6.4.3. Variables culturales
Las investigaciones llevadas a cabo han mostrado igualmente que el espacio personal varía en función de la cultura. En términos generales, los países del más fríos climáticamente hablando y con menos horas de luz diurna suelen definir una mayor distancia interpersonal en sus interacciones que los países que se sitúan cerca de las zonas ecuatoriales con días más largos y cálidos. Posiblemente las oportunidades de interacción social fluida dependan en parte de estos factores geoclimáticos y ello afecte a la interacción social y al espacio personal definiéndose cultures de más o menos contacto. Estos hallazgos realizados durante los años 60 y 70 del siglo pasado han sido corroborados recientemente. En un estudio transnacional llevado a cabo por un equipo liderado por Agnieazska Sorokowska en 2017 se ha podido observar que el espacio personal varía entre países y esto en función del tipo de distancia interpersonal. La variabilidad en la distancia social y en la distancia íntima depende, además de variables personales, de la temperatura promedio de los países respectivamente: cuanta más alta es la temperatura menor distancia social (β1 = −.82; p = .01) y mayor distancia íntima (β1 = 1.27; p < .001). |
Si clicáis en la imagen podéis acceder al artículo de Sorokowska et.al., (2017) |
Por otro lado, ciertas culturas como la japonesa tienden a ritual izar más las interacciones sociales y, por tanto, a mantener una mayor distancia interpersonal (Sussman & Rosenfeld, 1982). A continuación os mostramos otro ejemplo igual de interesante pero en sentido contrario. |
Por ejemplo, la distancia interpersonal más íntima implica contacto físico, y como hemos visto anteriormente, está reservada para interacciones en las que las persones mantienen un alto nivel de confianza, complicidad o afecto. Es por ello que lamer la cara de una persona desconocida, como en la imagen de la izquierda, puede resultar altamente molesto en nuestra cultura. Sin embargo, la imagen de la derecha muestra el tradicional saludo hongi que en Nueva Zelanda se usa como una manera protocolaria de presentarse ante los demás: con la unión de frente y nariz se simboliza la unión espiritual: con el saludo las dos personas respiran al unísono, tomando prestado e, intercambiando, un aire que deja de ser ajeno para convertirse en un nexo de unión. Esta acción, que en nuestra cultura supondría una ruptura radical de nuestro espacio personal, es perfectamente tolerable en la cultura maorí. |
En este otro ejemplo vemos cómo las normas sociales en relación con el espacio personal son muy diferentes entre culturas. En la India, los hombres que guardan entre sí cierto grado de parentesco o de amistad suelen ir por la calle cogidos de la mano, y ello no presupone en absoluto un comportamiento de carácter homosexual. En cambio las relaciones sociales en Japón suelen implicar un mayor formalismo que se traduce, generalmente, en una considerable distancia interpersonal. |