La figura del nativo alienado se define en relación a la figura de las personas “extranjeras al afecto” (alienadas afectivas) y la conciencia revolucionaria, ambas acuñadas por Sara Ahmed en La promesa de la felicidad (2019).

Paratopía translingüe es un concepto acuñado por Kellman (2000), a partir de la noción de paratopía de Maingueneau (1993) para referirse a escritoras y escritores que, por causa de su desplazamiento (migración, exilio), tienen la posibilidad de escribir en más de una lengua, o al menos, en una lengua diferente a su lengua primera.

En el marco del giro afectivo (affective turn), Sara Ahmed sostiene que las emociones no son estados psicológicos o patológicos sino prácticas culturales con implicaciones políticas que determinan formas de alianza social y que tienen el poder afectivo de expulsar o marginar determinados cuerpos del espacio público. Parte de la distinción freudiana entre duelo y melancolía, por la que el duelo es siempre saludable pues consiste en ‘deja ir’ o ‘soltar’ lo perdido. 

La autosociobiografía, también denominada narración transpersonal, es una variante híbrida de escritura autobiográfica que se sitúa entre la literatura, la sociología y la historia.

La escritora Annie Ernaux utiliza las denominaciones autosociobiographie y récit transpersonnel para definir su estilo literario, en que lo personal es siempre social y lo particular tiene un valor general, hasta el punto de poder considerarse este tipo de de relato como una etnología de sí misma (Charpentier).

Esta figura da cuenta de la antinomia entre un sistema explícito de derechos para un sujeto universal y abstracto y un sistema implícito que jerarquiza las diferencias reales o supuestas de grupos cuya singularidad no encaja en la definición de los grupos universales y que los excluye de facto de tales derechos. La condición propia del paria es la acosmia, el hecho de no tener otro mundo que el interior (Collin), sin estatus jurídico, civil y al margen del escenario político.