Es muy conocido que la presión es un parámetro físico fundamental. Aun así, el uso de la presión en química, sobre todo de la alta presión, constituye un campo relativamente reciente. El primer ejemplo de una reacción química bajo presión, la inversión catalitzada por ácido de la sucrosa, fue descrito por Röntgen en 1892. Ahora se pueden usar presiones desde unas cuántas atm hasta más de 100.000 atm para activar una reacción química, utilizando diferentes tipos de equipamiento.