Para concentrar una solución, se conecta el schlenk que la contiene a una trampa de nitrógeno líquido (Fig 5.10b) y ésta a la línea de vacío (Fig 5.30). Se abre el vacío lentamente y se espera a que se desplace todo el aire de la trampa. Cuando el vacuómetro llega al equilibrio abrimos muy lentamente la clave del schlenk mientras que aplicamos agitación suave (manual o con agitación magnética). Se observará que el disolvente hierve lentamente. En caso de que hierva sin control (solventes con bajo punto de ebullición) hay que cerrar la clave del schlenk y abrirla alternativamente. Es importante controlar el nivel de solvente que se acumula en la trampa para que no pase a la linea de vacío. Cuando consideramos que se ha concentrado suficientemente, se cierra la llave del schlenk, se introduce lentamente nitrógeno en la trampa y se vuelve a abrir con mucha suavidad la llave del schlenk para que se llene de nitrógeno. Entonces ya podemos cerrar la clave del schlenk, desconectarlo de la trampa y cerrar la llave de la línea de vacío.
Fig 5.30 Concentración de soluciones