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Posibles soluciones para la universidad inclusiva: materiales docentes accesibles

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Mireia Ribera
Departamento de Biblioteconomia y Documentación
Universitat de Barcelona


Advisory Commission on Accessible Instructional Materials in Postsecondary Education for Students with Disabilities (2011). Report of the Advisory Commission on Accessible Instructional Materials in Postsecondary Education for Students with Disabilities. December 6, 2011. [Washington DC]: Advisory Commission on Accessible Instructional Materials in Postsecondary Education for Students with Disabilities. 174 p. <http://www2.ed.gov/about/bdscomm/list/aim/meeting/aim-report.pdf>. [Consulta: 16/03/2012].


Este informe, hecho en Estados Unidos, quiere identificar las barreras existentes en el acceso a los materiales docentes por parte de los alumnos de educación superior con discapacidades de lecto-escritura, y poner soluciones. Para hacerlo, una comisión interdisciplinaria trabajó desde septiembre de 2010 hasta octubre de 2011, con una gran apertura y difusión para que todo el mundo pudiera dar su opinión.

Hay que tener en cuenta que el trabajo de esta comisión no parte de cero, sino que Estados Unidos cuenta ya con una fuerte tradición de atención a los estudiantes con discapacidad. Entre algunos de los aspectos más relevantes cabe citar un contexto legislativo que obliga a no discriminar y que ofrece excepciones al copyright en el caso de personas con discapacidades; una infraestructura de servicios de atención al estudiante con discapacidad en todas las universidades, que a menudo asume funciones de adaptación de materiales docentes; distintos servicios/organizaciones que ofrecen la adaptación de materiales o acceso a una versión digital del material a través del editor, un protocolo para calificar a los estudiantes como estudiantes con discapacidad; y una oferta comercial nada despreciable en materiales docentes accesibles.

El objetivo es claro: los materiales docentes deben ser accesibles a los estudiantes con discapacidades al mismo tiempo y al mismo coste que para los otros estudiantes.

Se reconocen, sin embargo, algunos límites a esta visión como es el caso de recursos con un alto coste de producción por razones técnicas (impresión en Braille en relieve y gráficos táctiles) o por razones de contenido (documentos de ciencias, técnicos, de ingeniería o de medicina [STEM], de idiomas o de música), y también se prevén dificultades en materiales con baja incidencia, como libros agotados o materiales muy especializados con poca audiencia. En todos estos materiales se ve necesario un apoyo económico del gobierno, ya que el mercado difícilmente puede asumir su producción.

Retos

La comisión se plantea retos operacionales, institucionales, de producción, y retos en la política o legislación para abordar el problema en todas sus vertientes. En el camino que se hace durante el estudio se constata que tal vez las excepciones en la ley no recogen la realidad de los colectivos con discapacidades de lecto-escritura y que en general hacen falta más datos fiables y ricos para cuantificar la necesidad de materiales docentes accesibles.

Recomendaciones

El resultado del informe, aparte de exponer una imagen muy completa del estado actual de la producción accesible de materiales docentes, se concreta en 18 recomendaciones, que ayudarán a ir más allá en el camino hacia la educación inclusiva.

En las recomendaciones se recoge la necesidad de abordar la accesibilidad de los materiales docentes desde su inicio por razones de eficiencia y calidad. La adaptación a posteriori de los materiales -a menudo la única vía en nuestro país- es costosa en tiempo y dinero ya menudo no crea materiales de suficiente calidad. Esta es una filosofía defendida desde hace mucho tiempo por todos los especialistas en accesibilidad pero que cuesta asumir a nivel institucional ya que implica acciones de promoción, formación y regulación importantes y los efectos no se ven hasta medio/largo plazo.

Por otra parte es innovadora la orientación de economía de mercado de las soluciones propuestas. A lo largo del informe se resalta la importancia de que sean los propios editores y distribuidores los que asuman el compromiso de hacer materiales accesibles. También se hace mención a la necesidad de mejorar los programas de autoría y las plataformas de consulta, y se sugieren ciertas obligaciones para los productores o distribuidores relativas a metadatos, subtítulos y otros.

La intervención del estado se vehicula, en la mayoría de casos, a través de unas buenas políticas de subcontratación que exijan el cumplimiento de unos criterios de accesibilidad. Esto implica una buena formación a quien ha de elegir y comprar material docente.

Esta orientación de mercado se ha adoptado desde hace tiempo en el Reino Unido pero en cambio en España y en Cataluña no está nada asumida. Seguramente habrá que hacer un esfuerzo en nuestro país en redirigir los esfuerzos hechos en accesibilidad hacia la formación sobre cómo hacer buenas subcontrataciones.

Para promover esta orientación de mercado, a lo largo de las recomendaciones, se propone que el gobierno financie la investigación e implementación de innovaciones en este ámbito por parte de las empresas, universidades o los propios autores.

Finalmente, y como corolario del punto anterior, las recomendaciones enfatizan la necesidad de que los diferentes actores de la producción de materiales docentes tengan una especificación clara de los requerimientos que sus obras tendrán que alcanzar. Dada la rápida evolución de las tecnologías se recomienda plantear estas pautas de forma funcional, especificando el "qué" y no el "cómo".

Conclusión

La lectura de este informe es muy recomendable pues nos orienta sobre algunos de los pasos que hay que emprender si realmente queremos una universidad inclusiva. Estar atento a las pautas, innovaciones y cambios legislativos que se deriven también será de gran interés.