Añadir nuevo comentario

Censura y violencia contra libros y librerías

Versión para impresiónVersión para impresión

Josep Cots
Librero sénior de Documenta


Bookshops, censorship and freedom of expression: state of play, common challenges and resources to stand up against censorship (2024). [Brussels]: RISE Bookselling: European and International Booksellers Federation (EIBF). 22 p. (Industry insights). Disponible en: <https://risebookselling.eu/wp-content/uploads/2024/09/Industry-Insights-Bookshops-and-freedom-of-expression.pdf>. [Consulta: 19/11/2024].


Me complace comentar un trabajo de investigación de apenas 20 páginas sobre «Librerías, censura y libertad de expresión: estado de la cuestión, desafíos comunes y recursos para hacer frente a la censura», que ha publicado la EIBF dentro del programa RISE Bookselling de la Unión Europea.

EIBF, la Federación de Libreros Europeos e Internacionales, es una organización paraguas europea no comercial que representa las asociaciones nacionales de libreros y libreras de la Unión Europea y de todo el mundo. 

También dirige un programa de tres años cofinanciado por la UE: el RISE Bookselling (Resiliencia, Innovación y Sostenibilidad para la mejora de la venta de libros) que tiene como objetivo aumentar, reforzar y maximizar la capacidad y la resiliencia de las librerías europeas con habilidades, herramientas y recursos que garanticen y apoyen la transformación continua del sector de la librería.

Entre estas dos entidades se han publicado unos cuantos «RISE industry insights» (Perspectivas industriales), una serie de trabajos de investigación breves que investigan diversos temas profesionales para el sector de la librería, y este es el último que ha aparecido.1 El tema que se plantea en él es diferente, muy importante, y una síntesis del sumario es bastante aclaratoria: 

  • Introducción y metodología 
  • Casos de censura de libros en Francia, Hungría, los Estados Unidos, Irlanda y Australia
  • La experiencia vivida por los libreros: libreros italianos que se niegan a vender libros racistas y homófobos; testimonios de libreros independientes canadienses; perspectivas de un librero norteamericano; librerías que han sufrido vandalismo o comportamiento agresivo
  • Recursos disponibles para los libreros por enfrentarse a la censura y protegerse de los agresores
  • Conclusión y agradecimientos 

Generalmente, miro estas publicaciones oficiales con una cierta prevención porque acostumbran a ser muy frías y distantes, redactadas con un lenguaje pobre y burocrático. Esta vegada, pero, he quedado atrapado por la fuerza y entusiasmo que transmite su introducción, de la que os adjunto un corto fragmento: 

Las librerías son espacios abiertos donde las personas pueden reunirse, explorar nuevas ideas y encontrar libros que desafíen sus puntos de vista, libros que les enseñen sobre el mundo y sobre los otros. Muchos libreros son feroces defensores de la libertad de expresión y entusiastas partidarios de los movimientos por la justicia social, lo que se demuestra a través de los libros que venden y la plataforma que ofrecen a los autores y otras veces subrepresentadas.

Por estas razones, la comunidad internacional del libro ha observado con angustia cómo, durante la última década, la creciente polarización política, ideológica y religiosa ha llevado a la imposición de diferentes tipos de censura de libros en todo el mundo. También hemos visto un aumento en los casos de vandalismo, ataques, comportamientos agresivos y antisociales dirigidos a librerías y libreros, así como a bibliotecas y otros lugares que permiten el acceso a los libros.

Estoy convencido que cualquier librero firmaría –por corto que sea– un documento que empieza así, aunque solo se aluda en él a los conflictos aparecidos en el mundo occidental. Del resto del mundo, seguramente podríamos llenar diversos libros, pero me ha parecido muy grave que en democracias teóricamente consolidadas todavía se recurra cuando convenga a trampas o vacíos legales para censurar libros por motivos ideológicos o morales. 

El documento denuncia la promulgación de nuevas leyes restrictivas en Hungría y, sobre todo, a bastantes estados de los EEUU: véase el mapa clicable publicado por la ABA (Asociación de Libreros Americanos) sobre los recursos presentados para pararlas. Pero también subraya el recurso de un ministro francés a una ley de hace más de setenta años para limitar o impedir la circulación de un libro juvenil sobre LGTBI+ y cómo el Gobierno italiano actual mira hacia otra parte cuando aparecen brotes de violencia contra algunas librerías. 

Este es el otro gran tema del opúsculo: el retorno de la violencia para imponer opiniones subjetivas, generalmente de extrema derecha. Este hecho me altera porque Documenta (entre otras librerías y empresas culturales) también fue víctima, en agosto de 1975 con Franco vivo, de un atentado fascista. Alrededor de las siete de la mañana, pintaron con espray unas cruces gamadas en los aparadores, tiraron un cóctel Molotov y echaron a correr. Por suerte, los chicos que trabajaban en un pequeño bar que había delante se percataron y consiguieron apagar el fuego echando un par de cubos de agua. Siempre les estaré agradecido. Después recibimos el apoyo de mucha gente e instituciones, pero la dura impresión que nos causó aquella violencia extrema a mi socio, Ramon Planes, a los trabajadores y a mí, no la olvidaremos jamás.

Aquellos años hubo unos cuantos atentados, algunas librerías no tuvieron tanta suerte, y se convirtieron en un montón de cenizas. En Barcelona, por ejemplo y cito de memoria, la librería Cinc d’Oros en la Diagonal, los almacenes y oficinas de Distribuciones de Enlace en la calle Bailèn y la librería el Borinot Ros en Sant Andreu. La Editorial Tecnos publicó hace poco un libro sobre la violencia contra las librerías (a menudo con fuego) que se ha comentado en el Blog de l’Escola de Llibreria.2 Pero pasa muy rápido por la violencia contra las librerías durante el franquismo porque sus autores se basan en artículos publicados principalmente en el diario El País y se centra en atentados que sucedieron entre 1976 y 2018, a partir de la transición democrática.

El trabajo de investigación que nos ocupa explica bastante bien los hechos y las reacciones de los libreros ante agresiones físicas, pintadas ofensivas, libros echados a perder, llamadas insidiosas o amenazas orales. En el blog mencionado anteriormente ya comenté el libro de un librero americano, donde también habla de actos vandálicos de este tipo; pero no creo que, de momento, haya aparecido el fuego destructivo como protagonista. Esperemos que las cosas no lleguen a este punto. 

Cuando empezada a preparar esta reseña, el domingo 24 de noviembre de 2024, apareció en La Vanguardia un artículo de Carme Riera (reproducido en el Bloc d’en Francesc Puigcarbó) titulado «Censura de llibres» y en él no explica qué la inspiró: quizás leyó el opúsculo que estamos describiendo o tuvo una intuición. El caso es que me preocupó su enfoque porque, de hecho, habla solo de la censura definitiva que el fuego significa para los libros: las hogueras de los nazis donde quemaban los impuros, nocivos o perniciosos. Lo que este artículo me ha descubierto es que en Madrid los estudiantes de la Complutense hicieron una en abril de 1939, después de la victoria definitiva de los franquistas; pero según el artículo, en Barcelona se quemaron unas setenta y dos toneladas antes, el 27 de marzo del mismo año. Y me entristece este récord vergonzoso.

Para no alargarme, finalizo la reseña reproduciendo una selección de la conclusión magnífica del trabajo: 

Es una creencia básica del EIBF y la red RISE que las librerías son las piedras angulares de las democracias sanas. Dado que son espacios abiertos y acogedores que dan acceso a los libros y que permiten que la gente se encuentre, pueda debatir y descubra nuevas ideas, las librerías son cruciales para fomentar la tolerancia de los otros que es necesaria para que las democracias funcionen. [...] Las librerías son esenciales para la sociedad como vectores de libertad de expresión. Por este motivo, protegerla es una prioridad máxima para el sector del libro ahora y los próximos años.3

Que así sea. 
 

Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria. 

© Imagen inicial de Harut Movsisyan en Pixabay


1 Otros trabajos publicados en esta colección ya se han reseñado en el Blog de l’Escola de Llibreria. Los encontraréis siguiendo este enlace. (N. de la R.)
2 Véase la reseña de este libro en este enlace. (N. de la R.)
3 Podéis leer en inglés el informe completo en: https://risebookselling.eu/wp-content/uploads/2024/09/Industry-Insights-... o podéis pedirme una traducción rápida y hecha de cualquier manera a josepcots@documenta-bcn.com