Lluís Anglada
Director del Àrea de Ciència Oberta
Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC)
Else, Holly (2018). «Europe’s open-access drive escalates as university stand-offs spread: Sweden is latest country to hold out on journal subscriptions, while negotiators share tactics to broker new deals with publishers». Nature, no. 557, 17 May, p. 479-480. Disponible en: <https://www.nature.com/articles/d41586-018-05191-0>. [Consulta: 03/06/2018].
Morais, Rita; Bauer, Julian; Borrell-Damián, Lidia (2018). EUA big deals survey report: the first mapping of major scientific publishing contracts in Europe. Brussels: European University Association (EUA). 27 p. Disponible en: <http://www.eua.be/Libraries/publications-homepage-list/eua-big-deals-sur.... [Consulta: 03/06/2018].
Pathways to open access (2018). University of California Libraries. 40 p. Disponible en: <https://libraries.universityofcalifornia.edu/groups/files/about/docs/UC-.... [Consulta: 03/06/2018].
Roadmap open access 2018–2020 (2018). Association of Universities in the Netherlands (VSNU). 19 p. Disponible en: <http://www.vsnu.nl/files/documenten/Domeinen/Onderzoek/Open%20access/VSN... >. [Consulta: 03/06/2018].
Un elemento nuevo de la situación del acceso abierto (AO) son los conflictos abiertos que mantienen algunos países con algunas editoriales. El Nature del 17 de mayo de este año reporta cuatro. El de las universidades alemanas con Elsevier, que es el más antiguo, y los surgidos en 2018: las universidades holandesas con la Royal Society of Chemistry Publishing, el del consorcio francés Couperin con Springer y, el último, el del consorcio sueco Bibsam con Elsevier. Estos conflictos son un elemento diferenciador respecto del pasado y podrían ayudar a dar un viraje definitivo al sistema de diseminación de los artículos científicos.
Las principales agencias de financiación de la investigación están adoptando políticas pro AO que obligan a los receptores de las ayudas económicas a publicar de forma inmediata en abierto los resultados de la investigación. Para facilitarlo, las agencias financiadoras permiten a los investigadores usar el dinero de las ayudas para sufragar los costes de pagar por publicar en abierto (APC) en revistas. Se empiezan a tener datos de los efectos de la tendencia de favorecer las revistas híbridas, iniciado con el Informe Finch (tal y como puede verse para el caso del Reino Unido en un informe reseñado recientemente aquí) y estos se resumen fácilmente: hemos creado un nuevo gasto que se suma al ya existente de las suscripciones.