Candela Ollé
Estudis de Ciències de la Informació i la Comunicació
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
Kaufman, Peter B. (2018). Towards a new audiovisual think tank for audiovisual archivists and cultural heritage professionals. Hilversum, NL: Netherlands Institute for Sound and Vision. Disponible en: <http://dx.doi.org/10.18146/2018thinktank01>. [Consulta: 15/10/18].
El Libro blanco de los archivos audiovisuales ha sido elaborado por el Netherlands Institute for Sound and Vision que, con más de millones de horas de material, experiencia y organización de actividades, actualmente ofrece sus participaciones a la más amplia variedad de usuarios finales, incluidos periodistas, estudiantes, investigadores, organizaciones del patrimonio y el público en general.
El documento que reseñamos identifica las prioridades estratégicas de los archivos audiovisuales en la próxima década y presenta un decálogo de recomendaciones concretas para la acción colectiva, impulsadas y acompañadas por el correspondiente grupo de liderazgo de pensamiento que quiere articular la investigación internacional para el sector del patrimonio cultural audiovisual. Pretende ayudar a los actores interesados en preservar el patrimonio audiovisual para identificar sus prioridades futuras. Es un documento breve y que demuestra, tanto por el formato como por el vocabulario utilizado, que quiere avanzar con paso rápido y firme y para ello elabora una agenda de acción e investigación a desarrollar en la próxima década.
Se trata de un texto esquemático, pero es el primer paso hecho (si se quiere ampliar la información puede visitarse el web) y pone de manifiesto la importancia de cuantificar la comunicación audiovisual en la actualidad; de ser conscientes del valor extraordinario de los activos audiovisuales; quiere hacer que el material audiovisual que se haga en estos archivos sea útil y accesible globalmente; se comprometen a proteger y mantener la libertad y derechos humanos –especialmente de expresión– y, finalmente, a facilitar el conocimiento, la información y la educación en todo el planeta.
El Libro blanco propone diez recomendaciones como prioridades estratégicas para los próximos diez años, a cuyo alrededor se organizarán acciones, investigación, desarrollo y recursos. Cada recomendación incluye un cronograma de las primeras acciones colectivas a realizar. A continuación, resumimos las principales ideas de las preguntas planteadas en las recomendaciones:
- ¿Tendría que haber una mejor manera, por ejemplo, un catálogo unificado, para que se conozca la disciplina, sus participaciones y su poder?
- ¿Sería apropiada una guía de buenas prácticas escritas para Google y otras tecnologías para optimizar tanto la investigación como los recursos audiovisuales?
- ¿Es preciso un acuerdo con el sector privado (gigantes del campo como Google, Facebook y Amazon)?
- ¿Cuál debe ser nuestro propio compromiso con la experimentación constante?
- ¿Debemos lanzar un esfuerzo real para implicarnos con Wikipedia?
- ¿Debería plantearse que el trabajo de FIAT/IFTA, PrestoCentre y archivos individuales como Sound and Vision debería ser siempre abierto, sin restricciones y libre?
- Si el contenido digital es cada vez más difícil de licenciar, alquilar y vender en línea, la publicidad se convertirá en el principal medio de generar ingresos en el futuro de los contenidos de imágenes en movimiento. ¿Cómo debemos considerar este negocio desde una perspectiva empresarial?
- ¿Los archiveros deberían estar conectados con más facilidad con los productores y los creadores?
- ¿Cómo definimos nuestros roles como educadores actuales, especialmente cuando tantos jóvenes ven y escuchan el mundo a través de imágenes y sonidos en movimiento? ¿Debemos elaborar una declaración de principios?
- ¿Qué papel, si es que hay alguno, deberían jugar los archivos en el ámbito político/mediático/cultural?
Y después de leer el Libro blanco, ¿ahora qué?
El grupo de investigación está comprometido a seguir estas recomendaciones mediante una serie de actividades y grupos de trabajo. Estos grupos llevarán a cabo investigaciones adicionales, elaboración de recomendaciones de política y de práctica a través de manuales, documentos de estrategia y de otras publicaciones; y desarrollarán planes de acción que conecten directamente con los intereses de los profesionales de la archivística y del patrimonio cultural.
Parece, a priori, muy ambicioso por los agentes implicados, el cronograma marcado y el alcance global del proyecto. Deberemos hacer el seguimiento para ver los siguientes pasos.