Afegeix un nou comentari

Una profesión global

Versió per a imprimirVersió per a imprimir

Marga Losantos
Servicio de Acceso y Obtención de Documentos. Biblioteca de Catalunya
Presidenta del Col·legi Oficial de Bibliotecaris-Documentalistes de Catalunya


Librarians around the world: articles of 34 librarians from 19 countries (2018). Project coordinated by the New Professionals Section of the Library Association of Latvia. Riga: Library Association of Latvia. 112 p. ISBN 978-9934-19-747-5. Disponible en: <http://dom.lndb.lv/data/obj/file/25057292.pdf>. [Consulta: 07/06/2019].


¿Qué sabemos de los profesionales y de las bibliotecas de otros lugares del mundo? ¿Se parecen a nosotros y a nuestras bibliotecas? ¿Qué formación tienen? ¿Cómo se organizan? Para responder a estas preguntas la Sección de Nuevos Profesionales de la Library Association de Letonia inició, en 2017, el proyecto «Librarians Around the World», y pidió a bibliotecarios de todo el mundo que escribiesen sobre ellos mismos, sobre el sistema bibliotecario de su país, la legislación, la formación y las asociaciones profesionales. También podían hablar sobre su relación con la profesión y explicar algún proyecto interesante que estuviesen llevando a cabo. 

El objetivo del proyecto era dar a conocer la profesión de bibliotecario a los estudiantes, a los profesionales, a los responsables de la Administración y al Gobierno. Dar visibilidad a las bibliotecas y al trabajo que desempeñan sus profesionales. Quería contribuir a promover la profesión. 

Aunque, inicialmente, se apuntaron 46 bibliotecarios de 27 países, finalmente respondieron 34 profesionales de 19 países. Con estas respuestas, en diciembre de 2018 se publicó el libro electrónico que aquí se reseña, con el apoyo de la State Culture Capital Foundation de Letonia. Los profesionales que han participado provienen de once países europeos (Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Hungría, Letonia, Lituania, Países Bajos, Serbia, Suecia y Turquía), seis países asiáticos de perfiles muy diferentes (Armenia, Bangladesh, Corea del Sur, Filipinas, Qatar y Tailandia), un país africano (Nigeria) y de Estados Unidos. La mayor parte trabajan en bibliotecas públicas o universitarias. Hay dos en bibliotecas especializadas, tres en bibliotecas escolares y los cuatro bibliotecarios y bibliotecarias de Qatar, que trabajan en la biblioteca nacional.
 
Se hace un repaso de los principales aspectos que se describen en cada país: legislación, formación, asociaciones y sistema bibliotecario.

Legislación
Casi todos los países tienen una ley de bibliotecas, la mayoría aprobadas a partir de los años 90 de siglo pasado. La más antigua es la de Filipinas, aprobada en 1963. Los artículos de los bibliotecarios de Qatar, Tailandia o Turquía no la mencionan. La más reciente, la de Suecia, es de 2013.
Además de la legislación genérica sobre bibliotecas, hay algunos países que regulan determinadas tipologías de bibliotecas o aspectos de las bibliotecas, como Corea, que tiene una ley de promoción de la lectura y las bibliotecas, de 1994, o Estonia, que tiene leyes específicas para bibliotecas públicas y para bibliotecas escolares. 

Asociacionismo
En todos los países los profesionales están organizados en asociaciones. Se trata de asociaciones de ámbito nacional, que pueden aglutinar otras regionales o locales. Hay algunas muy antiguas, como las de Filipinas y Letonia, de 1923, la de Lituania, de 1931, y la de Hungría, de 1935. Además, en la mayoría de casos también podemos encontrar otras por  tipología de bibliotecas, las de bibliotecas públicas, en los Estados Unidos, Eslovenia, Lituania, de bibliotecas académicas o de investigación, en Letonia, o de bibliotecas escolares, como los casos de Serbia, Finlandia, Filipinas, Corea, o Letonia.
Las asociaciones pueden hacer referencia a las bibliotecas o a los profesionales que trabajan, y pueden estar dirigidas sólo a bibliotecarios o incluir a otros profesionales del sector o interesados ​​en las bibliotecas, como es el caso de Francia o Estonia.
La asociación más joven, la de Qatar, creada en 2014, no ha sido reconocida por el Gobierno del país. Sin embargo, son muy activos y participan en los organismos internacionales.
En general, se ocupan de la formación y la mejora de los profesionales, de reforzar el papel de la profesión y de los profesionales en la sociedad, en algunos casos elaboran normativa y estándares para tipologías de bibliotecas, como Tailandia, en otras colaboran con la Administración para diseñar la política bibliotecaria del país.

Formación 
Actualmente, se imparten estudios superiores para acceder a la profesión en los 19 países reseñados. En algunos casos se ofrecen estudios de grado, máster y doctorado, como en Tailandia, Hungría, Bangladesh, Suecia, o sólo de grado y máster, como Nigeria, Serbia, Filipinas, Estonia, Letonia. En Eslovenia sólo hay estudios de grado.   
El nombre de los estudios ha ido evolucionando con los cambios en la profesión y en la sociedad y ha sido una evolución similar en todo el mundo. A la «library science» tradicional se ha añadido, en la mayor parte de universidades, la «information», cuando no la ha sustituido totalmente. Hay facultades, como la de Letonia, que cambiaron el nombre de «library science» a «information management», para adaptarse a los tiempos; los titulados ya no son bibliotecarios, sino gestores de la información.

Organización
Los sistemas bibliotecarios de los diferentes países son similares. Una biblioteca nacional, una red más o menos organizada de bibliotecas públicas, que suelen depender del Ministerio de Cultura, bibliotecas académicas y escolares, que suelen depender del Ministerio de Educación. Además, puede haber bibliotecas especiales o especializadas, públicas o privadas. La financiación es pública y, a menudo, es municipal en el caso de las bibliotecas públicas.
 
Hay algunos artículos que proporcionan el número de bibliotecas por tipología, como los de Serbia, Letonia, Suecia, Nigeria, Armenia, Lituania o Francia, aunque no las contrastan casi nunca con el número de habitantes, y nunca con la forma en que estos se distribuyen en el territorio. Se observa una similitud en el número de bibliotecas públicas entre los países que tienen una población entre 1 y 10 millones, especialmente los europeos, como Letonia, con 2 millones de habitantes y 804 bibliotecas, Armenia, 3 millones de habitantes y 821 bibliotecas, Finlandia, 5 millones y 800 bibliotecas o Suecia, 10 millones y 1.100 bibliotecas.

Entre los países fuertemente poblados, encontramos Filipinas, con 105 millones de habitantes y 1.399 bibliotecas públicas. La cifra más elevada, sin embargo, son las bibliotecas escolares, de primaria y secundaria, casi 60.000. Lo mismo ocurre en Corea del Sur que, con una población de 51 millones, tiene 13.000 bibliotecas, de las que 11.000 son escolares. El país con el mayor número de habitantes, Estados Unidos, es una realidad totalmente diferente, con 119.000 bibliotecas.

Los casos extremos, por ratio habitante / número de bibliotecas son los de Bangladesh y Nigeria. Bangladesh, con una población de 165 millones, tiene 70 bibliotecas públicas con financiación gubernamental, y 972 no gubernamentales, que no funcionan, por falta de financiación y colección. Son bibliotecas dirigidas por personal no titulado. Nigeria, con 191 millones de habitantes, tiene 253 bibliotecas públicas, muchas de ellas sin acceso a Internet y casi ninguna con un sistema automatizado.

Problemáticas
En algunos casos, los artículos presentan, más allá del entusiasmo e interés por la profesión que muestran los bibliotecarios, algunos problemas o aspectos negativos de la realidad bibliotecaria de sus países. En Hungría, por ejemplo, los ciudadanos no tienen interés en utilizar las bibliotecas, no forma parte de su cultura y en Serbia sólo un 7 % de la población es usuaria. En el caso de Suecia, aunque tiene un número de bibliotecas similar a los países del entorno, en los últimos años se han cerrado 176. En cuanto a la titulación, en países como Estonia no es obligatorio estar titulado para ejercer, aunque es recomendable, y en Letonia en 2013 sólo el 56 % del personal de las bibliotecas estaba titulado. Sin embargo, en general, la tendencia es a mejorar, sobre todo en el uso de las bibliotecas y el requerimiento de titulaciones superiores para ejercer de profesional.
 
Conclusión
El documento ofrece una panorámica interesante de la realidad de las bibliotecas y sus profesionales en todo el mundo, haciendo énfasis, eso sí, en los países desarrollados, sobre todo de Europa. Muestra que la Biblioteconomía es una disciplina global y que la práctica profesional, salvando las distancias, es similar en todas partes. Sin embargo, se echa en falta una mayor diversidad, países con otras realidades y profesionales de nuevos perfiles. Y quizá porque se trata de textos dirigidos a hacer difusión de la profesión, se habla poco de necesidades y problemáticas, que servirían para mostrar  las carencias de la profesión y de las bibliotecas a las administraciones.