Afegeix un nou comentari

El valor anual de los datos abiertos se estima en tres billones de dólares. El sector de educación, a la cabeza

Versió per a imprimirVersió per a imprimir
Luis Fernando Ramos-Simón
Departamento de Biblioteconomía y Documentación
Universidad Complutense de Madrid
 

The McKinsey&Company (2013). Open data: Unlocking innovation and performance with liquid information. (http://www.mckinsey.com/insights/business_technology/open_data_unlocking_innovation_and_performance_with_liquid_information)
Luis Fernando Ramos Simón. Facultad de Documentación. Universidad Complutense de Madrid

La consultora McKinsey publicó a finales de 2013 un informe en el que aborda el valor de los datos abiertos y su capacidad para generar información digital "líquida" y fácilmente distribuible. El informe analiza cómo los datos abiertos pueden crear valor económico, tanto en términos de ingresos como de disminución del gasto, así como ahorro de tiempo. Frente a la visión más tradicional orientada hacia los datos públicos abiertos, el informe se centra en la puesta a disposición de datos abiertos tanto por los gobiernos como por las instituciones privadas, proporcionando la base para manejar aplicaciones que necesitan grandes volúmenes de datos o crear aplicaciones innovadoras para uso directo de los ciudadanos. Por otro lado, este análisis de McKinsey valora el potencial en siete sectores de actividad: educación, transporte, productos de consumo, energía eléctrica, petróleo y gas, salud y, por último, economía familiar (consumer finance). Es destacable el valor que atribuye el informe a los datos abiertos en la educación que cifra entre 890.000 millones y 1,2 billones de dólares anuales.

La oportunidad del estudio obedece a que es un momento crítico ya que la diversidad de fuentes de información abiertas puede proporcionar oportunidades de mercado. Basado en su análisis, Mckinsey estima el valor anual de los datos abiertos en más de tres billones de dólares en los sectores mencionados, sin tener en cuenta el aumento de valor que supondría para las consumidores y las empresas ese intercambio de datos, tales como la mejora de la capacidad para aumentar la productividad, la transparencia de precios y la mejor gestión de la información. Asimismo, los datos abiertos crean nuevos riesgos para las empresas y plantea nuevas demandas al gobierno sobre la protección de la vida privada y la forma de evitar un uso inadecuado de la información.

El marco conceptual de los datos abiertos, según Mckinsey, presenta las siguientes características:

• Accesibilidad: Un amplio rango de usuarios tiene acceso a los datos.
• Legibles por máquina: Los datos pueden ser procesados automáticamente.
• Coste: Se accede a los datos gratis o a un coste insignificante.
• Derechos: Las limitaciones al uso, transformación y distribución de los datos son mínimas.

Antes de analizar el valor de los datos abiertos en cada sector, el informe pone de relieve el gran número de iniciativas de portales de datos abiertos que están operativos desde que en 2009 el Gobierno de Estados Unidos publicó los primeros 47 datasets y su excelente progresión hasta llegar a más de 90.000 en octubre de 2013. En comparación, el principal portal europeo, el del Reino Unido, sólo llegaba a 10.000 en 2013.

Los resultados más importantes del estudio de McKinsey se resumen en los siguientes puntos:

• El potencial económico de los siete sectores estudiados se estiman en un valor de tres billones de dólares anuales, de los cuales 1,1 billón corresponde a Estados Unidos, 900.000 millones a Europa y los otros 1,7 billones al resto del mundo.
• Los datos abiertos mejoran el valor potencial de los datasets y proporcionan nuevas oportunidades.
• Los consumidores están empezando a obtener ventajas de los datos abiertos.
• Los datos abiertos ayudan a mejorar la productividad de los negocios y a crear nuevos productos y servicios
• Los datos abiertos crean nuevos riesgos, incluyendo la amenaza a la reputación personal y la pérdida de control sobre la información confidencial.
• Los gobiernos tienen un papel importante que jugar como fuente de datos abiertos y como regulador.
• Hacer los datos más líquidos y disponibles es necesario, pero no suficiente para captar el valor de los datos abiertos.

El análisis específico del valor de cada uno de los siete sectores –en el que se concentra la mayor parte del estudio—pone de relieve los siguientes aspectos en cada uno de ellos:

Educación, McKinsey estima que el mayor potencial de los datos abiertos está en este sector de la educación (entre 890.000 millones de dólares y 1,2 billones), donde los mayores beneficios vendrían de la mejora de la formación a través de la identificación de las estrategias y herramientas más eficaces para enseñar conocimientos y habilidades específicas. También se conseguirían importantes beneficios al disponer los padres y estudiantes de más información para elegir los centros de formación. Las barreras detectadas en este ámbito se refieren a los problemas de privacidad sobre los datos de rendimiento de estudiantes y profesores, así como a la pérdida de autonomía de los profesores en la clase.

Transporte, el uso de los datos abiertos en este sector podrían suponer hasta 920.000 millones de dólares por año. Su principal potencial se deriva de la mejora de productividad y del ahorro de tiempo que supone el uso de datos abiertos para reducir la duración de los viajes. Además, a través de los datos abiertos se pueden conocer las necesidades de inversión en infraestructuras y mejorar la eficiencia del transporte público.
Productos de consumo, aunque también muy grande, la mejora que resulta de la aplicación de los datos abiertos en esta actividad resulta más difícil de cuantificar (entre 520.000 millones y 1,5 billones de dólares). Los consumidores se beneficiarían de la transparencia de precios y de la mejora de información sobre los productos. Por su parte, los datos abiertos proporcionarán a los productores y detallistas más información sobre la segmentación de los consumidores, así como sus gustos y esquemas de toma de decisiones, de modo que la protección de la privacidad será una importante barrera.

Energía eléctrica, el uso de datos abiertos en la producción, distribución y consumo de electricidad aportará un valor anual de hasta 580.000 millones de dólares anualmente. La disponibilidad de datos supondrá una mejora de la eficiencia energética para los consumidores y, para las compañías, la mejora en el aprovechamiento de los datos mejorará la gestión de proyectos y operaciones. Como en el caso anterior, será necesario proteger la privacidad de los consumidores.

Petróleo y gas, el sector energético también podría beneficiarse de la apertura de datos en el subsector de gas y petróleo (entre 240.000 y 510.000 millones de dólares de valor anual) mediante la mejora de las decisiones de inversión en reservas e instalaciones. Asimismo, la compartición de datos sobre los usos puede ayudar a los consumidores a lograr un consumo más eficiente.

Salud, en este terreno McKinsey ya realizó previamente un estudio sobre el impacto de datos abiertos en Estados Unidos. El valor de los datos abiertos surge de la asunción por el público de un papel activo en la prevención de enfermedades, así como el tratamiento de los pacientes, adecuando nuevas terapias y tratamientos. También es necesario invertir en la capacidad de todo el sector para hacer que la mayoría de los datos sean abiertos.

Economía familiar (Consumer finance), el potencial impacto de los datos abiertos en tres áreas de las finanzas de los particulares (banca, seguros e inmuebles) puede tener un valor anual estimado entre 210.000 y 280.000 millones de dólares. Las oportunidades vienen del uso de los datos abiertos para mejorar el diseño de los productos y su suscripción porque dispondrán de información sobre riesgo de los consumidores, así como prevención del fraude. Por su parte, los consumidores dispondrán de información para elegir entre productos financieros, aunque es evidente que en este sector los riesgos para proteger la privacidad son muy altos por la falta de estructuras legales para controlar las nuevas formas de tratamiento de los datos en banca y seguros.

El informe subraya en cada uno de los sectores las implicaciones que la apertura de datos tiene para los actores implicados de cara a tomar ventajas y maximizar el beneficio. El valor que se deriva requerirá nuevas reglas y nuevos procedimientos y actitudes. Sin duda los organismos del sector público serán una fuente clave de la apertura de datos. Por su parte, para los empresarios supondrá la creación de nuevas fuentes de ingresos y de mejora de la productividad. Las compañías pueden beneficiarse además de la mejora en el diseño de sus productos y servicios. Los individuos pueden conseguir muchas ventajas mediante el uso de aplicaciones que faciliten sus relaciones tanto con los organismos públicos como con las empresas. Asimismo, los ciudadanos deberían trabajar con los gobiernos para elaborar guías para una adecuada recopilación y uso de los datos. Por último, las organizaciones no lucrativas pueden usar los datos abiertos tanto para sus estrategias como para tareas rutinarias. En particular, las ONGs pueden obtener muchas ventajas de esa información libre y también vigilar sobre el uso de los datos y mantener la privacidad de las personas.