Institut d'Estudis Catalans
Research Information Network (2011). Access to scholarly content: gaps and barriers. <http://www.rin.ac.uk/node/1172>. [Consulta: 12/06/2012].
Los documentos científicos y técnicos son fundamentales para la actividad académica y para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I + D + I). Ahora bien, las nuevas tecnologías y los modelos emergentes de negocio han transformado el entorno informativo de los investigadores y los trabajadores del conocimiento, es decir, de aquellos cuya actividad laboral principal consiste en desarrollar y usar conocimiento. Algunos cambios han facilitado el acceso a la información, mientras que otros la han complicado. Por ejemplo, el aumento de servicios para identificar literatura científica (Google Scholar, PubMed, Scirus, Scopus o Web of Science) facilita la localización de documentos pero, a pesar del empuje del movimiento de Open Access (OA), no siempre es fácil acceder. Además, los investigadores tampoco acaban de entender como pueden reutilizar los contenidos abiertos para la enseñanza, la extracción de tablas, figuras u otros materiales, la colaboración o el análisis de textos.
El propósito principal del informe es investigar y cuantificar el grado en que los miembros de diferentes comunidades del Reino Unido pueden acceder a la literatura académica publicada, en particular los artículos de revista y a las comunicaciones a congresos. El estudio se enmarca en una línea de trabajo para obtener evidencias significativas que permitan entender mejor la comunicación académica actual y en un futuro a medio plazo. Por lo tanto, es una iniciativa interesante porque aporta pruebas objetivas sobre las grietas y barreras para acceder a la información, y no exclusivamente del mundo universitario.
En cuanto a la metodología del estudio, la mayoría de la información se ha extraído de una encuesta en línea dirigida a investigadores y trabajadores del conocimiento de diversos sectores: universidades, centros sanitarios, institutos de investigación y empresas. Se han recibido 2.645 encuestas contestadas, un 13,2% de las invitaciones enviadas. El estudio define el término brecha como una situación en el que la información necesaria para un propósito específico no está accesible. Por otra parte, barrera se refiere a las limitaciones que causan las rendijas.
Así, algunas de las principales barreras detectadas son las siguientes:
- Falta de conocimiento de los recursos disponibles;
- Falta de acceso al software y hardware apropiado,
- Enlaces rotos, información digital no disponible o en un formato inconveniente;
- Información disponible en una versión anterior;
- Falta de afiliación a una biblioteca que haya pagado una licencia;
- Obligación de hacer un pago desproporcionado respecto al beneficio previsto;
- Proceso de compra pesado;
- Conflicto entre los derechos del autor o del editor y el uso deseado del contenido y, por último,
- Conflicto entre la gestión de derechos digitales o las tecnologías de protección y el uso deseado del contenido.
Respecto a las principales conclusiones del informe, en primer lugar destaca que el acceso a los artículos resulta fácil o relativamente fácil, sobre todo para los encuestados del mundo universitario (93,1%), mientras que el sector de la industria y el comercio registra una tasa del 79,1%.
En segundo lugar, la mayoría de los investigadores consideran que el acceso a los artículos ha mejorado en los últimos cinco años gracias a innovaciones como la compra bibliotecaria consorciada o el movimiento de OA.
En tercer lugar, la barrera más habitual para acceder a los artículos es la obligación de pagar. La mayoría de los investigadores consideran que los precios son demasiado elevados. Además, un 23,6% presentan fuertes objeciones a este tipo de acceso.
En cuarto lugar, las barreras pueden suponer un aumento significativo de actividades improductivas y de pérdida de oportunidades. Si un documento es de difícil acceso, la mayoría de los encuestados buscan otro con información similar. Otras soluciones alternativas son buscar una versión preliminar, contactar con el autor, pagar al editor o solicitarlo por préstamo interbibliotecario.
En quinto lugar, las comunicaciones a congresos se consideran menos importantes (salvo en algunas disciplinas como, por ejemplo, la informática) y presentan más dificultades de consulta (un 34,4% responden que el acceso resulta bajo o muy bajo). La principal barrera consiste en que no se hayan publicado nunca en línea.
En sexto lugar se detecta mucha confusión sobre las licencias y los derechos, especialmente de los recursos electrónicos, que se debería resolver.
Finalmente, considero que las barreras descritas y las principales conclusiones del informe demuestran que los profesionales de la gestión de la información y de la documentación disponen de buenas oportunidades de futuro. En el incierto panorama actual, el principal valor del estudio consiste en aportar datos objetivos sobre el alcance y naturaleza de las grietas y las barreras en la literatura académica.
Esta información se puede combinar con la experiencia de los diversos agentes implicados en la comunicación científica: autores, editores, bibliotecarios, gestores de depósitos digitales, organismos financiadores...
La finalidad sería obtener un conjunto de recomendaciones para solucionar las deficiencias detectadas y, así, potenciar el acceso universal al conocimiento científico y tecnológico, elemento clave para el progreso de la sociedad.