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Ciencia de datos y bibliotecas: ¿todavía piensas que no tiene nada que ver contigo?

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Alexandre López-Borrull
Estudis de Ciències de la Informació i de la Comunicació
Director del Grau d'Informació i Documentació. Universitat Oberta de Catalunya (UOC)


Burton, Matt; Lyon, Liz; Erdmann, Chris; Tijerina, Bonnie (2018). Shifting to data savvy: the future of data science in libraries. Pittsburgh, PA: University of Pittsburgh. 24 p. Disponible a: <http://d-scholarship.pitt.edu/33891/1/Shifting%20to%20Data%20Savvy.pdf>. [Consulta: 05/06/2019]. 


El trabajo que reseñamos es un informe que recoge y hace la síntesis de un workshop que tuvo lugar en Pittsburgh en mayo de 2017, donde diversos miembros de la comunidad participaron a través de conferencias, grupos de discusión y actividades diversas para reflexionar sobre los retos de la implantación satisfactoria de la ciencia de datos en las bibliotecas. Los participantes provenían de entidades de financiación, bibliotecas públicas y académicas, entidades del tercer sector y empresas.

El propio título es bastante ilustrativo del espíritu que destila el informe, el progresivo desplazamiento hacia las habilidades en datos y, más concretamente, cuál es el futuro de la ciencia de datos en las bibliotecas. Todos hemos leído que los científicos de datos están llamados a tener mucha empleabilidad en los próximos años. Una estimación oportuna de la importancia del propio informe es que, en torno a la data savvy que de forma coloquial traducimos como ser hábil en datos, para cada puesto de trabajo que se genera en ciencia de datos, paralelamente hacen falta 10 gestores que tengan la capacidad para poder interaccionar y dar valor a sus organizaciones.

El marco conceptual en donde el informe intenta dar análisis y soluciones es en las dos perspectivas que se consideran: en primer lugar el que denominan el «skills gap», el vacío en habilidades, que se refiere a la percepción que se tiene de la carencia técnica de los profesionales de la biblioteca para ser suficientemente eficientes en entornos de investigación intensivos en datos. La segunda perspectiva tiene en cuenta el vacío en el ámbito de la gestión (management gap), la falta de suficientes capacidades por parte de los gestores bibliotecarios para entender y dar valor a los beneficios de la gestión interna e intensa de datos para apoyar la labor de gestión organizativa. 

En la visión de los Estados Unidos, hay que mencionar que el propio informe recuerda que el Federal Big Data Research and Development Strategic Plan, publicado por la Administración Obama en 2016, ya explicitaba que curadores, bibliotecarios y archiveros estaban en el centro para ayudar a una demanda creciente de talento y capacidad en este campo en todos los sectores de la población activa, y que «los bibliotecarios tendrían un rol crucial en el futuro desarrollo del ecosistema en ciencia de datos».
  Desde nuestro punto de vista, uno de los aspectos más interesantes del informe es el hecho de que, aunque existe bastante literatura que describe algunos de los perfiles y roles profesionales emergentes relacionados con los datos (ingeniero de datos, bibliotecario de datos, curador de datos, periodista de datos, archivero de datos y analista de datos), se describe el data savvy librarian como un profesional todo terreno que se relaciona con todos estos perfiles, y que de forma efectiva tiene familiaridad con los datasets, entiende los métodos técnicos, y es lo bastante conocedor de las diversas particularidades de diversas disciplinas como para poder trabajar conjuntamente con sus necesidades. Así, algunos de estos bibliotecarios son suficientemente hábiles para trabajar con la preparación y análisis de datos y estar plenamente insertados en los equipos de investigación. Por tanto, para seguir estando en el centro de las necesidades informativas y de gestión de sus usuarios, se precisa una mayor necesidad de competencias en la gestión amplia e integral de datos.

El informe se estructura en dos vertientes, por una parte la de «Estructura y habilidades» (Structure and Skills), y por la otra «Servicios y grupos de interés» (Services and Stakeholders). Para cada una, y de una forma razonable, clara y digerida, se describen los diferentes impulsores, obstáculos, modelos a seguir y, finalmente, recomendaciones. 

Desde un punto de vista docente, es clave entender cómo en el campo de las habilidades, se valora el alcance del cambio, en la medida que no tan solo puede cambiar los roles de la biblioteca, sino que también debe obligar a las escuelas en Biblioteconomía y Documentación (iSchools) a reevaluar los programas formativos de sus profesionales. El vacío, dicen, aparece en todos los niveles, desde las prácticas de los bibliotecarios en medio de su trayectoria profesional hasta los directores de bibliotecas. Sería necesario, pues, reevaluar los curricula existentes tradicionales incluyendo más formación en programación y estadística. 

En este sentido, también es bastante relevante el debate que se describe en torno a dos tensiones en el marco de la cultura profesional, como son la necesidad de credenciales (credentialing tension) y la que denominan de reingeniería (re-engineering tensions). Ambas se relacionan en el primer caso en quién está mejor formado para dar acompañamiento a los profesionales, si uno con gran formación en una disciplina (como un doctorado) o bien uno con un conocimiento amplio en bibliotecas (a partir de un máster especializado en Información y Documentación). Este debate no es nuevo, pero en las nuevas habilidades en datos puede tomar un nuevo sentido. En el segundo caso, se refiere a la contraposición de roles orientados a la visión técnica y de proceso de los datos (bibliotecarios de datos, curadores de datos) versus perfiles que pueden hacer emerger nuevo conocimiento (analistas de datos, ingenieros de datos).
 
Existen diversas aproximaciones a este mismo hecho. Este informe señala una visión muy bien digerida de estos aspectos. Otros aprovechan el paradigma smart para referirse a las bibliotecas. En todas ellas hay una cierta necesidad de reconversión y apuesta en formación para los profesionales que puede conducir a repensar los servicios, no por una crisis o mala visión de los existentes, sino para dibujar nuevos escenarios de relación de los profesionales de la información en la creación de conocimiento, no tan solo en entornos de tipo universitario.

Es sin duda, pues, recomendable para:

  • Profesionales de la información y la documentación que quieren conocer una visión de cómo su entorno profesional se ve cada día más relacionado con los datos y las diversas formas de trabajar y las necesidades informativas y de gestión que se derivan. Tanto en la pública como en la universitaria, valorar qué aspectos podrían mejorarse para optimizar los servicios ofrecidos.
     
  • Científicos en general que tienen una necesidad de usos más intensivos en datos y que necesitan saber qué actores de su comunidad universitaria pueden darles mejores y mayores servicios y cómo interaccionar.
     
  • Científicos de datos que intentan optimizar procesos y ecosistemas intensivos en conocimiento. Desde todos los puntos de vista, el paradigma de la investigación en relación a los datos y sus potencialidades podemos considerar que todavía no ha empezado ni a germinar.
     
  • Gestores universitarios que necesitan entender mejor cómo optimizar los diversos servicios y unidades de sus centros para dar una respuesta más eficiente a nuevas necesidades de la investigación y a nuevas obligaciones de los financiadores.
     
  • Asociaciones y colegios profesionales de profesionales de la información en su visión de nuevos escenarios y cambios en los roles y perfiles profesionales en relación a la gestión de datos.