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Servicios relacionados con los datos de investigación por parte de las bibliotecas universitarias: mucho a ofrecer, mucho por formar

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Alexandre López-Borrull
Estudis de Ciències de la Informació i de la Comunicació
Director del grau d'Informació i Documentació
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)


Tenopir, Carol; Kaufman, Jordan; Sandusky, Robert; Pollock, Danielle (2019). Research data services in academic libraries: where are we today? [Middletown, CT]: Choice. (A Choice white paper). Disponible en: <https://www.choice360.org/content/2-librarianship/5-whitepaper/tenopir-white-paper-2019/tenopir_121019_rds.pdf>. [Consulta: 01/04/2020].


Choice es una unidad editorial de la Association of College & Research Libraries (ACRL), una división de la American Library Association (ALA). Choice y ACRL ofrecen herramientas de desarrollo profesional de biblioteconomía, dentro de las cuales se incluyen seminarios, podcasts, libros blancos, ensayos bibliográficos y publicaciones digitales, pensados para formar y reforzar las habilidades de los bibliotecarios. En este caso, se trata de un informe liderado por la reconocida profesora Carol Tenopir juntamente con tres profesores más de diversas universidades de los Estados Unidos.

Tal y como describen ya desde el inicio, se trata de un estudio a través de encuestas que sirve para actualizar y comparar lo realizado el año 2012 y que fue reseñado en este mismo blog1 en 2013 por parte de Alicia García García y Fernanda Peset. Independientemente de los principales resultados que se mencionarán posteriormente, es siempre interesante el hecho de poder medir diferentes espacios temporales, para conseguir la perspectiva. Así como en 2012 los servicios de datos de investigación (RDS por sus siglas en inglés) se anunciaban como retos de futuro, este año ya no hablamos como entonces de un servicio añadido de mucho valor, sino como una necesidad inseparable del personal investigador y académico.

Para entender los cambios, recordemos dos comentarios finales que se hacían en aquella reseña:

«Los datos de investigación están empezando a reconocerse como una fuente de conocimiento propia e independiente de las publicaciones que pueden emplearse en la validación de los resultados de investigación publicados en artículos, para generar nuevo conocimiento y ser explotados de manera interdisciplinar.»

«(...) si la biblioteca no se involucra activamente en la prestación de estos servicios, es muy probable que sea otro departamento el que los proporcione, apartando a la biblioteca de su labor en el proceso de investigación; y por tanto perderían una oportunidad para dar servicio a un rango más amplio de agentes sociales interesados en la gestión de los datos.»

En ambas realidades entonces reseñadas, nos encontramos los retos de futuro en todos los diferentes ámbitos del ciclo de la investigación (diseño de la investigación, compilación de datos, análisis de resultados, extracción de resultados y conocimiento) donde los datos son una necesidad. 

Para hacer la investigación en 2019, las encuestas fueron enviadas a algunas de las instituciones que ya la completaron y se aumentó con las de la lista de contactos de la ACRL, unas 3.160 direcciones de las cuales respondieron alrededor del 6 %. Más allá de la representatividad de la muestra, desde mi punto de vista, el interés radica en las respuestas y en la configuración de los servicios que ofrecen las bibliotecas académicas. También se llevaron a cabo 27 entrevistas a personal de algunas de las instituciones que respondieron la encuesta. Así mismo, el nivel de detalle de las preguntas hace que, por ejemplo, muestre la mayor parte de resultados en función del tamaño de las instituciones o bien por tipo de instituciones.

El trabajo permite, pues, comprender el nivel de servicios que las bibliotecas académicas de los Estados Unidos están ofreciendo en relación a la gestión de datos de investigación. Hay que tener en cuenta que el incremento de obligaciones y requerimientos por parte de los financiadores (públicos y privados) también en aquel caso se convierten en la fuerza motriz, el punto de encaje entre la voluntad de ofrecer nuevos servicios y la necesidad por parte de los investigadores de apoyo para una forma de gestionar (y difundir) sus resultados.

Los principales resultados del estudio son:

  • La mayor parte de bibliotecas académicas ofrecen servicios de información/consulta alrededor de los RDS.
     
  • Las bibliotecas en universidades que forman parte del grupo de las doctoral universities (según la Carnegie Classification of Institutions of Higher Education las intensivas en investigación de calidad) son las que más ofrecen RDS de tipo informativo.
     
  • Aquellas bibliotecas que ofrecen servicios y asesoramiento técnico (technical/hands on) lo iniciaron en los últimos tres años. De nuevo, una visión y un debate interesante sobre si es el ámbito bibliotecario quien debe ofrecer este servicio, también en el sentido de la alfabetización en curación, gestión y preservación de datos por parte de su personal.
     
  • En el caso de los servicios de información, lo más habitual es ofrecer fuentes de apoyo, seguido de la creación de guías de apoyo a la gestión de datos.

                          Figura 1. RDS de tipo informativo/consulta ofrecidos por las bibliotecas
                          que respondieron la encuesta. Fuente: Informe reseñado

  • Uno de los servicios más populares en el asesoramiento técnico incluye la participación directa con investigadores en un proyecto o un equipo de trabajo. De alguna forma, enlaza con el rol de bibliotecario integrado en el ámbito de la investigación, ahora en el caso de los datos de investigación para poder participar ya desde el inicio del diseño de los experimentos con un uso más o menos intensivo de datos.


                         Figura 2. RDS de tipo técnico ofrecidos por las bibliotecas
                         que respondieron la encuesta. Fuente: Informe reseñado

  • Las instituciones de investigación ofrecen más apoyo técnico, mientras que todas las instituciones piensan en identificar datos y datasets que podrían añadirse a los respectivos repositorios. De forma lógica, las bibliotecas tienen un papel clave en esta identificación, ya sea para los repositorios institucionales como para los temáticos.
     
  • Todavía hay un 44 % de las bibliotecas que han respondido que no tienen RDS, o bien por falta de financiación, de tiempo, de interés por parte de los investigadores o por falta de personal. 
     
  • Las bibliotecas más grandes son las que tienen más bibliotecarios o especialistas dedicados a los RDS.
     
  • La mayor parte de instituciones de investigación están contratando nuevo personal para responder a las necesidades crecientes de RDS.

                          Figura 3. Liderazgo y responsabilidad principal para los planes
                          y programas de RDS. Fuente: Informe reseñado
 
Los autores concluyen que el abanico de opciones y tipos de RDS es grande, y que no es necesario que la biblioteca deba ofrecer todos los servicios, sino que una buena evaluación de capacidades y recursos puede conducir a planificar RDS realistas y con sentido. Así, por ejemplo, un 40 % de las bibliotecas dicen que colaboran con otras unidades de sus campus, cuestión que me parece clave para tener aproximaciones globales a la gestión de datos de investigación incluyendo la visión legal, técnica y de descripción. En diversos de los datos se ofrece también la visión del 2012 para poder comparar.

Los dos únicos puntos débiles, desde mi punto de vista, serían que faltaría una visión sobre la formación que hacen las bibliotecas, así como utilizar la terminología FAIR (findable, accessible, interoperable, reusable). Así mismo, el papel de los repositorios y su capacidad para poder dar respuesta a las necesidades también hubiera sido relevante, como se ha podido ver en estudios como el de FAIRxFAIR del CSUC. Complementa perfectamente las encuestas que se llevan a cabo en investigadores, como las que llevan a cabo en Digital Science.

A modo de cierre, podemos decir que se trata de un informe interesante para:

  • Científicos en general con requerimientos y responsabilidades referentes a los planes de gestiones de datos de sus proyectos, dado que encontrarán el contexto de los servicios que pueden ofrecer los servicios bibliotecarios.
     
  • Bibliotecas universitarias y de centros de investigación que ya están ofreciendo (o deberían) muchos de estos servicios y que pueden encontrar buenas prácticas, así como tendencias de futuro. 
     
  • Profesionales de la información en general que entienden que la gestión de datos necesita de la colaboración entre los múltiples grupos de interés implicados. En este caso, los datos abiertos son los relativos a la investigación, pero su tratamiento, la necesidad de descripción y metadatos son comunes en múltiples ámbitos y administraciones.

1 García García, Alicia; Peset, Fernanda (2013). «Tres en uno, tres informes sobre la gestión de los datos de investigación». Blok de BiD, 04/09/2013.