La mujer helada es aquella que habita un cuerpo leído por el patriarcado como útil para limpiar, alimentar, gestar y cuidar. Así es la protagonista de La mujer helada (2015), una autosociobiografía de Annie Ernaux. Su soledad, cansancio, aburrimiento y marginalidad encajada en los confines del hogar, junto a la idealización maternal de tal exclusión, la convertirán en una paria petrificada, una paria en proceso de devenir consciente de haberse tragado el cuento feliz y engañoso especial para mujeres: casarse es realizarse.

A Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias (2005), el sociòleg Zygmunt Bauman elabora el concepte residuos humanos en referència a les poblacions supèrflues d’emigrants, refugiats i altres paries com a conseqüència inevitable de la modernització i del progrés econòmic que aquesta comporta. Bauman remet a un règim de deixalles fins aleshores inèdit, resultat d’un procés històric que du el progrés per bandera (Talens).

El término outsider pesa sobre las cuerpas de toda identidad paria, término que  —a fuerza de uso reiterado de exclusión— ha sido reapropiado como espacio discursivo fundador de identidades hasta el momento no institucionalizadas. Hace referencia, a la vez, a todo lo que ha sido constituido como “lo otro”, “lo ajeno”, “lo extranjero”, siendo empleado para hacer referencia a toda aquella que no se ajusta a lo que ha sido establecido arbitrariamente como norma imperante y pretendidamente hegemónica. Esta normatividad es lo que la autora denomina “norma mítica” (Lorde 123).

Audre Lorde defensa que la ràbia i l'enuig són respostes licites cap a actituds racistes. En el seu text principal, on parla dels possibles usos d’aquesta ràbia, posa exemples d’actituds racistes dins el feminisme. Ens explica com algunes dones blanques, que es consideren feministes, es posen incòmodes davant d’ella quan els recorda que la seva actitud és racista, o que el seu feminisme no la té en compte.

La colonització per part dels imperis europeus d'Amèrica del Nord o Turtle Island (nom indígena del territori) va suposar l'aniquilació i substitució d'uns modes de vida i organització social ancestrals dels natius en favor de la nova moral judeocristiana promulgada per l'home blanc. Entre els nombrosos fets socioculturals esborrats s'inclourà el sistema de classificació del gènere que aquestes nacions havien vingut desenvolupant històricament.

Monique Wittig, tal y como constata en El pensamiento heterosexual y otros ensayos (Egales 2006), tiene una visión materialista del feminismo (teorizada, por primera vez, por Christine Delphy). La dominación de los hombres sobre las mujeres (el patriarcado), es analizado como una lucha de clases entre las categorías de sexo ‘mujer’ y ‘hombre’, que, para la autora, no son más que “categorías políticas y económicas” (Wittig 40) que toman sentido únicamente bajo el sistema político, económico e ideológico de la heterosexualidad.

Lejos de remitir a un estado indeseable o pasivo, el fracaso que propone Jack Halberstam representa un proceso, un verbo, una manera de vivir y de resistir a la estricta hegemonía que marca el éxito. Para definir el fracaso, defiende el autor, es necesario comprender el éxito, alineado con el discurso heterocentrado, occidental, (re)productivo y capitalista. Así, el fracaso supone no sólo una ruptura con dicho discurso, sino también una amenaza para su reproducción.

Martine Leibovici, especialista en Arendt y que en alguna ocasión ha colaborado con Eleni Varikas, autora a su vez de un estudio sobre la historia del paria, retoma el concepto de tránsfuga (en francés transfuge), que ya había sido utilizado en sociología para referirse a individuos que pasan de una clase social a otra, de una cultura a otra, de un mundo minoritario –en razón de la etnia, clase social, género o identidad sexual– a otro, subrayando los prejuicios difamatorios o de odio contra esas minorías.

Para Hannah Arendt (2009), la caracterización del pueblo judío como pueblo de parias alude a condiciones por las que la vida deviene superflua: invisibilidad política, carencia de derechos civiles, desaparición del mundo como escenario de acción, anulación de la identidad y de los orígenes.

La figura de la novia infeliz remite al concepto de “alienados afectivos” o “extraños al afecto” acuñado por Sara Ahmed en La promesa de la pelicidad (2019), en tanto que se trata de una persona que no desea de la forma "correcta" y esperada en una situación determinada; a saber, el día de su boda.