La hidrogenación catalítica es, sin lugar a dudas, el método más ampliamente utilizado para la reducción de sustancias químicas orgánicas. Se estima que entre el 10% y el 20% de las reacciones que se utilizan en procesos sintéticos que se llevan a cabo en empresas farmacéuticas son hidrogenaciones catalíticas. La técnica está basada en la capacidad que tiene la molécula de hidrógeno de reducir moléculas que contienen dobles o triples enlaces, o escindir determinados enlaces sencillos (C-X donde X=N,O,S) en presencia de un catalizador metálico. En función de la reactividad del enlace a reducir o escindir y de la reactividad del catalizador, la reacción se puede llevar a cabo a presión atmosférica, a temperatura ambiente o puede requerir presiones y/o temperaturas elevadas.