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¿Qué nos aporta Ithaka S+R US Library Survey 2013?

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José Antonio Magán Wals
Director de projectes bibliotecaris
Universidad Complutense de Madrid
 

Matthew P. Long, Roger C. Schonfeld (2014). Ithaka S+R US Library Survey 2013.
Disponible: http://sr.ithaka.org/sites/default/files/reports/SR_LibraryReport_20140310_0.pdf [Consulta: 10/06/2014].

El Ithaka S+R US Library Survey 2013 es el segundo de los informes que Ithaka, una fundación no lucrativa dedicada a promover el uso de las tecnologías digitales entre la comunidad académica, ha realizado para analizar las opiniones de los responsables académicos de las bibliotecas académicas de Estados Unidos y de sus directores respecto a temas clave de su servicio. A partir de una encuesta enviada a la casi totalidad de las bibliotecas académicas y respondida por un tercio de los encuestados, el análisis de Matthew P. Long y Roger C. Schonfeld aporta datos muy interesantes respecto a las preocupaciones de los directivos de bibliotecas y su evolución en los últimos años.

Para un buen número de las cuestiones planteadas se distingue, dada la diversidad de opiniones, entre bibliotecas de las grandes instituciones académicas, las de prestigio medio y las dedicadas a estudios sólo de grado. Así, la implicación de las bibliotecas en servicios novedosos que van más allá de las funciones tradicionales son considerablemente mayores en las pertenecientes a grandes instituciones. Entre el anterior informe de 2010 y este se aprecia una disminución de la prioridad otorgada a los servicios de apoyo a los investigadores y un aumento para aquellos dirigidos a dar soporte a las actividades docentes.

Estrategia y liderazgo
Un aspecto notable es la diferente percepción que tienen los directores frente a los responsables académicos respecto al papel que la biblioteca disfruta en diversos aspectos de la vida académica, siendo por lo general mucho más optimista la visión de los bibliotecarios. Destacamos la baja percepción que los académicos tienen respecto al papel de la biblioteca en relación a las labores de archivo o apoyo a la investigación. Sin embargo ambos colectivos coinciden en que el principal papel de la biblioteca estriba en la alfabetización informacional aunque los bibliotecarios se ven a sí mismos con un papel mucho más activo de lo que le reconocen sus responsables académicos respecto a su contribución al aprendizaje por parte de los estudiantes en el uso de los recursos de información o de los gestores bibliográficos.

Menos de la mitad de las instituciones carecen de estrategias claramente definidas para atender los cambios en los hábitos de los usuarios, algo que parece tener mucha relación con la visión que tienen los bibliotecarios de sí mismos como el sector más involucrado en el desarrollo estratégico de la biblioteca frente a los alumnos y sus asociaciones que ocupan la última posición.

Un ejemplo de ello es que son pocas las bibliotecas que realizan acciones más desarrolladas para recoger las opiniones de los usuarios, como estudios de población o entrevistas estructuradas y sólo una de cada diez utiliza a consultores externos para este tipo de cuestiones. Más de la mitad de las bibliotecas no realizan actividades básicas para la recogida de opiniones como el envío de encuestas por correo electrónico.

Todo ello concuerda con que la mayor parte de los directores y vicerrectores reconocen que su toma de decisiones respecto a las adquisiciones, nuevas infraestructuras o el desarrollo de servicios innovadores no está avalada por datos previamente recolectados y analizados.

Presupuestos y personal
El mayor agente contra el cambio en las bibliotecas sigue siendo la falta de recursos económicos aunque seguido preocupantemente por la falta de personal preparado en áreas clave.

La sintonía entre directores y responsables académicos es, cómo no, bastante alta y los directores de las grandes instituciones se perciben a sí mismos más involucrados en los equipos directivos de sus respectivas universidades que los del resto de universidades. No obstante, sigue siendo inferior al 10 % el porcentaje del tiempo laboral dedicado a la obtención de fondos y el desarrollo de nuevas actividades por parte de los directivos.

Especialmente relevantes son las respuestas a la pregunta respecto a qué se dedicaría un incremento del 10 % del presupuesto de la biblioteca. La opción más favorecida es la mejora del personal seguida a cierta distancia por las colecciones electrónicas y los equipamientos tecnológicos. Las últimas posiciones se dedican a las colecciones impresas y especiales y a algo considerado hasta hace poco novedoso como es la publicación o difusión de la producción investigadora.

Alfabetización informacional y atención a estudiantes
Para los próximos años los directivos ven la alfabetización informacional como la actividad que será necesario reforzar más junto a la preservación digital y la atención de las colecciones especiales, aunque sólo la mitad de las bibliotecas se muestran preparadas para ofrecer atención a los cursos en línea. Por el contrario para los servicios más tradicionales como son los de referencia, circulación y gestión de la colección impresa se auguran reducciones importantes de personal.

No obstante, estas predicciones contrastan con la realidad de que las áreas consideradas como prioritarias dentro de las bibliotecas siguen siendo el servicio de referencia y la provisión de espacios físicos para los estudiantes.

Colecciones
La circulación y la gestión de licencias para acceder a los recursos electrónicos son las labores más destacadas, seguidas (en las grandes bibliotecas) por la digitalización y la atención de las colecciones especiales. La compra de materiales impresos vuelve a posicionarse en último lugar en cuanto a las prioridades de los responsables bibliotecarios y las colecciones tradicionales se ven menos importantes de lo que eran hace cinco años.

Sin embargo, pese a que la mayor parte del presupuesto de adquisiciones se dirige a los recursos electrónicos, la impresión de que la biblioteca pueda ser más dependiente de colecciones digitales externas se ha reducido frente a 2010. Aunque el porcentaje de presupuesto dedicado a libros electrónicos crece, lo hace en menor medida de lo que las expectativas de 2010 auguraban. Este aspecto puede tener relación con el hecho de que los bibliotecarios valoren en menor medida que los académicos la importancia de los manuales electrónicos para los alumnos.

Otra cuestión relevante es que la aparición del libro electrónico no ha supuesto que deje de ofrecerse al usuario la versión en papel, en caso de tenerla, lo que contrasta con la política de envío de las versiones en papel de las revistas electrónicas a depósitos externos en base a su escaso uso.

Herramientas de descubrimiento
Los responsables entienden que la biblioteca debe ser el sitio por excelencia para encontrar los recursos de información y para ello, las herramientas de enriquecimiento de los catálogos son especialmente valoradas pues facilitan la localización de materiales de los que previamente se desconocía su existencia y el enlace con las bases de datos contratadas, además de ser de especial ayuda para el usuario inexperto.

Comunicación académica y apoyo a la investigación
Reseñamos la baja percepción que se tiene del papel que la biblioteca debe asumir en aspectos como la asesoría sobre derechos de autor, el alojamiento de centros de investigación para humanidades digitales o de servidores de datos para las ciencias sociales. Incluso el papel de la biblioteca para el mantenimiento del archivo institucional es, en el mejor caso, visto como necesario sólo en las grandes instituciones y, en estas, no por más del 50 % de los encuestados. Y este porcentaje cae aún más significativamente en otras cuestiones como el apoyo a la publicación científica o la gestión de los datasets de los investigadores.

En definitiva, estamos ante un interesante trabajo para conocer la percepción que los responsables académicos y bibliotecarios tienen ante el cambio y sus prioridades para la gestión inmediata aunque muestra aún una evolución escasa respecto a las tendencias reflejadas en el informe anterior.