La fuente de ultrasonidos más ampliamente disponible, más comúnmente utilizada y más barata para introducir ultrasonidos en una reacción es sin duda el baño de ultrasonidos, en el cual el transductor (componente electromecánico encargado de generar los ultrasonidos) está fijado en la base de un baño lleno de agua. Los baños de ultrasonidos trabajan con frecuencias entre 30 y 50 kHz.
A pesar de que es posible usar el mismo baño como recipiente de reacción, normalmente no se hace así para evitar problemas relacionados con la corrosión de las paredes del baño y por la carencia de contención de posibles vapores y gases liberados durante la reacción. Por lo tanto, el uso normal de los baños de ultrasonidos implica la inmersión dentro del baño de un matraz de vidrio estándar que contiene la mezcla de reacción, lo cual permite una distribución uniforme de energía en el medio de reacción (Fig 3.29).
Fig 3.29