Faustina Sáez de Melgar
La Mujer
Deberes de la mujer (Colección de artículos sobre la educación, continuación). II. Para con su esposo
Segundo de una serie de tres ensayos que Faustina Sáez de Melgar publicó en los números 9, 10 y 12 de la revista, respectivamente, bajo el título “Deberes de la mujer”.
Poema de Eladia Bautista y Patier. Compuesto por veintinueve estrofas de cuatro versos endecasílabos con rima consonante. Riman el primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto.
Faustina Sáez de Melgar
La Mujer
Deberes de la mujer (Colección de artículos sobre la educación, continuación). III. Para con los hijos en la niñez
Tercero de los ensayos que Sáez de Melgar publicó en los números 9, 10 y 12 de la revista, respectivamente, bajo el título “Deberes de la mujer”.
Faustina Sáez de Melgar reivindica la ilustración de la mujer como un avance necesario para el proceso civilizatorio y para dar respuesta a “las necesidades de nuestro siglo” (7).
Sáez de Melgar perfila las competencias de las mujeres en la educación de los niños.
En este artículo, la directora de la revista adopta un tono muy combativo contra la figura de la mujer política.
Se trata del texto de presentación de la línea editorial de la revista, de ideología conservadora y cristiana.
Un hombre bueno, aristócrata y rico, Alberto, casado con una “mujer ángel”, Maria Corte Real, conoce en un viaje a la capital de Francia a Mademoiselle Leoni, actriz, una femme fatale que le seduce
Retrato de una mujer extravagante, culta y leída, que no acepta la familia burguesa y no quiere hijos:
Dada la imposibilidad de consultar los números 53 a 103 nos limitamos a resumir las seis entregas entre los números 47 y 52
Un ensayo ambiguo sobre el derecho de las mujeres a la emancipación y al trabajo.
Retrato de una “original”. La “femme fatale”. Una joven condesa que “não respeitava a opinião pública, respeitava-se a si própria”. Un retrato ambiguo.
El expósito Maximino ha sido adoptado por una pareja de campesinos brutales e ignorantes. Lo utilizan como fuerza de trabajo y saco de golpes y gritos.
La situación de las mujeres en diversas clases sociales de Portugal, Discurso ambiguo sobre la necesidad de educación y el derecho al trabajo:
Artículo publicado en los primeros números de la revista. Trata del estado general del hospital madrileño.
Este artículo examina la legislación sobre beneficencia. Se enfoca en la ley del 20 de julio de 1849, y el reglamento de 14 de mayo de 1852.
El texto se centra en cómo hacer que los seres humanos se traten mejor en la sociedad en la que escribe la autora.
Una hermosa noche de verano, en el parque del palacio del conde Kiof, este acompañado por Arturo pasea hasta el sepulcro de mármol en el que se encuentra Carlota, cuyo cuerpo trasladó el mismo desd
Gabriela se ilumina cuando habla de su hija. Carlota se compadece de su amiga que perdió a su hija, pero la comprende porque ella se ha tenido que separar del suyo.
Durante el principio del otoño Carlota cae enferma. Gabriela se ocupa tiernamente de ella. La amistad entre ellas es tal, que Carlota no tiene interés en tener relación con nadie más.
Tiene lugar el entierro de Ricardo. Una mañana que el conde va a visitar a Carlota, ella ha partido para ingresar en el convento, aunque no profesa los votos.
Carlota, primero aparentando una calma total, explica al conde que no pueden estar juntos porque ella está comprometida.
Carlota, en la soledad de un cuarto en el que apenas entra un rayo de luz, se lamenta amargamente por la pérdida de su marido y por la renuncia a su posible felicidad futura.
Ricardo en su agonía teme no vivir lo suficiente para ver a Carlota y Arturo. En esos momentos llegan y se arrojan a su lecho.
Por fin, Carlota recibe carta de Ricardo y decide partir inmediatamente a Italia.
Arturo juega en el jardín con un objeto brillante, mientras su madre está abstraída a la espera de recibir noticias de su marido.
Han pasado seis años desde la boda, y Carlota vive sola en una hermosa casa a las afueras de Kiof recluida con su hijo, Arturo, desde que Ricardo tuvo partir a Italia para tratar de curarse de una
Llega la hora de la ceremonia. De camino a la capilla, doña Margarita le dice a su hija que Nicolás no asiste a la boda porque el conde se ha puesto enfermo.
Carlota se pasea melancólica por la casa y el jardín, mientas la madre la observa preocupada. Cuando regresa a su tocador para arreglarse, su madre se acerca para preguntarle qué le sucede.
El día de la boda amanece lluvioso y triste, presagiando un mal porvenir. Carlota está apesadumbrada, perdo decidida.