Barcelona tiene un plan

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Antònia Capdevila Palau
Directora de la Biblioteca Pública de Lleida


Consorci de Biblioteques de Barcelona (2023). Plan director de Bibliotecas de Barcelona 2030. [Barcelona]: Ajuntament de Barcelona. 86 p. También en catalán e inglés. Disponible en:  <https://bcnroc.ajuntament.barcelona.cat/jspui/bitstream/11703/132229/1/Bibliotecas%20de%20Barcelona%20-%20Plan%20Director%202030.pdf>. [Consulta: 20/02/2024].


En febrero de 2023 se presentó en la Biblioteca Jaume Fuster de Barcelona el Plan director de Bibliotecas de Barcelona 2030 como nueva hoja de ruta de la red de Biblioteques de Barcelona. Este Plan forma parte de la Medida de Gobierno #9 del Plan de derechos culturales de Barcelona y tiene como referentes la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, la Agenda 21 de la Cultura i el Manifiesto de la biblioteca pública de la IFLA-Unesco (2022), entre otros. Así mismo, Biblioteques de Barcelona, como miembro de la Xarxa de Biblioteques Municipals de la demarcación de Barcelona, comparte el Model de biblioteca XBM elaborado por la Diputació de Barcelona en 2021.

Este Plan da continuidad al primer plan de bibliotecas de Barcelona del año 1998: Pla de biblioteques de Barcelona, 1998-2010: les biblioteques del segle XXI, de la informació al coneixement y al documento de reflexión sobre el impacto del despliegue del anterior plan Bibliotecas de Barcelona: 10 años +: nuevos retos, nuevas oportunidades, elaborado en 2011.

El Plan se presenta como una herramienta a medio y largo plazo para impulsar y consolidar las Biblioteques de Barcelona como principal servicio cultural de proximidad de la ciudad. Al mismo tiempo, establece las prioridades para garantizar el derecho a la lectura, el acceso a la información y al conocimiento, el fomento de las prácticas creativas y de formación continua a lo largo de la vida, la participación comunitaria y la cohesión social, y el trabajo coordinado y cooperativo con el resto de agentes de la ciudad. 

El Plan incorpora y hace suyos los vínculos entre la acción cultural y ámbitos estratégicos como la educación, la sostenibilidad, la ciencia, el feminismo, la interculturalidad, la innovación y la tecnología, entre otros. 

El documento

El documento se estructura en 10 apartados que, a su vez, son las partes del Plan. En los cuatro primeros apartados, el Plan nos describe de forma detallada su alcance y objetivos, los participantes del proceso de reflexión, los antecedentes y la metodología utilizada en su elaboración. 

Por lo que a la metodología descrita en el documento se refiere, destacaría el acierto en el establecimiento de los participantes en el proceso de reflexión, dado que se ha abordado desde tres vertientes complementarias que seguramente han permitido aportar una visión amplia: el personal de las bibliotecas, profesionales y personas expertas de diferentes ámbitos y usuarios de las bibliotecas. Hay que remarcar también la introducción de especialistas de fuera del ámbito bibliotecario, como ponentes de los debates abiertos y grupos de trabajo que han permitido una mirada más allá del ámbito de las bibliotecas.

Así mismo, las diversas herramientas de participación escogidas hacen pensar que han sido útiles para recoger las aportaciones de los participantes expresadas en las entrevistas personales, encuestas internas, espacios de participación, consultas a grupos de usuarios, debates abiertos y grupos de trabajo en línea.

En los apartados 5 y 6 encontramos el redactado de la misión y los objetivos del Plan. El apartado 7, donde se definen las 4 líneas de acción, es el más extenso dado que se recoge el marco teórico y justificativo de cada línea de acción y las más de 50 actuaciones diseñadas para desarrollarlas y cumplir así los objetivos del Plan.

De hecho, las cuatro líneas de acción del Plan se corresponden a los cuatro ámbitos de debate utilizados en el proceso de reflexión previa y que han sido la base de los programas:

  1. Derecho de acceso a la información y a la generación de conocimiento.
     
  2. Derecho a la lectura, a la escritura y a la expresión oral.
     
  3. Derecho a la educación, a la formación continua y a la alfabetización cultural. Derecho a la participación artística.
     
  4. Derecho de equidad en el acceso a la cultura y el conocimiento y en la participación cultural.

A continuación, en el apartado 8, se incluye una actualización del mapa de bibliotecas de Barcelona con las actuaciones previstas en los equipos existentes y el despliegue futuro de cinco nuevas bibliotecas necesarias para completarlo, teniendo en cuenta los criterios del Mapa de la lectura pública de Catalunya.

El apartado 9 corresponde al presupuesto. Con un importe previsto de 2.280.000 €, detalla la distribución presupuestaria extraordinaria necesaria para desarrollar las diferentes líneas de acción. Se divide en dos ámbitos: el ámbito de funcionamiento, que incluye las partidas previstas para llevar a cabo la transformación digital, el programa de acción lectora, el programa biblioteca y escuelas, los servicios de extensión bibliotecaria y los programas de cooperación y participación ciudadana; y el ámbito de inversión y gran mantenimiento de los diferentes equipamientos incluidos en el apartado 8.

Finalmente, el apartado 10 contiene una relación preliminar de indicadores que deberán servir para configurar los futuros instrumentos de control. Tal y como se dice en el documento, más adelante será necesario definir el sistema global de indicadores necesarios para completar el seguimiento y la evaluación del Plan.

Observaciones

El Plan describe un modelo de edificio flexible y abierto que debe permitir acoger y desarrollar, a partir del diseño de los espacios, las diversas necesidades y usos demandados por los usuarios. Se entiende que para conseguirlo, habrá que repensar, remodelar y actualizar tanto los espacios como el mobiliario y las instalaciones de la red actual. Hay que tener en cuenta que sin estas reformas, en algunos equipamiento difícilmente se podrán asumir los nuevos servicios y usos previstos en el Plan.

Sobre el cumplimiento del mapa de bibliotecas de la ciudad, se recoge también la creación de la futura Biblioteca Pública del Estado en Barcelona que actuará como Biblioteca Central de Barcelona y que se propone que sea un referente del nuevo modelo de servicio en la ciudad y un gran espacio cultural en torno al libro, la expresión escrita, oral y transmedia. Esta biblioteca tiene transferida la gestión a la Generalitat de Catalunya y el Plan propone que la Generalitat se integre en el Consorci de Biblioteques de Barcelona para una gestión concertada, pero es una cuestión que queda abierta.

Sobre la colección, el Plan propone la nueva política de colección de Biblioteques de Barcelona. Esta incluye criterios de actualidad, diversidad y accesibilidad y, por otra parte, define que la colección de cada biblioteca tenga una singularidad y especialización que le permita ser útil y representativa de su ámbito territorial y social. En mi opinión, muy acertada la política de compra justa, con librerías y editoriales independientes y de proximidad.

El Plan contempla también la incorporación de nuevos perfiles profesionales y un plan de formación para el personal actual dirigido a darles las herramientas y recursos necesarios para desarrollar las tareas y roles que requerirá este nuevo modelo de biblioteca. Se plantea que el personal será un agente activo que deberá liderar la prescripción lectora, el aprendizaje a lo largo de la vida, la alfabetización digital, la generación de contenidos digitales, los vínculos con los agentes ciudadanos y el apoyo en la realización de trámites, entre otras funciones. Por tanto, será necesario que el Plan garantice una plantilla bien dimensionada, bien formada y estable para que pueda responder y atender las necesidades derivadas de este nuevo modelo.

En definitiva, el Plan director de Bibliotecas de Barcelona 2030 quiere garantizar una red de bibliotecas de la ciudad que permita dar servicio a todos los ciudadanos de Barcelona, poniendo a su disposición unos espacios seguros, acogedores, no excluyentes, que se adapten a las necesidades de sus usuarios y a la vez que garanticen un acceso igualitario a la información, el conocimiento y el aprendizaje a lo largo de la vida. ¡Ojalá que todas las ciudades de Cataluña puedan tener un Plan director de Bibliotecas como herramienta de apoyo y hoja de ruta de su política bibliotecaria!

 

Nota. Esta reseña se publica juntamente con el Blog de l’Escola de Llibreria. 

© Imagen inicial de WOKANDAPIX en Pixabay