Tommaso Giordano
Istituto Universitario Europeo, Fiesole (Firenze)
OCLC Europe, Middle East and Africa (EMEA) Regional Council (2012). OCLC EMEA Regional Council 2012 annual meeting: 28-29 February 2012. Birmingham: OCLC United Kingdom & Ireland. <http://www.oclc.org/uk/en/multimedia/2012/emearc2012.htm>. [Consulta: 18/06/2012].
En Birmingham, sede de la Agencia regional de OCLC, tuvo lugar el 3º encuentro anual EMEARC (Europe Middle East and Africa Regional Council). En el evento tomaron parte 270 participantes venidos de 24 países, aparte de una cualificada representación de la dirección y de la cúpula de OCLC Global y europea. El programa del encuentro, con el resumen de algunas intervenciones, es accesible en: <http://www.oclc.org/uk/en/councils/emea/meetings/2012annual/agenda/default.htm>.
En estas notas me limitaré a señalar y comentar brevemente algunos avances e indicaciones estratégicas surgidas a raíz de la reunión que me parecen de particular relieve.
Dimensión global
OCLC en los últimos 15 años ha acentuado notablemente su dimensión global; destacable la expansión creciente en Asia y Europa, además de un crecimiento en las áreas que tradicionalmente representan su público potencial más importante (EEUU). Un dato significativo es el enorme aumento de registros en WorldCat, la variedad de culturas que este catálogo representa, acreditada por la participación de importantes instituciones (como la Biblioteca Nacional de China) localizadas en 170 países. De hecho el 58% de los registros bibliográficos se refieren a documentos en lengua distinta del inglés. Es también destacable el aumento significativo de los ingresos provenientes de las diversas áreas de Norte América, que en 2011 representaban el 24% del presupuesto de OCLC (cuota destinada a crecer en los próximos años). Una de las consecuencias de la dimensión global de OCLC es la evolución de sus órganos de gobierno, cuya estructura -articulada de base en 3 áreas regionales (EMEA, Asia y América), el Global Council, y el Board of Trust- tiende claramente a reequilibrar la representación a favor de las áreas regionales para acoger mejor las exigencias de las diversas realidades culturales y geográficas.
Descentralización organizativa y expansión en Europa
Es destacable el considerable fortalecimiento de las agencias regionales y del apoyo local a todas las tres áreas regionales. Particularmente, en cuanto a Europa, más allá de la sede regional en el Reino Unido (Birmingham) se fortalece el apoyo OCLC a todos los países donde esta organización está presente. La absorción del PICA (el consorcio holandés que daba servicio a muchas bibliotecas de los países del centro de Europa) y los acuerdos establecidos con otros programas cooperativos en la última década, ha facilitado un aumento significativo de la presencia de OCLC en Europa. Para dar una idea de los desarrollos en curso: la agencia situada en Alemania tiene actualmente una plantilla de 124 personas, número destinado a crecer en los próximos meses. De hecho en Alemania OCLC tiene prevista la creación de una unidad de investigación que trabajará con los centros de investigación y desarrollo situados en EEUU. Un elemento de considerable relevancia estratégica, si se considera el papel importante que estos programas juegan a la evolución e innovación de los servicios OCLC. Todo ello apunta a que el peso de las necesidades locales está destinado (como muchos ya esperaban hace tiempo) a influir más en las decisiones estratégicas y operativas de OCLC.
En este punto se está concentrando el esfuerzo de renovación en el interior de la estructura de OCLC. A los dos actuales Computer Center situados en EEUU, se añadirán pronto otros tres centros ubicados en Canadá, Europa y Australia. Estos desarrollos -debidos a razones de funcionalidad, seguridad y velocidad de conexión- son otra confirmación de la tendencia a la descentralización anteriormente señalada. El elemento fundamental de esta estrategia es la política de colaboración que OCLC ha tejido constantemente en su largo camino y a la que han dado un nuevo impulso, ampliándola y extendiéndola más allá del ámbito propiamente bibliotecario: los productores de contenidos a los grandes intermediarios (por ejemplo EBSCO) y operadores ICT, de los archivos y museos, y las iniciativas de conservación digital (ej. Hatitrust, Europeana, LOCKSS). Entre las adhesiones más recientes, destaca el acuerdo entre OCLC y CIPE, el consorcio universitario italiano el que suscriben 11 universidades importantes.
Operando a escala web
La web y la expansión de los servicios en red en los últimos 10 años han cambiado enormemente la manera de comunicarse, la economía, la política e incluso las expectativas de los usuarios. Hoy es posible operar, crear, compartir y formar comunidad ya sea a nivel global como local. Operando a escala web significa, en el lenguaje OCLC, desarrollar servicios en red, satisfacer las expectativas y captar nuevos usuarios, potenciar las infraestructuras disminuyendo los costes. En otras palabras, la capacidad de mejorar sistemas añadiendo nuevas funcionalidades con el mínimo esfuerzo. "Big innovation requires big collaboration" (la gran innovación requiere gran colaboración), es una de las consignas que resonaban en las diferentes intervenciones del equipo de OCLC. O también, "the future is Personalized" (el futuro está en la personalización) (citando Seth Godin), como diciendo que el enfoque basado en el mercado de masa no será más el centro de interés; "we must consider a lens that see the individuals "(debemos considerar una lente que vea los individuos)," collection of individuales and community of interests "(colección de individuos y comunidades de intereses). Y aunque "more focus on the Digital library and on innovation and less attention and resources focused on the phisical library" (más atención a la biblioteca digital y en la innovación y menos atención y recursos centrados en la biblioteca física). El concepto es claro, pero por otra parte OCLC es bien consciente de que la gestión de la biblioteca híbrida es "el problema" que ocupa hoy y que ocupará también en el futuro los bibliotecarios.
Si este es el marco, cuáles serán las nuevas estrategias a adoptar para afrontar eficazmente los retos del futuro? La respuesta surgida del encuentro puede ser resumida en una frase a propósito: la gran innovación requiere gran colaboración. Las ideas innovadoras nacen en ambientes que promueven la creatividad y el compartir. La colaboración (otro término clave de la visión de OCLC) va más allá de la cooperación tradicional, para mover hacia las compañías, las comunidades de usuarios, los individuos. Ésta, de forma muy resumida, es la "filosofía" OCLC que ha aflorado de los dos días de debate en Birmingham. Todo ello teniendo en cuenta -como se ha destacado en uno de los opúsculos distribuidos por OCLC- que "the expectation that collaboration can occurre without a supporting infrastructure is one of the must frecuente reasons that collective efforts fail" (la expectativa de que la colaboración puede provocar sin ninguna infraestructura de apoyo es una de las razones más frecuentes por la que los esfuerzos colectivos fallan).
Piensa global y actúa local
Este eslogan resume la política de OCLC en cuanto a las necesidades locales (y / o nacionales) mediante WorldCat local. El desarrollo de los servicios locales basados en WorldCat iniciado hace años juega un papel importante en la afirmación territorial de OCLC. El programa permite a las bibliotecas de realizar catálogos únicos sectoriales, nacionales o territoriales. La principal atención de OCLC a las necesidades "locales" de las diversas áreas del planeta donde opera han impulsado iniciativas de cooperación con programas nacionales y consorcios, en algunos casos acogiéndolos en el interior de OCLC o bien sosteniendo su desarrollo desde cero. Esta tendencia iniciada hace tiempo en EEUU, se ha extendido a nivel mundial (más recientemente en Sudáfrica, Dinamarca y España con BUCLE, el consorcio universitario de Castilla y León). De hecho, en el nuevo ambiente tecnológico caracterizado por el continuo empuje a la innovación, los sistemas de dimensión más limitados no consiguen mantener el nivel con el ritmo de cambio. El programa consiste en un amplio abanico de utilidades y contenidos que permitan a las bibliotecas asociadas, singularmente o reunidas en consorcios, de recortar sus ámbitos de interés de la oferta de OCLC. De esta manera dentro del universo OCLC se prevén numerosos sistemas locales (o nacionales), alineados con el inmenso contenedor que es WorldCat. Al mismo tiempo -nos asegura el equipo OCLC- la flexibilidad de este modelo organizativo permite a las bibliotecas individuales mejorar su visibilidad y tutelar su identidad, por ejemplo, manteniendo su marca en las interfaces u ofreciendo varios niveles de acceso a los usuarios finales.
La plataforma WorldShare
La herramienta principal con la que OCLC se presenta hoy en la escena y con el que trata de jugar sus cartas para afrontar los retos de futuro se llama WorldShare. El programa se ve en el nombre: de hecho WorldShare se presenta como un instrumento completo para la gestión de las bibliotecas "blended" (híbridas), donde sus herramientas de gestión, acceso y descubrimiento integran todas las funcionalidades para administrar tanto las colecciones tradicionales como las digitales, los servicios al usuario final (incluido el "mobile access") a los repositorios, de la conservación a largo plazo a las actividades de colaboración con los diversos socios (bibliotecas, productores de contenidos, intermediarios). "Shared data, shared infrastructure" (Datos compartidas, infraestructura compartida), la plataforma incorpora los componentes de la computación en nube y herramientas de la web 2.0: explican Robin Murray (Global Product Manager) y Eric van Lubeek (Managing Director OCLC EMEA) que hay todo lo necesario a las bibliotecas para aliviar la logística y la infraestructura, para reconfigurar las colecciones y para hacer los servicios al usuario siempre más móviles e interactivos. Se tratará de un producto polivalente, cuando estará terminado, digno de profundización, más allá de los límites de estas breves notas. Sin embargo no podemos hacer pasar inadvertido uno de los elementos característicos de esta plataforma que confirma la visión a largo plazo de los estrategas de OCLC. Es decir la orientación hacia las formas de comunicación típicas de la web 2.0. De hecho más allá de las "core functionalities" y sus consecuencias que pueden encontrar aplicación a todas las tipologías de bibliotecas, WorldShare permite el desarrollo de aplicaciones complementarias y/o específicas a las particulares realidades tipológicas y geográficas de parte de la comunidad de usuarios OCLC. Todo está basado en el principio del compartir tanto a nivel de desarrollo como de aplicación. De hecho se ha preparado un kit completo para guiar a los grupos de usuarios en el desarrollo de más características en el ámbito WorldShare; que podrán ser compartidas entre las comunidades de usuarios de OCLC.
Conclusiones
El encuentro ha ofrecido varias señales de reflexión de carácter más general. Aunque, como sería de esperar en estos casos, el plato fuerte está formado por las estrategias y los servicios puestos en juego por OCLC, han surgido de las presentaciones y del debate aspectos interesantes de las tendencias en curso, que no se logran captar fácilmente con la abundante (y a menudo redundante) literatura profesional. Como es sabido los análisis de OCLC comienzan con investigaciones más bien cuidadas, que a menudo -pero no suficiente, según las críticas provenientes incluso de ambientes profesionales- alimentan la visión estratégica de OCLC. Obviamente los análisis, aunque correctos y, en muchos aspectos, compartibles deben considerarse siempre con ojo crítico, sobre todo cuando se presentan hacia objetivos empresariales.
Si podemos estar de acuerdo con una buena parte del análisis, no es tan fácil encontrarse de acuerdo con la estrategia, pero ciertamente la trazada de OCLC responde a muchas necesidades (y ansias) que agitan el mundo bibliotecario en esta fase de transición. Por otra parte se despierta algún motivo de inquietud, cuando un gigante (al menos en campo bibliotecario) como OCLC propone soluciones completas y globales. Pero el mundo en el que vivimos es este, y constantemente nos topamos con gigantes más grandes y mucho más agresivos que la organización de la que hablamos.
OCLC es un socio histórico de las bibliotecas y tiene un conocimiento consolidado del ambiente, y luego no olvidemos que estamos hablando de una organización participativa, nacida de las bibliotecas y muy ligada a las mismas. Esto se comprueba también en que la mayor parte de los órganos de gobierno están compuestos de bibliotecarios profesionales.
Algún comentario de la "vexata questio" de la propiedad, los registros bibliográficos que ha irritado no solo el mundo bibliotecario. OCLC todavía está discutiendo el problema, y es -al menos de lo aprendido durante el encuentro en Birmingham-consciente de las críticas del ambiente bibliotecario sobre las posiciones expresadas del Board al respecto. Posiciones que el presidente Jay Jordan se ha visto obligado a defender: WorldCat es fruto del trabajo de miles de miembros OCLC, por su parte OCLC asume cargas financieras notables para la gestión del catálogo. No proteger los registros WorldCat podría desalentar las bibliotecas socias a contribuir con sus registros originales, mientras daría ventaja a quien no participa y a quien quisiera usar con fines comerciales el catálogo producido sin ánimo de lucro para la comunidad bibliotecaria OCLC.
Evidentemente esta posición tiene un fundamento (y lo mismo se puede decir también de las críticas formuladas por las bibliotecas) pero tengo la sensación de que será revisada en un futuro próximo; también porque dentro de unos meses Jay Jordan dejará su cargo y el expediente pasará a su sucesor, que por lo que dicen no ha sido designado todavía.