van der Graaf M, Waaijers L (2011). A surfboard for riding the web: towards a four country action programme on research data. Disponible a:
http://www.knowledge-exchange.info/Admin/Public/DWSDownload.aspx?File=%2fFiles%2fFiler%2fdownloads%2fPrimary+Research+Data%2fSurfboard+for+Riding+the+Wave%2fKE_Surfboard_Riding_the_Wave_Screen.pdf
Kotarski R, Reilly S, Schrimpf S, Smit E, Walshe K (2012). Report on best practices for citability of data and on evolving roles in scholarly communication. Disponible a:
http://www.alliancepermanentaccess.org/wp-content/uploads/downloads/2012/08/ODE-ExecutiveSummary-
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Dallmeier-Tiessen S, Darby R, Gitmans K, Lambert S, Suhonen J, Wilson M (2012). Compilation of results on drivers and barriers and new opportunities. Disponible a:
http://www.alliancepermanentaccess.org/wp-content/uploads/downloads/2012/08/ODE-CompilationResultsDriversBarriersNewOpportunities1.pdf
Jahnke L, Asher A, Keralis S. (2012). The problem of data. Disponible a: http://www.clir.org/pubs/reports/pub154/pub154.pdf
La gestión de datos primarios de investigación es uno de los temas de actualidad en nuestro ámbito profesional como se pone de manifiesto en la proliferación de informes que sobre esta cuestión se han publicado durante los últimos meses.
En noviembre de 2010 se reseñaban en este mismo Blok (1) las conclusiones de un estudio encargado por la Comisión Europea sobre los costes y beneficios de la puesta en marcha de una infraestructura de datos científicos a nivel europeo. En ese informe los autores proponían diversas acciones para hacer realidad esta infraestructura el año 2030. No ha habido que esperar tanto para ver los primeros resultados y, en noviembre de 2011, ya se publicó un primer trabajo (2) que presentaba la situación de la gestión de datos de investigación en Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Reino Unido con vistas a iniciar acciones conjuntas en este ámbito. El informe comenzaba analizando los incentivos que pueden motivar a los investigadores a compartir datos de investigación: la obtención de un reconocimiento similar al que reciben por sus publicaciones, la adopción de esta actitud como parte de la cultura científica, o la obediencia a los mandatos de las agencias de financiación y de las revistas científicas. Un segundo aspecto analizado eran las iniciativas de formación de los profesionales –tanto científicos como bibliotecarios– que deberán gestionar estos datos. Por último, el informe abordaba las características que deberá tener la futura infraestructura de almacenamiento de los datos científicos a partir del análisis de los repositorios nacionales ya disponibles en los cuatro países considerados y sus necesidades de financiación.