Además de los riesgos habituales en las reacciones químicas, los riesgos más específicos de las reacciones fotoquímicas derivan de la exposición a la radiación, que fundamentalmente a corto plazo puede causar quemaduras e irritación ocular.Por este motivo, además de la protección ocular requerida, todas las lámparas de vapor de mercurio tienen que contener un dispositivo que evite la dispersión de la radiación ultravioleta. Normalmente el vidrio de borosilicato en la capa externa de la lámpara desarrolla esta función.