser exclusivamente consumidores de información a producirla. Estas herramientas han desembarcado también en el ámbito científico, donde se ha destacado su potencial para comunicar los resultados de la investigación de manera rápida, amplia y efectiva.

Para verificar esta hipótesis, el RIN ha encargado un estudio a un equipo del Manchester eResearch Centre y del Institute for the Study of Science, Technology and Innovation de la University of Edinburgh que ha analizado si los investigadores británicos utilizan estas herramientas y, en su caso, cómo las emplean, qué factores animan o inhiben la adopción de estas tecnologías y qué actitud mantienen hacia estos productos. El estudio se inició con una encuesta en línea que permitió relacionar las características demográficas de los investigadores con el uso de herramientas 2.0, prosiguió con entrevistas en profundidad a una muestra estratificada de investigadores y finalizó con cinco estudios de caso que permitieron analizar cómo editores comerciales y sin ánimo de lucro desarrollan servicios 2.0: Nature, PLoS, SlideShare, myExperiment i art-humanities.net.

La lectura vista por otros ojos

Teresa Mañà
Departamento de Biblioteconomía y Documentación
Universitat de Barcelona


Entre las actividades que ha puesto en marcha el Observatorio del Libro y la lectura del Ministerio de Cultura se encuentra este estudio sobre los hábitos lectores de un sector de la población cada vez más numeroso.

Se trata de un estudio cualitativo sobre una muestra no especificada de cuatro nacionalidades con presencia mayoritaria en el distrito de Arganzuela (Madrid) donde próximamente se instalará una sede de la FGSR. El estudio, elaborado a partir de entrevistas individuales y grupales a colectivos de Europa del Este (Rumanía, Bulgaria, Ucrania), China, Iberoamérica (Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia) y Marruecos tuvo en cuenta, también , la segmentación hombre / mujer; adulto / niño; lector / no lector. El objetivo primordial del estudio era disponer de información sobre el comportamiento lector o no lector del colectivo de inmigrantes y, en concreto, quería conocer cuatro aspectos: qué significado atribuyen a la lectura, las motivaciones que les llevan a leer, las ideas «preconcebidas» vinculadas a la lectura y los elementos que inhiben la práctica de la lectura. El informe de la investigación, no muy extenso, se inicia con unos capítulos sobre las variables psicológicas y ¡socioeconómicas de los colectivos, los que siguen los resultados obtenidos, complejos y difícilmente concluyentes ya que que las características socioculturales y de comportamiento de cada grupo son muy diferentes.

Mirando al futuro: ¿cómo la tecnología puede cambiar las bibliotecas?

 
Lluís Anglada
Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Cataluña

Pocos mundos como el de las bibliotecas y pocas profesiones como la de los bibliotecarios han vivido tan intensamente y desde tan pronto los cambios producidos por las novedades tecnológicas que nuestra sociedad es capaz de producir de forma continuada desde mediados del S. XIX. Hay que añadir a la anterior que las novedades tecnológicas van apareciendo a un ritmo que se acelera enormemente a partir de la irrupción de los ordenadores y aún más a partir de la combinación de los mismos con la capacidad de transmitir información a través de las redes telemáticas.

Hay dos motivos que han hecho que las bibliotecas hayan sido siempre receptoras tempranas de las innovaciones tecnológicas. Por un lado, muchas de las tareas que forman los servicios bibliotecarios (los préstamos, por ejemplo) son rutinarios y repetitivos, y, por tanto, candidatos ideales a ser mecanizados o automatizados. Por otra, muchas bibliotecas están en entornos como universidades o centros de investigación que tienen gran capacidad de aplicación de nuevas tecnologías y que encuentran en las bibliotecas unas organizaciones predispuestas para la innovación.
   
Sea lo que sea lo que haya pasado en las últimas décadas, hay que mirar adelante y detectar cómo las innovaciones tecnológicas influirán en las bibliotecas del futuro. Y eso es lo que hace la Office for Information Technology Policy (OITP) de ALA que en 2008 creó el programa America's Libraries for the 21st Century. Lo que motiva el informe que reseñamos es que, en el S. XXI, "por ser relevante, cualquier institución, incluso las que como las bibliotecas están bien establecidas, deben evaluar cuál es su lugar en un mundo que cada vez vive más en línea".

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