fracaso

  • En otros idiomas
    fracàs (català)
    failure (english)
    échec (français)
    fracaso (galego)
    fracasso (português)
  • Tipo de lema
    Conceptos
  • Remisión a conceptos
    alienado afectivo
  • Tipo de figura
    Tránsfugas y parias
  • Motivo de exclusión
    género - sexoafectiva - económica - racial - edad - formación académica
  • ¿Quién crea el concepto o figura?
    Jack Halberstam
  • Autoría de la ficha: Coll Blanco, Elisa
  • Fecha: 10/01/2022
  • Para citar: Coll Blanco, Elisa. "fracaso", Tránsfugas y parias, ADHUC-Teoria, Gènere, Sexualitat, Universitat de Barcelona, 10/01/2022. https://www.ub.edu/transfugas-parias/node/98

También podemos reconocer el fracaso como una forma de negarse a aceptar las lógicas del poder dominantes y la disciplina, y como una forma de crítica. Como práctica, el fracaso reconoce que las alternativas ya están integradas en el sistema dominante, y que el poder nunca es total o coherente; de hecho, el fracaso puede explotar lo impredecible de la ideología y sus cualidades indeterminadas.

(Halberstam, El arte queer del fracaso, 98)

El sentido común heteronormativo equipara el éxito con el progreso, la acumulación de capital, la familia, la conducta ética y la esperanza. Otras formas de sentido común subordinadas, queer o contrahegemónicas asocian el fracaso con la inconformidad, las prácticas anticapitalistas, los estilos de vida no reproductivos, la negatividad y la crítica.

(Halberstam, El arte queer del fracaso, 99)

Si queremos que lo antisocial se transforme en teoría queer debemos estar dispuestos a alejarnos de la zona de confort del intercambio educado, con el fin de aceptar una negatividad verdaderamente política, una que, esta vez, prometa fracasar, dar por culo, cagarla, pegar gritos, ser rebelde, maleducado, provocar resentimiento, devolver el golpe, hablar alto y fuerte, interrumpir, asesinar, escandalizar, aniquilar

(Halberstam, El arte queer del fracaso, 122)

Lo queer ofrece la promesa del fracaso como modo de vida (y aquí obviamente estoy enmendando la formulación de Foucault de la homosexualidad como 'amistad como un modo de vida') pero depende de nosotros si elegimos ser fieles a esa promesa en una forma que suponga un desvío de los indicadores habituales del logo y la satisfacción 

(Halberstam, El arte queer del fracaso, 195)

Vivir es fracasar, meter la pata, defraudar y, en última instancia, morir; en vez de buscar caminos que eviten la muerte y la decepción, el arte queer del fracaso implica la aceptación de lo finito, acoger lo absurdo, lo tonto, lo irremediablemente ridículo. En vez de resistirnos a los finales y a los límites, aferrémonos a todos nuestros inevitables y fantásticos fracasos, y disfrutemos de ellos.

(Halberstam, El arte queer del fracaso, 196)

El concepto de «orientaciones» nos permite exponer cómo la vida es dirigida en ciertas direcciones más que en otras, a través del requisito de seguir lo que ya se nos ha dado. Para que una vida cuente como una buena vida, debe devolver la deuda de su vida adoptando la dirección prometida como un bien social, lo que significa imaginar su propio futuro en términos de alcanzar ciertos puntos a lo largo de un curso vital. una vida queer puede ser la que fracasa a la hora de hacer tales gestos de devolución.

(Ahmed, Fenomenología queer, 38)

Los pueblos, o incluso las ciudades de provincia junto a los campos, representan hoy el fracaso frente al modelo de productividad y desarrollo. Vivimos de espaldas a sus saberes, queriendo destruirlos o reinventando sus prácticas con nombres nuevos para que, otra vez, las grandes ciudades se atribuyan el mérito. Quien se queda en el pueblo recibe esa metáfora de la parte por el todo en la interpretación externa que obtendrá de su vida. Si el pueblo es fracaso, también quien tiene ese origen. Así es como lo dicta, al menos, el urbanocentrismo 

(Gallego, Como vaya yo y lo encuentre, 16)

I don't mind failing in this world
Don't mind wearing the ragged britches
'Cause those who succeed are the sons of bitches
I don't mind failing in this world

(Malvina Reynolds, "I don't mind failing")

Lejos de remitir a un estado indeseable o pasivo, el fracaso que propone Jack Halberstam representa un proceso, un verbo, una manera de vivir y de resistir a la estricta hegemonía que marca el éxito. Para definir el fracaso, defiende el autor, es necesario comprender el éxito, alineado con el discurso heterocentrado, occidental, (re)productivo y capitalista. Así, el fracaso supone no sólo una ruptura con dicho discurso, sino también una amenaza para su reproducción. El fracaso representa el caos, la rebelión, el desvío, la torpeza o la cooperación, en oposición a la vinculación del éxito con la familia nuclear y la acumulación de riquezas (a nivel material), y al orden, la predictibilidad, el aburrimiento, la adultez y el conocimiento (a nivel conceptual).

De modo que la reapropiación del fracaso surge de su propio estigma, en resistencia a una mirada que dicta qué comportamientos siguen, en palabras de Sara Ahmed, una línea recta (32) que lleva al reconocimiento y al éxito, y cuáles se desvían y, por tanto, fracasan. La mirada occidental y capitalista interpreta la realidad desde la competición, relegando a quien pierde (o a quien se niega a competir y en su lugar coopera) a un estadio infantil, inmaduro, erróneo. Sin embargo, este fracaso está presente en la naturaleza, en la infancia, en las películas de animación, en los márgenes culturales, y apreciarlo y celebrarlo puede ser, como indica el título del libro, todo un arte. La figura del desvío es recuperada así por el autor para analizar las posibilidades del fracaso como vía hacia nuevas estructuras vitales, más creativas y menos restrictivas.

El arte queer del fracaso también analiza el concepto de fracaso en relación a la teoría queer, y en concreto respecto al giro antisocial de esta, liderado entre otros autores por Lee Edelman. Halberstam señala que tal giro no puede resultar realmente revolucionario si se teoriza desde el canon, reproduciendo las dinámicas de éxito y disciplinamiento por no atreverse a salirse de lo 'respetable'. En ese sentido Mar Gallego amplía y enriquece dicha reflexión en su obra Como vaya yo y lo encuentre, incorporando los factores de la territorialidad y la clase social desde el estudio de caso de Andalucía respecto al resto del Estado español. Partiendo del fracaso como desafío a la maquinaria opresiva del éxito, Gallego rescata y pone sobre la mesa formas de producir conocimiento que son relegadas a una categoría inferior por los discursos hegemónicos: los saberes populares, el feminismo andaluz, la ruralidad, los relatos de las abuelas (87).

Podría decirse que el fracaso de Halberstam propone una reapropiación de la figura del paria para convertirla en tránsfuga, agenciada y peligrosa. Así, el fracaso deviene una forma consciente y agenciada de aprender, resistir y vivir, celebrando su no pertenencia deliberada a la hegemonía, su desviación en fuga de esta.

 

Bibliografía

BÁSICA
Ahmed, Sara. Fenomenología Queer. Bellaterra, 2017. Trad. por Javier Sáez.
Gallego, Mar. Como vaya yo y lo encuentre. Feminismo andaluz y otras prendas que tú no veías. Libros.com, 2020.

 

COMPLEMENTARIA
Halberstam, Jack. Gaga Feminism. Beacon Press Boston, 2014.
Halberstam, Jack. In a Queer Time and Space. Transgender Bodies, Subcultural Lives. New York University Press, 2005.

 

OBRAS DE CREACIÓN RELACIONADAS
Malvina Reynolds. "I don't mind failing". Sings The Truth, Columbia, 1967.