Es importante utilizar únicamente los recipientes fabricados para este uso, capaces de soportar temperaturas y presiones elevadas sin absorber la radiación de microondas.
- Comprobar siempre que el recipiente y todo el sistema está bien cerrado. Un cierre defectuoso, al calentar, puede provocar un escape y averiar el aparato.
- Utilizar sensores de temperatura y presión para evitar una sobrepresión que pueda provocar una explosión.
- NO abrir el recipiente hasta comprobar que se encuentra a temperatura ambiente.