Ángel M. Delgado-Vázquez
Coordinador de Apoyo a la Investigación en la Biblioteca/CRAI
Universidad Pablo de Olavide
https://orcid.org/0000-0003-2461-8553
Morka, Agata; Gatti, Rupert. (2021). Academic libraries and open access books in Europe: a landscape study. [Bruxelles]: OPERAS. 63 p. Disponible en: <http://doi.org/10.5281/zenodo.4483773>. [Consulta: 12/04/2021].
Tras años de infravaloración en determinadas áreas de investigación, tanto en procesos de evaluación como por parte de algunos sectores del movimiento por el acceso abierto, los libros académicos vuelven a la palestra con fuerzas renovadas.
Parece que por fin se empieza a entrever un modelo de negocio viable para esta tipología documental precisamente de la mano del acceso abierto. Vía edición directa por parte de las instituciones académicas, o bien mediante el pago de tasas de procesamiento a través de proyectos y otros esquemas de financiación, se observa un renovado interés porque las monografías de investigación y los volúmenes editados vuelvan al lugar que les corresponde en el paradigma de la comunicación científica.
En este proceso de renovación, las bibliotecas universitarias están llamadas a jugar un papel muy relevante. Sea como entidades de edición o de apoyo a esta, sea como canalizadoras del pago de las tasas, o bien, «simplemente», como portadoras de la «buena nueva» del acceso abierto a investigadores e instituciones.
Precisamente este informe, elaborado al amparo de OPERAS-P (Open Scholarly Communication in the European Research Area for Social Sciences and Humanities), un proyecto financiado dentro de Horizonte 2020 y COPIM (Community-led Open Publication Infrastructures for Monographs), trata de ofrecer una amplia panorámica sobre el papel que juegan las bibliotecas académicas europeas en el contexto de la publicación de libros en acceso abierto.
El informe no intenta ser exhaustivo en su cobertura de países e iniciativas, centrándose en los miembros de OPERAS, a los que se unen España y los países nórdicos, en total 14. De igual manera, el texto se limita a abordar las monografías de investigación y las obras editadas, dejando fuera otros formatos de libros en acceso abierto, expresamente los materiales docentes.
Los responsables del informe han rastreado la literatura, al tiempo que han mantenido entrevistas con responsables de la materia de los diferentes países. De igual modo, han organizado eventos con el libro en acceso abierto en el centro, en los que han tenido ocasión de recoger los conocimientos e impresiones de los asistentes.
Con todo ello, construyen una ficha analítica estructurada para cada país en la que se incluyen distintos parámetros de estudio.
Los resultados de esta ficha analítica se presentan de manera sintética en una tabla al principio del documento. No obstante, merece la pena entrar al detalle para obtener una visión más completa.
Así, los aspectos estudiados son los siguientes:
1. Una síntesis del sistema de bibliotecas universitarias, con indicación de la existencia de consorcios regionales o nacionales. En este apartado, cobra especial importancia la información sobre políticas de adquisiciones/suscripciones de recursos electrónicos.
Es significativo en este apartado que, salvo los países nórdicos, Alemania y España, el resto tienen sistemas centralizados cuya cabeza suele recaer en la correspondiente biblioteca nacional. No obstante, en lo referido a las universitarias, parece que hay cierto nivel de autonomía. También es llamativo el caso de Eslovenia, caso en que se habla de un sistema «disperso», con su biblioteca nacional a la cabeza del sistema, pero con un buen número de pequeñas bibliotecas académicas actuando de manera independiente.
En lo que a consorcios se refiere, se observa que en el caso de los sistemas más centralizados suele haber un único consorcio a nivel nacional, que agrupa a bibliotecas de distinto tamaño. Además, para la negociación de licencias de recursos electrónicos, parece que es bastante común que sea la biblioteca nacional correspondiente quien la lidere, o al menos participe junto con estos consorcios en las negociaciones. En el caso de GASCO (German, Austrian and Swiss Consortia Organisation), nos encontramos con un consorcio supranacional para los países germanohablantes. En el lado opuesto, nos encontramos el caso español en el que existen varios consorcios regionales, y una agrupación nacional de bibliotecas, REBIUN (Red de Bibliotecas Universitarias Españolas), al amparo de la conferencia de rectores de las universidades, la CRUE. Un ente similar a este, la CRUI (Conferenza dei Rettori delle Università Italiane), alberga un grupo de trabajo, CARE (Gruppo di Coordinamento per l’Accesso alle Risorse Eletroniche), encargado de estas negociaciones en Italia.
2. Actitudes y proyectos bibliotecarios en torno al acceso abierto, en el que se hace acopio de las iniciativas en el ámbito del acceso abierto y de la ciencia abierta, con especial énfasis en las infraestructuras de soporte como son los repositorios y recolectores.
En general, se observa que existen grupos de trabajo incardinados en redes bibliotecarias u organismos públicos que trabajan en favor del acceso abierto, aunque con distinto grado de implicación y autonomía.
3. Políticas sobre libros en acceso abierto, que incluye tanto las políticas en sí, como los propios mandatos institucionales que tienen en consideración o mencionan a los libros en abierto como tipo documental específico.
En todos los países estudiados se han desplegado políticas o mandatos de acceso abierto. En muchos de ellos se trata de políticas nacionales (8 de 14) que son complementadas con políticas institucionales o de agencias financiadoras, como es el caso de Alemania. No obstante, la mención en estas políticas a los libros en abierto es mucho menor. Solo Francia, Suecia y Holanda incluyen medidas explícitas en las políticas nacionales, mientras que, en el caso de las institucionales, aunque más numerosas y presentes en todos los países, apenas alcanza el cincuenta por ciento en el mejor de los casos.
4. Financiación de la publicación de libros en acceso abierto, en el que se da cuenta de iniciativas de financiación para la publicación de este tipo de materiales en acceso abierto para permitir el pago de tasas por procesamiento de publicaciones (APC-article processing charges, BPC-book processing charges o CPC-chapter processing charge), tanto a nivel nacional, como regional y de instituciones específicas.
En este punto el informe apunta a que solo tres países, Alemania, Noruega y Holanda tienen convocatorias en las que se disponen fondos específicamente para publicar libros en abierto.
5. La quinta de las categorías analizadas tiene que ver con iniciativas abanderadas bien por bibliotecas, bien por instituciones académicas o directamente por comunidades de académicos para la publicación de libros en abierto.
De nuevo, se observan diferencias notables entre países. Hay un nutrido grupo en el que no se identifican iniciativas en este sentido, compuesto por Francia, Italia, Polonia, Portugal, y Holanda.
6. Finalmente, se estudia también la integración de los libros en acceso abierto dentro de los sistemas de gestión de bibliotecas.
Exceptuando los casos de Francia, que mediante la agencia ABES (Agence bibliographique de l’enseignement supérieur) genera registros bibliográficos de los libros en abierto para todo el sistema, o de Dinamarca que los carga en Alma, la mayor parte de las bibliotecas confían en los agregadores para el suministro de registros de metadatos de este tipo de materiales. Por su parte, Grecia no suele incluir los libros en abierto en sus catálogos.
En todos los casos, para cada país, se identifican aquellos agentes que, a juicio de los autores, tienen un mayor peso en el ámbito del libro abierto universitario.
Si bien, en su intención de sintetizar, el informe deja al lector con la miel en los labios en algunos aspectos, merece la pena hacer una lectura (bastante rápida, por su propia estructura) para obtener una visión rápida de la situación de la publicación de libros de investigación en acceso abierto y sobre todo aquello que tiene que ver con la participación de las bibliotecas en todo el proceso en el ámbito europeo.