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Assessment 360

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Judit Casals
CRAI Unitat de projectes
Universitat de Barcelona


Cowan, Susanna M. (2012). Assessment 360: Mapping Undergraduates and the Library at the University of Connecticut. March 2012. [Washington, DC: Council on Library and Information Resources]. 68 p.
<http://www.clir.org/pubs/resources/Assessment360.pdf/at_download/file>. [Consulta: 18/07/2012].


Este informe, liderado por Susana M. Cowan, ha sido elaborado por el grupo "Undergraduate Education Team" de las bibliotecas de la Universidad de Connecticut (USA) y publicado por el CLIR (Council on Library on Information Resources).

Recoge la experiencia y los resultados de este proyecto, llevado a cabo durante 2010 que, como otros estudios realizados por universidades americanas durante las dos últimas décadas, evalúan los servicios bibliotecarios para continuar asegurando que los servicios que se diseñan y se ofrecen están orientados al usuario y satisfacen sus necesidades.

El objetivo inicial del estudio es dibujar un mapa de qué es la experiencia de los estudiantes de grado (alrededor de 21.000 en esta universidad) hacia el uso de los recursos tecnológicos y de los espacios, incluida la biblioteca, y sus hábitos de estudio y de búsqueda de información. En función de esta realidad observada y de la posición inicial de la biblioteca en relación a estos hábitos y usos, el objetivo principal es determinar qué líneas de trabajo futuras habrá que establecer para adaptarse a las necesidades de los estudiantes.

El estudio consta de 4 partes bien diferenciadas: una descripción de los objetivos del proyecto, un análisis muy completo de estudios similares en otras universidades, una descripción muy detallada de la metodología empleada, y unas conclusiones con los resultados obtenidos y los aprendizajes alcanzados.

Estudios similares en otras universidades
El estudio se basa principalmente en un estudio anterior de Nancy Fried Foster, del año 2007, por la Universidad de Rochester Studing students: The Undergraduate Research Project at the University of Rochester y en el estudio de Char Booth, del año 2009, Informing innovation: Tracking student interest in Emerging library tecnologies at Ohio University.

También se analizan los estudios, entre otros, de las universidades de Rochester, Ohio, Illinois, MIT Libraries, y los informes más generalistas sobre los usuarios que se ha denominado la "generación Google": el del Pew Internet Group de 2008, el informe CIBER elaborado por la British Library y el JISC el año 2008. Estos informes tienen en común tres aspectos. Son estudios que involucran a los usuarios en la evaluación de los servicios; que quieren eliminar el peligro de crear u ofrecer nuevos servicios basados en nuevas tecnologías, sin valorar primero como se usan los recursos tecnológicos; que comparten también la valoración global del hecho de que, el uso habitual por parte de los usuarios de las tecnologías en el ámbito personal o académico, no implica de forma directa que estos usuarios sean competentes en búsqueda, uso y evaluación de la información.

Metodología
Utilizan cuatro instrumentos diferentes de evaluación. Uno cuantitativo, que consiste en una encuesta en línea para saber qué uso hacen los estudiantes de grado de la tecnología. Tres instrumentos de evaluación cualitativa destinados a evaluar diferentes aspectos: los grupos focales o de discusión, los orientan a averiguar la utilización del recién creado "Learning Commons"; las entrevistas filmadas las usan para saber cómo los estudiantes hacen su trabajo académico y finalmente, una herramienta bastante original, que es la filmación de "vídeos" creados por los propios estudiantes, para saber qué espacios utilizan para trabajar y estudiar.

Resultados
Los estudiantes participantes en los grupos de discusión confirman que el nombre y la función del recién creado "Learning Commons" (espacio unificado donde se ofrece recursos tecnológicos diversos, ayuda y asistencia técnica, separado de la biblioteca tradicional) es desconocido por parte de los alumnos. En cambio, se constata que el estudiante aprovecha para trabajar cuando tiene períodos más largos de tiempo, que entre clase y clase, por lo tanto fuera del horario lectivo y por las noches, momento en el que la presencia de bibliotecarios en este centro es más escasa. En este entorno, los estudiantes no tienen demasiado claro el papel de bibliotecario como facilitador de la información.

La encuesta proporciona datos cuantitativos interesantes y que, además, cuadran con otros estudios a nivel nacional estadounidense sobre el uso de las tecnologías, como el PEW Internet de 2010, por ejemplo. Un 45% de los estudiantes dijeron que pasan entre el 25-50% del tiempo en la red haciendo un trabajo académico. El uso de Google para las búsquedas básicas, en un 99% de los entrevistados, es rotundo.

Las entrevistas filmadas muestran que los estudiantes identifican como herramientas básicas para realizar su trabajo académico (encontrar información, hacer trabajos e investigación), los ordenadores e Internet. Sobre todo utilizan la plataforma de aprendizaje virtual de su universidad, las aplicaciones ofimáticas, y algunas bases de datos y las redes sociales.

El instrumento de los vídeos filmados por los estudiantes es lo que da más datos sobre los lugares preferidos por los estudiantes para hacer su trabajo académico. A los estudiantes les gusta que el espacio sea confortable, con buena luz y con tomas de corriente. También que sean ellos quienes puedan controlar su espacio, sobre todo en cuanto al nivel de privacidad y de silencio.

Aprendizajes:
Los de carácter metodológico se podrían resumir en:
El propio grupo de trabajo que llevó a cabo el estudio, en una reflexión autocrítica, señala que su objetivo inicial era muy ambicioso, y que su inexperiencia en estudios de evaluación hizo que no se calculara de forma apropiada el tiempo de dedicación, sobre todo en el análisis de los datos. Otro problema fue que el número de estudiantes participantes, principalmente en las entrevistas, no era suficiente para extraer tendencias generalizadoras.

Como aspecto positivo destacan que han interiorizado la evaluación como un proceso más de las funciones de los bibliotecarios, y han observado que las evaluaciones para ser efectivas deben ser periódicas, para poder seguir la evolución en un mundo tan cambiante como el de las tecnologías y los usos que hacen los estudiantes de grado.

Sobre sus usuarios:
Han observado que sus estudiantes de grado utilizan la tecnología, pero no son necesariamente los que la adoptan más rápido, y que utilizan diferentes dispositivos, sin preferencia por uno en concreto. Información útil para los bibliotecarios que siempre estamos en la disyuntiva de aplicar de forma rápida cualquier tecnología "nueva" o esperar a que esté bien desarrollada, antes de ponerla en marcha.

Constatan que no existe un tipo estándar de usuario sino muchos individuos con múltiples diferencias. Por eso, su modelo de servicio para el estudiante es ofrecer la biblioteca como un espacio con tecnología disponible (lectores de libros electrónicos, ordenadores portátiles, mesas electrificadas, etc.) y también ofrecer las tecnologías como portales (bases de datos, chats por referencia virtual, herramientas de descubrimiento, etc.).
Aunque son conscientes de que han pasado muy de puntillas sobre el tema de saber qué son los hábitos de información y de búsqueda de los estudiantes, parece que éstos, cuando tienen dudas, consultan el entorno familiar o de los compañeros de clase, antes que el académico, profesores y bibliotecarios.

Sobre el tema del uso del espacio han aprendido que los estudiantes necesitan espacios amplios para trabajar con comodidad, y un ambiente de semi-privacidad que facilite la concentración. La frase dicha por un estudiante, "solo en una multitud" lo ejemplifica bien.

Otras necesidades más materiales pudieron ser satisfechas cuando dispusieron de los recursos necesarios para hacerlo: aumentaron el número de tomas de corriente dentro de la biblioteca; priorizaron la atención al usuario vía chat, para ser más inmediata que la presencial y con cita, y cambiaron el nombre de Learning Commons y la señalización de este espacio.

Por último, el título informal del informe Assessment 360, ha suscitado mi curiosidad. Es un método utilizado en recursos humanos que busca recoger información desde todos los puntos de vista sobre las formas de trabajo de un empleado para la mejora de su desarrollo personal y profesional.

La analogía con este estudio es perfecta: tener una perspectiva completa de 360 º de los estudiantes era el objetivo que perseguían estos bibliotecarios. Para ellos era, a la vez, ambicioso y necesario.