La primera caja de herramientas sobre ciencia ciudadana para bibliotecas

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Núria Ferran-Ferrer
Facultat d’Informació i Mitjans Audiovisuals
Universitat de Barcelona (UB)


Hansen, Jitka Stilund (ed.) (2021). Citizen science skilling for library staff, researchers, and the public. [The Hague]: LIBER Citizen Science Working Group. 29 p. (Citizen science for research libraries: a guide; section 1). Disponible en: <https://doi.org/10.25815/hf0m-2a57>. [Consulta: 02/05/2022]. 


La ciencia ciudadana es un modelo de investigación participada que involucra al público como voluntario en los proyectos de investigación científica. De esta manera, la ciencia, en concreto la ciencia abierta, resulta colaborativa, transparente y con más impacto para influir de forma positiva en la sociedad. La UNESCO, en su Recomendación sobre ciencia abierta, la relaciona de forma directa con la democratización del conocimiento. 

La participación de la sociedad en los proyectos científicos puede darse a diferentes niveles. De hecho, los proyectos de investigación en ciencia ciudadana pueden clasificarse en función del tipo de participación que hacen las persones voluntarias: existen los proyectos contributivos, en los que las persona participantes recogen datos y, puntualmente, ayudan en el análisis y difusión; los proyectos colaborativos, en los que la participación también se da en la fase de análisis de muestras y también puede ayudar en el diseño del estudio; y cuando la participación entre investigación y público es más estrecha hablamos de proyectos cocreados, es decir, que el voluntariado colabora en todas las etapas del proceso de investigación. Los proyectos cocreados parten de una perspectiva de innovación abierta de generación colectiva del conocimiento. 

Hacia los años 80 del siglo XX, empiezan a publicarse artículos de investigación sobre ciencia ciudadana, en los noventa se acuña el término de «ciencia ciudadana», pero no es hasta el 2007 que empieza a ser más habitual la publicación. Y en el último año, se ha llegado a más de dos mil artículos académicos indizados en Scopus. Las principales instituciones que publican sobre ciencia ciudadana son la Universidad de Oxford, el CNRS francés y la universidad norteamericana de Cornell. De hecho, son los Estados Unidos y el Reino Unido desde donde se investiga más con este modelo de investigación, seguido por Alemania y Australia. El Estado español está en el séptimo lugar. Las principales instituciones que financian este tipo de investigación son la National Science Foundation de los Estados Unidos y la Comisión Europea. La disciplina mayoritaria y tradicional donde se trabaja con ciencia ciudadana son las ciencias naturales y experimentales, pero también en la historia local y la educación, aunque últimamente, un 25 % de las publicaciones provienen del campo de las ciencias sociales.  

En concreto sobre ciencia ciudadana y bibliotecas, hay pocos artículos de investigación publicados, unos sesenta, incluyendo los que entienden la biblioteca como colección de datos. Cuando tratan la biblioteca como institución, presentan el rol que realiza de acompañar, motivar y vincular al público en los proyectos. Entre estos estudios, este año 2022, se ha publicado un trabajo sobre las percepciones del personal bibliotecario y la ciencia ciudadana, hecho por el grupo de investigación Open Systems de la UB.  

Y es en este contexto de trabajo de ciencia ciudadana y bibliotecas que la Asociación Europea de Bibliotecas de Investigación (LIBER), a través de su grupo de trabajo de Ciencia Ciudadana (LIBER Citizen Science Working Group) ha publicado la primera guía, de una colección de cuatro, que dará apoyo a las bibliotecas para trabajar en la ciencia ciudadana. 

Esta guía de diciembre de 2021 se titula Citizen science skilling for library staff, researchers and the public y se centra en el uso de los datos y del rol de la biblioteca en la participación del público y el apoyo al personal investigador. El formato de la guía es muy práctico, como una caja de herramientas, porque aun siendo textual aporta muchos vínculos a recursos muy útiles para implementar la teoría que se está explicando, ya sean check lists, plantillas, material muy visual, etc. La guía recoge una docena de contribuciones breves, organizadas en tres grandes apartados como son la planificación de proyectos y la comunicación, la gestión de datos de ciencia ciudadana y la alfabetización científica. 

El apartado de comunicación explica cómo establecer la pregunta de investigación, el diseño de la investigación, los datos que proporcionarán los voluntarios y los papeles que juegan otros grupos de interés. La gestión de proyectos se centra en aspectos relacionados con el reclutamiento de personas participantes, cómo motivarlos, y cómo asegurar su vinculación que va ligada con el plan de comunicación. En esta parte de la gestión, se pasa por todas las fases de un proyecto, desde cómo encontrar recursos hasta la diseminación. Un recurso especialmente útil y sencillo que proporciona la guía es el relacionado con el famoso data management plan que todo proyecto de investigación debería tener. Este recurso puede ser muy práctico tanto para personal de bibliotecas como para IP (investigadores principales) de proyectos. Y, finalmente, la guía trata aspectos de alfabetización de la ciencia, desde entender para qué sirve la investigación hasta cómo interpretar los datos. 

Así pues, la lectura de la guía permite conocer los diferentes roles en los que puede participar el voluntariado en un proyecto, también ayuda a formarse en la gestión de proyectos y la comunicación, también cómo obtener conocimiento sobre el uso de los datos proporcionados por los ciudadanos, las cuestiones de los datos FAIR y cómo se puede utilizar la alfabetización científica para la cocreación y la educación en ciencia ciudadana. Por tanto, la guía permite obtener las habilidades necesarias para asegurar que un proyecto está bien configurado desde el inicio, para comunicar con los grupos de interés y ciudadanía, para gestionar los datos y los resultados y, por encima de todo, para garantizar los beneficios de la investigación. 

La guía da un gran peso a los datos, de hecho la calidad de los datos de los proyectos de ciencia ciudadana siempre ha sido un aspecto muy estudiado en las publicaciones de investigación. Por una parte, los equipos de investigación utilizan los datos para responder a sus preguntas de investigación, pero por otra los datos pueden aumentar la alfabetización científica de la sociedad en general atrayendo la ciudadanía a los datos: recopilándolos, explicando su historia o reutilizándolos. En la guía quien expone el tema son dos investigadores del Joint Research Centre de la Comisión Europea que ofrecen unas recomendaciones.  

Dos miembros de LIBER han coeditado la guía, Thomas Kaarsted de la Biblioteca de la Universidad del Sur de Dinamarca y Simon Worthingon, investigador de ciencia abierta de la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología de Alemania. Quizás por este hecho, la mayoría de las autorías de las diferentes secciones son de origen europeo, básicamente danés, y hechas por mujeres del ámbito de las bibliotecas, ya sean bibliotecarias o investigadoras. 

Esta primera guía se acompañará, próximamente, de tres cajas de herramientas más relacionadas con bibliotecas y ciencia ciudadana: 

  • Segona guia: Library Infrastructures & Citizen Science (editada per Kirsty Wallis i publicada l'abril de 2022)
  • Tercera guia: Open Science Practice & Citizen Science (editada per Bastian Greshake Tzovaras i publicada l'abril de 2022
  • Quarta guia: Developing Guidelines & Citizen Science (editada per Paul Ayris i prevista pel maig de 2022)
  • Cinquena guia: Collated four part series as one volume: Citizen Science for Research Libraries – A Guide (prevista pel maig de 2022)

 

© Imagen inicial de Carlos González en Pixabay