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Universidad y recursos en streaming: una encuesta en las bibliotecas norteamericanas

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Sara Zerini
Área de Biblioteca y Recursos de Aprendizaje
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)


Cooper, Danielle M.; Ruediger, Dylan; Skinner, Makala (2022). Streaming media licensing and purchasing practices at academic libraries: survey results. [New York]: Ithaka S+R. 26 p. Disponible en: <https://doi.org/10.18665/sr.316793>. [Consulta: 25/06/2023]. 


El informe Prácticas de licencia y adquisición de contenidos en streaming en las bibliotecas universitarias (Streaming media licensing and purchasing practices at academic libraries), publicado por la organización Ithaka S+R nos da una amplia y detallada perspectiva sobre la adquisición de este tipo de recursos en el mundo académico norteamericano.

El informe se enfoca en los procesos y estrategias de adquisición de las bibliotecas académicas norteamericanas de los streaming media, los contenidos multimedia en línea. Durante el 2021, la organización llevó a cabo una encuesta realizada en colaboración con 24 bibliotecas académicas y centrada en los proveedores de contenidos en streaming con quienes las bibliotecas trabajan mayoritariamente, en los modelos de adquisición y acuerdos de licencia, y en los presupuestos que las bibliotecas dedican a estos contenidos.
En concreto, el informe analiza las respuestas de 297 instituciones norteamericanas (tasa de respuesta del 20 %) y 12 instituciones canadienses (tasa de respuesta del 50 %).

Visión de las licencias de contenido en streaming

La gran mayoría de las bibliotecas (el 88 %) trabaja a partir de la adquisición de plataformas de streaming, y pocas lo hacen con distribuidores independientes (7 %), o con recursos en acceso abierto (3 %). Prácticamente, la totalidad de las bibliotecas utiliza múltiples sistemas de adquisición de forma simultánea y la encuesta se plantea en clave de respuesta múltiple en este apartado: la gran mayoría compra los contenidos en streaming a corto plazo (el 94 % utilizan esta opción) o a licencia perpetua, si esta está disponible (70 %). Los sistemas más usados son la subscripción (90 %) y el pedido directo (82 %).

Los proveedores que dominan el mercado son Kanopy con el 83 % de las bibliotecas entrevistadas que tienen suscripción y Alexander Street con el 80 %, después Infobase, Swank's Digital Campus y Naxos, presente en más del 50 % de las bibliotecas. La mayoría de las bibliotecas tienen suscripciones activas con más de un proveedor a la vez. En gran parte de las bibliotecas, los encargados de tomar decisiones sobre los materiales adquiridos son los profesionales responsables de la colección, los bibliotecarios referentes o liaisons.

El factor más importante que influye en las decisiones sobre la adquisición de los recursos en streaming es el impacto en la docencia, seguido por el coste anual y la calidad de los contenidos. Entre los factores menos determinantes, en cambio, hay la posibilidad de escoger entre diferentes modalidades de pago, y la relación con el proveedor.

Se destaca que la pandemia de la COVID-19 afectó a la demanda de contenidos en streaming, pero la evidencia sugiere que la pandemia fue un acelerador de una tendencia que ya se estaba produciendo y no propiamente la causa. No obstante, las estrategias de licencia de streaming media no han evolucionado al mismo ritmo del aumento de la demanda desde la pandemia; solo el 23 % de las bibliotecas informan de cambios en su estrategia de adquisición, aunque el 42 % reconoce el aumento de la demanda: esto puede explicarse porque algunas bibliotecas ya tenían estrategias efectivas antes de la COVID-19.

Entre las bibliotecas que cambiaron su estrategia de adquisición durante la pandemia, destacan aquellas con una gran población de estudiantes en el campus, a causa del cambio repentino a la docencia en línea. Algunas de las bibliotecas tuvieron que cambiar los modelos de adquisición de no mediatos a mediatos, porque los modelos no mediatos se volvieron insostenibles en medio del nuevo aumento de la demanda. Ahora, después de la pandemia, se espera que la demanda de streaming continúe.

Respecto al presupuesto, la encuesta informa que durante el curso 2021-22, dos tercios de las bibliotecas gastaron entre el 1 y el 6 % de su presupuesto en streaming de medios. Y más de una cuarta parte prevé aumentar por encima del 10 % este gasto en los próximos cinco años. Las escuelas de bachillerato y máster también gastan un 5 % de sus presupuestos anuales de materiales docentes en streaming, con una previsión similar de crecimiento en los próximos años. Las universidades de doctorado dedican un 2 % de su presupuesto y esperan llegar a un 5 % en cinco años. Estos aumentos del presupuesto para medios de streaming, no obstante, son inciertos, dado que durante los últimos años el 56 % de los entrevistados vio un aumento del presupuesto concretado en los recursos en streaming, pero, al mismo tiempo, el 49 % de las bibliotecas experimentó una disminución del presupuesto general por adquisición de materiales (de cualquier tipología). Es interesante destacar, que solo el 35 % de los centros prevé un aumento del presupuesto mientras otro 35 % prevé justamente una disminución.

En línea general, no sorprende que pocas bibliotecas estén interesadas en adquirir nuevas tipologías de contenidos en streaming, probablemente a raíz de esta incertidumbre sobre el presupuesto durante los próximos años: solo un 3-5 % está interesado en la adquisición de podcasts, recursos de realidad aumentada/virtual o videojuegos para los usuarios.

El 86 % de las bibliotecas continúa comprando el material audiovisual en soportes físicos, sobre todo a causa de la rentabilidad y la disponibilidad aun bastante limitada de contenidos en las plataformas de streaming, y deben gestionar los medios físicos juntamente con el streaming para satisfacer la demanda creciente. El 46 % de las bibliotecas digitaliza VHS/DVD a pequeña escala, utilizando mayoritariamente sistemas internos para la digitalización. Después de la digitalización, los medios se alojan en sus servidores internos o LMS (Kaltura (29 %), Alexander Street (25 %) y Kanopy (20 %) están entre las plataformas de alojamiento más habituales de las disponibles en el mercado).

El punto de vista canadiense

Entre los objetivos de este estudio de Ithaka S+R se encontraba el reto de examinar las diferencias nacionales en las prácticas de adquisición de contenidos en streaming entre bibliotecas, especialmente centrándose en las instituciones canadienses a través del consorcio CARL (Canadian Association of Research Libraries). Participaron doce bibliotecas de este consorcio. Los resultados pusieron de manifiesto que las bibliotecas canadienses enfocaban la toma de decisiones para la compra de licencias de streaming sobre todo en el impacto en la docencia y no tanto en factores como el coste o los sistemas integrados.

En el curso 2021-2022, la mayoría de bibliotecas CARL destinaron el 2 % o menos de su presupuesto de materiales a medios de streaming, pero, de la misma manera que las americanas, se espera que se duplique en cinco años.

Los bibliotecarios de la CARL concuerdan, por unanimidad, que la demanda de streaming media aumentó desde marzo de 2020, mientras que solo el 42 % de los estadounidenses había respondido afirmativamente. Las razones de esta disparidad incluyen, posiblemente, factores como cambios en las disposiciones de derechos de autor (hasta hace muy poco tiempo los docentes no podían utilizar contenidos de vídeo en las clases sin licencias específicas), opciones de streaming limitadas antes de la pandemia y políticas más estrictas por la COVID-19 en Canadá.

Conclusiones

La investigación de Ithaka S+R, concluye poniendo de manifiesto la importancia creciente de los recursos en streaming en las prioridades de enseñanza y aprendizaje en las bibliotecas, especialmente a partir de la pandemia. Las bibliotecas están invirtiendo más en contenido en streaming para satisfacer las necesidades de los estudiantes y mejorar la docencia en sus instituciones. Dado que los costes de estos recursos consumen una parte importante de los presupuestos de las bibliotecas, resulta crucial poner en valor estos recursos llevando a cabo una comunicación efectiva: las bibliotecas deberán demostrar el valor pedagógico de los recursos, hacer un seguimiento del uso, adaptándose a las necesidades en constante evolución y fomentando la relación con los docentes.

Los vendedores deberán alinear su oferta con las necesidades de enseñanza y aprendizaje, poniendo de manifiesto y sabiendo explotar mejor el valor pedagógico de los recursos en streaming y las substanciales diferencias con los formatos más estáticos y los recursos tradicionales.

Finalmente, el estudio sugiere que las bibliotecas y los proveedores todavía deben explorar completamente la integración de los contenidos en streaming en la educación superior.

A medida que estos contenidos van creciendo, el reto más importante de las bibliotecas universitarias será, pues, evaluar su papel y su efectividad como materiales pedagógicos esenciales.

Si bien, en términos generales, los resultados demuestran una evolución bastante previsible de este tipo de contenidos, sí que los datos del estudio pueden ser útiles para el planteamiento de las futuras políticas de adquisición y pueden ser especialmente relevantes para proveedores de este tipo de recursos.

La globalización de los recursos académicos nos hace pensar que la evolución, aquí, de este tipo de contenidos puede tener un crecimiento similar. No obstante, sería interesante llevar a cabo un estudio similar más enfocado al mundo hispanohablante o, a más pequeña escala, a las universidades de nuestro país.

© Imagen inicial de Michal Jarmoluk en Pixabay