5.7. La Territorialidad
Supóngase la reacción de alguién cuando al regresar a la butaca, en una sala de cine, observa que el sitio está ocupado por otra persona o si, de repente, un desconocido entra en casa sin el propio consentimiento -aunque sea para comparar la blancura de la ropa.
Probablemente en ambos casos, en mayor o menor medida, se producirá una sensación de disgusto o enojo; ejemplos, en otras palabras, del fenómeno de la territorialidad
Este término, inicialmente, se fundamentó a partir de estudios de animales y especialmente del campo de la etología (Eibl-Eibesfeldt, 1970; Lorenz, 1966; Wynne-Edwards, 1962). Ello explicaría en gran medida el desarrollo de la territorialidad de una forma no tan ligada a la privacidad y sí a la territorialidad animal. Pero, por otro lado, el concepto también ha sido explicado a partir del control y la regulación de la interacción humana (Altman, 1975; Brower, 1980), destacándose en este caso el aspecto sociocultural, más que el biológico.
Definida por Howard en 1948, la territorialidad se hizo más popular a partir del libro “The Territorial Imperative” de Robert Ardrey, en 1966. De forma general, tiene que ver con la consistencia en la forma en que personas y animales regulan el espacio que les envuelve.