5.7.2. Territorialidad y privacidad
La territorialidad puede ser también entendida en relación directa con la privacidad. Desde esta perspectiva, la territorialidad es un mecanismo para conseguir el grado de privacidad deseado, pero no el único. Por otro lado y como ya se apuntó en su definición, la territorialidad se halla asociada con la posesión u ocupación de un lugar o una área geográfica por parte de un individuo o un grupo. La posesión de un territorio supone, entre otras cosas y no la única, preservar y regular el grado de privacidad. De esta forma la privacidad, entendida desde la territorialidad, es un objetivo que se consigue con la posesión u ocupación de un territorio.
Si en la privacidad el énfasis recae en el control del acceso a uno mismo, en la territorialidad es el espacio físico el elemento que es enfatizado, ya que por lo general el territorio conlleva unos límites que son perceptibles. En palabras de Bechtel (1997), l a privacidad, en esencia, no conlleva unos límites físicos, a diferencia del territorio . Una persona -continua Bechtel- “puede sentir una pérdida de privacidad cuando el territorio es invadido y en este sentido los conceptos se solapan, pero la privacidad es el control sobre el acceso, el cual va más allá de límites geográficos, como pueden ser fotografías, rumores, acontecimientos pasados e incluso futuros y muchas otras dimensiones no contenidas en el concepto de territorialidad” (p. 185).