Lluís Anglada
Director del Àrea de Ciència Oberta
Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC)
2021 Environmental Scan (2021). ACRL Research Planning and Review Committee. (Chicago, IL): Association of College & Research Libraries. [52 p.]. Disponible en: <https://www.ala.org/acrl/sites/ala.org.acrl/files/content/publications/whitepapers/EnvironmentalScan2021.pdf>. [Consulta: 20/06/2022].
«Top trends in academic libraries: a review of the trends and issues» (2022). College & research libraries news, vol. 83, no. 6 (June), p. 243-256. Disponible en: <https://doi.org/10.5860/crln.83.6.243>. [Consulta: 20/06/2022].
Hi ha traducció castellana al blog Universo abierto, «ACRL Principales tendencias en las bibliotecas universitarias 2022». Disponible a: <https://universoabierto.org/2022/06/06/acrl-principales-tendencias-en-las-bibliotecas-universitarias-2022/>. [Consulta: 20/06/2022].
Confieso sin demasiada vergüenza la envidia que he tenido de los bibliotecarios norteamericanos que, ante cualquier compromiso para hablar de algún tema profesional, siempre pueden echar mano de uno de los muchos informes que habrá hecho algún comité. Los conocimientos profesionales en Europa están lógicamente más fragmentados y ni llegamos a tanto ni con tanta profundidad.
Este es el caso del informe y el artículo que reseñamos, un «análisis del entorno» en forma de informe adaptado a artículo de «tendencias dominantes», que cada dos años hace un comité de la ACRL. El Research Planning and Review Committee es «responsable de crear y actualizar un análisis ambiental bienal para la asociación que incluya las tendencias en las bibliotecas académicas, la educación superior y el entorno más amplio, por ejemplo, económico, demográfico o político», para su presentación en la conferencia de la ACRL. El Comité identifica las «10 tendencias principales de la ACRL» para su publicación en forma de artículo cada dos años, es decir, los años en los que no se celebra el congreso de la ACRL. En este Blok, Llarina González Solar reseñó el análisis del entorno del año 2015 y yo mismo el del año 2019.
Los análisis del entorno y los artículos de las tendencias destacadas se alternan, un año sí un año no, y son, en los dos casos, análisis de la bibliografía reciente a partir de los que se destacan las preocupaciones profesionales del momento. Para hacernos una idea de lo que estamos reseñando, el análisis del entorno son 36 páginas de texto (que incluyen 152 notas con referencias bibliográficas) y 12 páginas de bibliografía, y el artículo de tendencias tiene un total de 13 páginas de las que 5 son de texto y el resto (97 referencias) de notas. La organización de los temas no es idéntica aunque tiene –evidentemente– mucho en común y las referencias no se repiten excepto en los casos de las publicaciones que se consideran más relevantes.
Los análisis de entorno tienen un enfoque muy amplio dado que intentan mirar lo que rodea a las bibliotecas universitarias o académicas, más que su interior. De esta visión general intentan anticipar efectos sobre las bibliotecas y para cada gran apartado del informe se pone en relación lo que pasa fuera de las bibliotecas con las implicaciones concretas para las mismas.
Los grandes apartados, con sus subapartados, son:
- Retos derivados de la COVID-19: impactos en la educación superior, impactos en los estudiantes.
- Diversidad, equidad e inclusión: el movimiento de Black lives matter, equidad en la evaluación, biblioteconomía crítica, los estudiantes como partners.
- Expansión de alfabetizaciones: digital, en ciencias, en privacidad en datos y ética.
- Colecciones y servicios de acceso: respuestas a los retos de acceso debidos a la COVID-19, recursos educacionales en abierto, préstamo digital controlado, negociaciones de licencias, cancelaciones de suscripciones consorciadas y acuerdos transformativos.
- Servicios de investigación y apoyo: apoyo a la investigación en la educación superior, ciencia abierta y servicios de datos de investigación, crecimiento de los preprints.
- Tecnologías emergentes: evolución de los sistemas de gestión de bibliotecas, tecnologías inmersivas.
El artículo de tendencias enfatiza lo que ya apuntaba el del entorno, que los últimos dos años, han sido «una época de enormes trastornos y cambios, que incluyen una pandemia global, reflexiones difíciles sobre la justicia racial y la guerra entre estados» e intenta ofrecer un retrato de los cambios que implicarán en el cómo las bibliotecas «prestan servicios, apoyan el éxito de los estudiantes, gestionan el personal y los espacios físicos, adoptan nuevas tecnologías y gestionan datos».
Los diez temas del top trends son: tendencias relacionadas con la COVID-19, retos en personal, uso del espacio, colecciones colaborativas e incremento de compartición de almacenaje de impresos, todo en abierto, inteligencia artificial, datos y biblioteconomía crítica. Puede encontrarse una traducción castellana en el Blog de la Biblioteca de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca, Universo abierto que hace el incansable Julio Alonso Arévalo.
En esta reseña no intentaré resumir lo que ya es un gran resumen de tendencias. Lo que sí hago es recomendar a los profesionales más inquietos que vayan a los dos-tres apartados más relacionados con su trabajo de los textos reseñados y que lean no solo lo que se dice, sino que vayan a mirar los artículos o informes sobre los que se sustentan. Obtendrán confirmaciones o refutaciones de sus opiniones o –en el mejor de los casos– descubrirán puntos de vista nuevos. Vale la pena.
Dos comentarios finales. El primero es la sorprendente amplia visión de los textos reseñados, que es posible por diferentes motivos, uno de los cuales, y nada menor, la amplitud de la ACRL, una sección de la ALA con más de 9.000 miembros individuales y bibliotecas. A mí, no obstante, continúa sorprendiéndome (muy positivamente) la amplitud y profundidad de miras de la profesión en los Estados Unidos. Y lo digo por su capacidad integradora (una misma asociación que se ocupa de las bibliotecas escolares y de las especializadas), el alcance de los temas que consideran profesionales (la inteligencia artificial y el efecto de la COVID-19 sobre la vida de los estudiantes) y la solidez de los valores que defienden (muy concretamente la libertad de expresión y la equidad social).
Como comentario final, acabo tal y como iniciaba mi reseña del escaneo del entorno del 2019. Si el mundo no cambiara, la mejor estrategia seguramente sería quedarse quieto, pero, como el mundo no para de cambiar y el cambio no deja de acelerarse, lo más recomendable es moverse. Y para saber hacia dónde moverse, mejor haber realizado antes un escaneo ambiental. Ver hacia dónde sopla el viento o detectar tendencias, tanto para saber hacia dónde dirigir el timón como para dosificar esfuerzos.