Evaluación de la investigación sobre los estudios de usuarios de las bibliotecas

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Mario Pérez-Montoro
Departamento de Biblioteconomía y Documentación
Universitat de Barcelona
 

El JISC (Joint Information Systems Committee) publicó el pasado mes de febrero un informe titulado "The digital information seeker: Findings from selected OCLC, RIN and JISC user behaviour projects" y firmado por los investigadores Lynn Silipigni Connaway i Timothy J. Dickey del OCLC (Online Computer Library Center).

En este informe se intenta revisar y articular los resultados obtenidos en una selección de doce estudios, centrados sobre el comportamiento informacional de los usuarios de bibliotecas y los servicios y recursos digitales que éstas pueden ofrecer, realizados por el OCLC, RIN y el JISC en el Reino Unido y en los Estados Unidos. Los doce estudios escogidos y analizados fueron los siguientes:

Este meta-análisis articulado de los doce proyectos utiliza complementariamente técnicas cuantitativas y cualitativas y permite, además, obtener una serie de interesantes conclusiones sobre el estudio de usuarios.

Entre estas conclusiones se puede destacar, por ejemplo, por un lado, el incremento de la importancia de las revistas electrónicas dentro de la investigación científica que realizan los profesores y los estudiantes. Por otro, la consolidación de los buscadores, y especialmente de Google, como herramienta para satisfacer las necesidades de información científica de los docentes, investigadores y estudiantes. También es remarcable la importancia de variables cono la experiencia digital, el género, la disciplina académica o el contexto en el proceso de satisfacción de las necesidades de información de los usuarios. Los usuarios valoran también el acceso electrónico a los contenidos de las bibliotecas físicas. Estos usuarios se suelen mostrar poco colaborativos a la hora de confesar en los estudios sus capacidades informacionales. Por último, llama también la atención que los usuarios continúen pensando en las bibliotecas sólo como colecciones de monografías y no como un proveedor de recursos electrónicos, pese a que valoren los servicios que ofrecen.

Por otro lado, a partir de estas y otras conclusiones, el informe nos muestra cómo los estudios analizados coinciden en una serie de consecuencias e indicaciones a tener en cuenta por parte de las bibliotecas.

Así, por ejemplo, destaca que las bibliotecas tienen que mejorar el acceso a sus recursos e incrementar la variedad y el contenido de los recursos electrónicos que ofrecen. Por otro lado, los catálogos de las bibliotecas necesitan incluir más enlaces directos a los recursos y sus sistemas tienen que estar preparados para los posibles cambios futuros en el comportamiento informacional de sus usuarios. Estos sistemas tienen que ir acercándose paulatinamente al funcionamiento de los buscadores más utilizados (como Google o Yahoo, por ejemplo) y a los servicios web más populares (como el de Amazon, por ejemplo), para que su uso sea más cercano y familiar para sus potenciales usuarios. Por último, hay que destacar también la importancia de mejorar la calidad de los metadatos de sus sistemas y trabajar también en la consolidación de la imagen de marca de la biblioteca como una institución capital y central dentro del colectivo académico e investigador.

Lynn Silipigni Connaway and Timothy J Dickey (2010). The digital information seeker: Findings from selected OCLC, RIN and JISC user behaviour projects. OCLC Research.