Ferran Burguillos
Director de las Biblioteques Municipals de Sabadell
Diputació de Barcelona
The intrinsic value of libraries as public spaces: technology and digital services reflect the changing role of libraries (2016). [Sydney: Civica Group]. 22 p. Disponible en:
<https://www.civica.com/en-au/whitepapers-value-exchange-block-library/wh.... [Consulta: 13/07/2018].
The intrinsic value of libraries as public spaces: physical-digital, communicating the new normal. Changing landscapeTM report (2018). [Sydney: Civica Group]. 23 p. Disponible en:
<https://www.civica.com/en-au/whitepapers-value-exchange-block-library/wh.... [Consulta: 13/07/2018].
From awareness to funding: voter perceptions and support of public libraries in 2018 (2018). Dublin, Ohio: OCLC; Chicago: American Library Association. 32 p. Disponible en: <https://www.oclc.org/research/awareness-to-funding-2018.html>. [Consulta: 13/07/2018].
La percepción sobre el cambio digital en las bibliotecas públicas australianas
Australia sigue siendo un claro referente para el ámbito de la biblioteca pública en nuestro país –véase algunas reseñas sobre el modelo australiano: Omella y Vilagrosai, Termaii –aunque debemos tener presente que la reflexión en torno al valor y el retorno social de la biblioteca pública se está trabajando desde hace unos años también en nuestro entorno y ha dado lugar a estudios interesantes. En este sentido, conviene destacar algunos que han sido reseñados en el Blok de BiD por Pasadasiii, Hernándeziv, o Bailacv.
Hacemos referencia aquí al estudio que la empresa Civica, una de las líderes del mercado anglosajón en soluciones digitales, llevó a cabo en 2016 en colaboración con el Institute for Public Policy and Governance (IPPG) de la University of Technology Sydney. Con el título The intrinsic value of libraries as public spaces, el análisis se centra en los cambios que afectan a las bibliotecas públicas y las estrategias para aprovechar al máximo los recursos tecnológicos y digitales. El objetivo principal es el de identificar los retos clave para garantizar que la biblioteca, como espacio público, continúe siendo un servicio cultural, educativo y social imprescindible y devenga relevante y una parte central de la vida de la comunidad.
El informe presenta los resultados de una encuesta dirigida a los profesionales de las bibliotecas públicas y a los técnicos de varios ayuntamientos de Australia y Nueva Zelanda, los de una discusión de grupo (focus group) con representantes del Ayuntamiento y directores de las bibliotecas, y el análisis de datos de algunos proyectos de investigación del IPPG sobre los modelos de gestión de las bibliotecas regionales y la relación con el gobierno local.
A diferencia de los estudios de valor y retorno social y económicos mencionados más arriba, este informe tiene el interés de recoger la identificación del valor por parte de los profesionales a partir de una aproximación más cualitativa que cuantitativa, y que corroboran el modelo consolidado a partir del análisis de las respuestas a las encuestas y entrevistas. Sin perder la función esencial de promoción lectora y de acceso a la cultura y al conocimiento, la biblioteca pública refuerza el valor social e incrementa el beneficio a la comunidad garantizando el acceso a Internet y a la tecnología, y ofreciendo apoyo al aprendizaje y asesoramiento en materia de salud, empleo y desarrollo empresarial para generar nuevas oportunidades. Se pone especial énfasis en el acceso a recursos y contenidos digitales de calidad y a la relación con las comunidades virtuales y rurales, y, desde la administración local, la mirada se centra en la biblioteca como espacio común y seguro de vida compartida, con una dotación adecuada de recursos y servicios, espacios bien dotados, modernos y con profesionales con habilidades formativas y comunitarias.
La segunda edición del informe que se ha publicado en 2018 –The intrinsic value of libraries as public spaces: physical-digital, communicating the new normal– va un paso más allá al recoger la perspectiva del usuario en la decodificación del valor de los servicios y los contenidos digitales que la biblioteca ofrece. El estudio es resultado de una encuesta elaborada a los proveedores de servicios digitales y a los propios usuarios de las bibliotecas, aproximadamente unos 600, y, además, recoge una observación de su comportamiento ante el uso de determinados servicios y recursos digitales y sus preferencias a medida que los utilizan. Por otro lado, se amplía el alcance territorial, añadiendo usuarios de bibliotecas de Singapur y Reino Unido, a los de las de Australia y Nueva Zelanda.
Esta edición del informe, que incide particularmente en el impacto de los avances tecnológicos en las funciones tradicionales de las bibliotecas y el papel de la biblioteca pública en la lucha contra la brecha digital, aparece en un momento en que el Gobierno australiano está impulsando, desde el Ministerio de Industria, Innovación y Ciencia, una Estrategia de Economía Digital que refuerza la necesidad de promover el cambio digital en todos los servicios públicos y la equidad digital para el conjunto de la ciudadanía.
Aunque las bibliotecas llevan años ofreciendo servicios y recursos digitales, los servicios siguen vinculándose principalmente a los espacios físicos y se echa de menos una mayor difusión intensiva de los servicios digitales que permita consolidar el modelo físico-virtual de biblioteca híbrida.
Uno de los retos que plantea el informe es el de mejorar la experiencia del usuario de los servicios digitales que se ofrecen desde las bibliotecas: casi el 90 % de los usuarios consideran que los servicios y recursos virtuales de las bibliotecas son importantes, y en cambio sólo un 61 % están satisfechos con su experiencia de uso, ya que presentan dificultades de navegación, son poco usables o poco amigables. Este porcentaje contrasta con el 85 % de usuarios que manifiestan estar satisfechos con la experiencia presencial en el uso de los espacios de la biblioteca.
Otro reto destacado para seguir siendo relevantes en el primer mundo digital es que hay que establecer acuerdos de colaboración con proveedores tecnológicos y gestionar de forma consorciada servicios y productos, que permitan mejorar de una manera sostenible.
La percepción del valor del servicio de biblioteca pública en los Estados Unidos
El informe From awareness to funding: voter perceptions and support of public libraries in 2018, elaborado por la Public Library Association (PLA) de la American Library Association (ALA) y el ALA Office for Library Advocacy, en colaboración con el OCLC, actualiza el estudio del mismo título que el OCLC desarrolló en 2008, sobre percepciones, usos, concienciación y actitudes de los votantes de Estados Unidos en relación con el servicio de biblioteca pública.
En esta edición, se volvió a repetir la metodología de encuestas y el análisis de segmentación de público del estudio original con el objetivo de poder comparar los resultados: se identifican nueve segmentos de población con derecho a voto en base a seis factores relacionados con el comportamiento y la actitud en relación con la financiación, el uso, la percepción del servicio de biblioteca pública y el personal bibliotecario. Los resultados más destacables son los siguientes:
- Más de la mitad de los votantes (55 %) creen que las bibliotecas públicas son esenciales para la comunidad y una fuente de orgullo cívico, pero esto no siempre se traduce en el compromiso de apoyo a su financiación. Sólo un tercio (27 %) de los votantes respondió que «votarían definitivamente» a favor de las medidas de apoyo a la biblioteca pública, y otro tercio más (31 %) que «probablemente» votarían a favor. Aunque las dos categorías constituyen todavía la mayoría de los votantes (58 %), el porcentaje ha bajado significativamente respecto del conjunto de los votantes que en 2008 indicaron que «probablemente» o «definitivamente» votarían a favor de apoyar la financiación de la biblioteca y que era del 73 %. La diferencia entre el apoyo al servicio de biblioteca pública y el compromiso para votar medidas de apoyo definitivo a la financiación, podría venir dada por la falta de conocimiento entre los votantes de las vías de financiación del servicio, ya que no identifican que la principal fuente de financiación de las bibliotecas públicas proviene de la administración local.
- Los votantes valoran mucho los servicios tradicionales, tales como el acceso libre a las colecciones y las zonas para el estudio, pero también valoran cada vez más la biblioteca como un espacio comunitario. El 44 % de los votantes valora la biblioteca como lugar de encuentro y casi un tercio (30 %) ve la biblioteca como un centro comunitario y de relación. El 43 % de los encuestados en 2018 indica que la biblioteca «ofrece actividades y servicios que no se pueden encontrar en ningún otro sitio», en comparación con un tercio (34 %) que dijo lo mismo en 2008. Prácticamente la mitad de los encuestados (48 %) identifica este aspecto como uno de los papeles importantes de la biblioteca, mientras que en 2008 lo identificaba un 38 %.
- En cuanto a la percepción sobre si «la biblioteca pública ha hecho un buen trabajo para mantenerse al día de la evolución tecnológica» ha bajado comparativamente del 60 % en 2008 al 48 % en 2018. La necesidad de actualizar y mantener la inversión en tecnología y en servicios digitales también es una de las necesidades más percibidas por la ciudadanía, tal como ocurría con el estudio de Australia, de modo que se hace imprescindible que las bibliotecas continúen priorizando su papel clave en la equidad digital.
- Un factor de alarma es la caída de 20 puntos en el número de encuestados que identifican probablemente la biblioteca como un recurso importante para los niños (del 71 % en 2008 al 51 % en 2018). El apoyo al aprendizaje lector, la promoción del disfrute por la lectura, la alfabetización inicial y el éxito escolar han sido durante mucho tiempo la piedra angular del servicio de biblioteca. Muy probablemente la causa de esta falta de percepción venga provocada por el incremento del consumo de medios digitales en el día a día y el descenso de los índices y del tiempo de lectura, significativos tanto en la sociedad estadounidense como en los países occidentales en general.
- Pero la evolución tecnológica no es el único factor que condiciona la constante adaptación del servicio: los cambios demográficos exigen inversiones para garantizar que todos podamos tener las mismas oportunidades. La falta de recursos destinados a la equidad presenta desafíos muy críticos para las personas inmigrantes con pocos recursos, las personas en paro o las que se encuentran en situación de vulnerabilidad por otras razones. En el informe de 2018 se pone de relieve que ha habido un incremento del 10 % de los participantes que tienen claro que la biblioteca ofrece recursos, servicios y programas formativos a colectivos inmigrantes y no anglosajones, y a personas en situación de vulnerabilidad.
El valor público de la biblioteca
Los estudios de valor percibido y de relevancia de la biblioteca pública en la comunidad a partir de encuestas como las aplicadas a los estudios australianos y estadounidense son una buena aproximación cualitativa al estudio de valor de la biblioteca pública, clave para el trabajo de planificación y evaluación del servicio público y la adaptación al cambio.
La aproximación cualitativa, sin embargo, conviene que se complemente con un estudio cuantitativo, como los de retorno a la inversión (ROI), para poder obtener un análisis exhaustivo que ofrezca una visión sobre las dos dimensiones del valor público del servicio: la económica y la social. En este sentido, hay que desarrollar instrumentos de medida de los beneficios indirectos que comportan los servicios, así como la definición y aplicación de indicadores de evaluación cualitativos y estudios de impacto que permitan demostrar la capacidad de las bibliotecas para generar beneficios sociales, tanto en los individuos como en la comunidad.
En cualquier caso, el análisis del valor público es un ejercicio de gran utilidad que nos permite disponer de evidencias que ponen en valor el beneficio derivado de las bibliotecas públicas y, más concretamente, de estas hacia la ciudadanía. Este marco de análisis y evaluación permite identificar los retos clave de futuro en el servicio de biblioteca pública, entre los que están el de mejorar la comunicación a la ciudadanía y promover la apropiación del servicio por parte de la comunidad, impulsar la cooperación y la sostenibilidad del servicio como claves para el éxito y garantizar la presencia de las bibliotecas en la agenda política.
i Omella, Ester; Vilagrosa, Enric (2016). «Planificar el servicio de biblioteca pública con la mirada en la sociedad que queremos construir». Blok de BiD, 27/07/2016. <http://www.ub.edu/blokdebid/es/content/planificar-el-servicio-de-bibliot.... [Consulta: 13/07/2018].
ii Terma, Judit (2017). «Las bibliotecas: espacios de creación: cómo evaluar su impacto». Blok de BiD, 18/01/2017. <http://www.ub.edu/blokdebid/ca/node/756>. [Consulta: 13/07/2018].
iii Pasadas, Cristóbal (2015). «El valor de la biblioteca pública: ¿cómo se demuestra?». Blok de BiD, 28/10/2015. <http://www.ub.edu/blokdebid/es/content/el-valor-de-la-biblioteca-publica.... [Consulta: 13/07/2018].
iv Hernández. Hilario /2014). «El valor de las bibliotecas en España triplica su coste». Blok de BiD, 19/02/2014. <http://www.ub.edu/blokdebid/ca/node/457>. [Consulta: 13/07/2018].
v Bailac, Assumpta (2016). «El valor económico de la biblioteca pública: ¿no es mejor hablar de retorno social?». Blok de BiD, 20/04/2016. <http://www.ub.edu/blokdebid/es/content/el-valor-economico-de-la-bibliote.... [Consulta: 13/7/2018].