Daniel Gil
Biblioteca Pública Episcopal del Seminari Conciliar de Barcelona
Perelló, Josep; Bonhoure, Isabelle; Cigarini, Anna; Vicens, Julià (2019). Ciència ciutadana a les biblioteques: observa, analitza, crea i participa. Barcelona: Zenodo. 54 pàg. Disponible en: <http://doi.org/10.5281/zenodo.3490610>. [Consulta: 10/12/2019].
La ciencia abierta representa un nuevo y amplio campo de actuación para las bibliotecas. Estas, en tanto que instituciones que fomentan el conocimiento, la investigación y el desarrollo personal, son el entorno lógico y perfecto para desarrollar acciones en el marco de la ciencia abierta y ciudadana. Pero, exactamente, ¿qué es esto de la ciencia abierta? En la web del CSUC encontramos una definición bastante precisa: La ciencia abierta es un nuevo enfoque del proceso de investigación basado en el trabajo cooperativo y las nuevas formas de difundir el conocimiento utilizando las tecnologías digitales y las nuevas herramientas de colaboración. Los resultados de la investigación (publicaciones y datos) deben ser accesibles en la sociedad de manera libre y gratuita, para conseguir extender los principios de apertura a todo el ciclo de vida de investigación y fomentar que se contribuye a la difusión y reutilización de éstos. Hay que recordar la importancia que da el CSUC a la ciencia abierta, dado que la considera una de sus cinco áreas técnicas principales. No obstante, en un primer momento, puede pensarse que la ciencia abierta se restringe tan solo a un ámbito académico y universitario; pero nada más lejos de la realidad. Las bibliotecas públicas también tienen un papel muy importante a jugar en la propagación y en la difusión de la ciencia abierta, aproximándola a la ciudadanía en general y haciendo que esta se convierta también en ciencia ciudadana. La idea de fondo es que cualquier ciudadano puede generar datos científicos, y las bibliotecas públicas son las principales instituciones que pueden subministrar las herramientas necesarias para canalizar, validar y dar forma a estos datos.