Con la válvula de la botella cerrada, se acopla el manoreductor roscándole con la ayuda de una llave fija del número adecuado (Fig 2.6). La rosca es a derechas o a izquierdas en función del gas con el que se trabaje. Cerrar la válvula del manoreductor y abrir suavemente la de la botella. Veréis que el primer reloj del manoreductor indica la presión de la botella. A medida que se abre la válvula del manoreductor, el valor de la presión en el segundo reloj aumentará, y será la presión que como máximo dejará pasar el manoreductor. Si se desea controlar el caudal, se tendrá que poner una válvula a la salida del manoreductor. Para cerrar el sistema, se cierra la llave de la botella, la del manómetro y finalmente la del caudal. De este modo, el manómetro queda sin presión interna. En caso de que se quiera mantener la presión interna en el sistema del manómetro se cerrarán las válvulas en orden inverso. Los escapes en las conducciones se pueden observar mojando las juntas o los supuestos poros con agua con jabón. Si existe un escape provocará burbujas.
Fig 2.6