Reacciones a presión alta (1.000?20.000 atm) o ultra-alta (> 100.000 atm): Para generar estas presiones tan elevadas se requiere el uso de compresores y material capaz de soportar-las. La aplicación de altas presiones a una reacción química requiere de un proceso de compresión de un medio líquido con un equipamiento especial y mucho menos asequible que los equipos utilizados para el trabajo a presiones menos elevadas.
Estos compresores básicamente están constituidos por un grupo hidráulico, el cual usa un aceite especial como medio hidráulico, conectado con una bomba de alta presión, un recipiente cilíndrico metálico donde se tiene que introducir la mezcla de reacción, un manómetro para medir la presión interna, y diferentes válvulas para separar el recipiente que contiene la mezcla de reacción del generador de presión, para fijar una presión de seguridad máxima y para liberar la presión una vez finalizada la reacción.
A modo de ejemplo se detalla aquí el funcionamiento de un compresor de la compañía Andreas Hofer, el cual permite trabajar a presiones de unas 14.000 atm.