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Beagrie, Neil (2013). Preservation, trust and continuig access for e-Journals. Herlington (York): Digital Preservation Coalition. Disponible en: http://dx.doi.org/10.7207/twr13-04 [Consulta: 06/05/2014]
La Digital Preservation Coalition es la institución europea más influyente en materia de preservación digital. Y no sólo porque sea una excepción en un entorno desértico -que también-, sino porque su acción (publicaciones, cursos, servicios) constituye un referente mundial. Formada esencialmente por instituciones británicas e irlandesas, cuenta con aliados de lujo como NESTOR (Alemania), NCDD (Países Bajos) y la Digital Stewardship Alliance (EEUU).
Como envidiable y productiva organización sin ánimo de lucro, se dedica a canalizar esfuerzos en preservación digital, ayudando a sus miembros a abordar el reto a largo plazo. Una de las herramientas más recomendables son los DPC Techonology Watch Reports (http://www.dpconline.org/advice/technology-watch-reports), unos imperdibles informes periódicos que tratan monográficamente asuntos relacionados con su ámbito de actuación, algunos de los cuales se publican en abierto después de un tiempo prudencial de secuestro. Entre los sugerentes títulos, la famosa guía introductoria a OAIS (Lavoie, 2004); una consensuada recomendación sobre formatos de preservación (Todd, 2009); un magnífico informe sobre la preservación de correos electrónicos (Prom, 2011); un compendio de las técnicas forenses digitales (Leighton-John, 2012), o el que hoy reseñamos, dedicado al acceso a las publicaciones digitales en serie, obra de Neil Beagrie, editor de la colección de Reports desde 2011, y una eminencia en preservación digital.
El objetivo del informe es analizar la evolución y la panorámica con las que se encuentran actualmente las bibliotecas, los editores y el resto de implicados en la edición científica digital, e incluye recomendaciones genéricas para garantizar un tratamiento fiable de los procesos de preservación digital, alrededor de los temas técnicos, legales, económicos y de servicios. El report se estructura en 11 apartados a lo largo de 49 páginas, que en traducción libre vienen a abordar un apartado introductorio; Temas clave; Estándares y buenas prácticas; servicios; Estudio de casos; fiabilidad; Proyección de futuro; conclusiones; Acciones recomendadas; Glosario; y Bibliografía.
El resumen ejecutivo ya nos avisa de que no se trata de un informe etéreo, resaltando la necesidad de abordar la problemática desde un doble punto de vista: el acceso permanente (continuing access) a las suscripciones perpetuas que tengamos contratadas -es decir, la preservación que supuestamente nos proporcionará permanentemente un proveedor de revistas- y el acceso a largo plazo (long-term preservation) los contenidos, sean de suscripción o de acceso abierto -la preservación que debemos procurar desde nuestra institución a todos los materiales que forman nuestra colección-, considerando los repositorios institucionales como un elemento más -no el único, claro- de los programas de preservación digital.
Dos cuestiones, una terrenal y otra conceptual, son de especial atención en la reflexión sobre las tendencias que afectan a la preservación de los e-Journals en el futuro. En primer lugar, la transformación de las revistas digitales, que ven reemplazados sus viejos PDF estáticos por recursos dinámicos e interdependientes a preservar en formato XML, empaquetando objetos y metadatos o, en menor medida y con cautela generalizada en el entorno bibliotecario, el PDF/A, entre otros estándares. En segundo lugar, la tendencia al alza de la publicación en acceso abierto, y la necesidad de establecer herramientas legales y acciones cooperativas para la identificación permanente y la preservación de los artículos en abierto.
A partir de esta síntesis, el informe aborda de manera rigurosa las iniciativas existentes, basadas en mayor o menor medida en la duplicación de registros y objetos (CLOCKSS, LOCKSS, Portico, hosting consorciado, etc.) Y expone de forma pedagógica seis escenarios o casos que pueden ser protagonizados por nuestras instituciones: una biblioteca cancela la suscripción a una revista oa un proveedor, el editor cesa su actividad, etc.
A continuación, la fiabilidad de los repositorios ocupa, lógicamente, una parte significativa del trabajo. Hay consenso en considerar The Trusted Digital Repository Checklist (ISO 16363) un estándar que sirve para formalizar esta garantía. Pero se mencionan otras fórmulas que son complementarias (DSA -Data Seal of Approval-; DIN 34644).
Finalmente, clasificadas según el destinatario (bibliotecas y consorcios, editores, repositorios) las recomendaciones finales son, tal vez, excesivamente sintéticas, aunque la mayoría son realistas y requieren más políticas y acciones concretas que recursos económicos a corto y largo plazo.
Los Technology Watch Reports de la DPC son una magnífica vía para estar al día en una materia que los centros españoles (y del resto de Europa) se pasa de puntillas (la muestra más significativa: la Ley del Depósito Legal de julio de 2011 (http://www.boe.es/boe/dias/2011/07/30/pdfs/BOE-A-2011-13114.pdf) sigue pendiente de reglamentación tres años más tarde de su publicación, a pesar de su cómica disposición final tercera: "en el plazo máximo de un año el Gobierno, a Propuesta del titular del Ministerio de Cultura, regulará mediante Real Decreto (...) el procedimiento de constitución del depósito de las publicaciones electrónicas"). Sinceramente, si alguien me preguntase qué política de preservación digital se debería seguir en nuestro país, mi respuesta sería dedicar dinero a traducir, difundir y formar en base a estos informes. El resto, vendría solo.