Agitación magnética
Se introduce el núcleo magnético de vidrio o teflón en el recipiente de reacción en el cual se encuentra la mezcla o solución a agitar. El recipiente se coloca centrado sobre la placa de agitación. La velocidad de giro es regulable y se debe utilizar de forma que el núcleo magnético gire de forma continua y uniforme. Si la velocidad es excesiva, el núcleo magnético puede girar incontroladamente, golpeando las paredes del recipiente.
Las placas de agitación más comunes son las que combinan agitación y calefacción, puesto que permiten realizar ambas funciones simultáneamente (Fig 3.7).
La medida y forma del núcleo magnético tiene que adecuarse a la medida y forma del recipiente utilizado y tiene que guardar relación con la cantidad de volumen a agitar. Normalmente los núcleos magnéticos tienen una forma cilíndrica, aunque existen de varias formas para adaptarse mejor a la superficie del fondo del recipiente: ovalados, triangulares... . Las medidas son también muy diversas, desde pocos milímetros de longitud a tres o cuatro centímetros los más utilizados.
Para soluciones muy viscosas se utilizan núcleos magnéticos más grandes, para favorecer que el imán siga el giro impuesto por el motor magnético y no se pare por la propia viscosidad del medio.
Fig 3.7
Finalizada la operación de agitación se retira de dentro del recipiente el núcleo magnético utilizado. Para tal acción se dispone de una varilla de teflón donde uno de sus extremos contiene otro núcleo magnético. Por atracción magnética el núcleo magnético de la varilla de teflón se lleva el núcleo magnético de la solución agitada. Para minimizar las pérdidas de productos, ambos núcleos se lavan con el mismo disolvente que se ha utilizado durante el proceso de agitación.
Agitación mecánica
Consiste en un motor giratorio al cual se le acopla una varilla de vidrio que finaliza con unas aspas de vidrio o teflón. Esta varilla se adapta a la boca del matraz de fondo redondo con una pieza esmerilada (Ver Fig 3.8).
Primero se introducen las aspas dentro del matraz, se ajusta el adaptador esmerilado y se añade un lubricante para evitar la fricción entre el adaptador y la varilla de vidrio al girar. A continuación se conecta el extremo libre de la varilla de vidrio al eje del motor mecánico. Es importante graduar la altura de la varilla de forma que las aspas no toquen el fondo del matraz para evitar procesos de fricción. Por tal motivo es muy importante colocar muy alineados el motor, la varilla de vidrio, el adaptador y el cuello del matraz. El sistema tiene que quedar totalmente libre de tensiones para que la varilla pueda girar libremente
La velocidad de giro se puede regular y dependerá de la naturaleza de los productos o de la viscosidad de la disolución. Existen diferentes tipos de aspas, en formas y materiales, aunque normalmente son de vidrio o de teflón. Uno de los tipos más utilizado es el de aspas de teflón en forma de media luna.