1.4. Qué características definen a la psicología ambiental
De todo lo visto hasta el momento podemos extraer algunas características que pueden considerarse de amplia aceptación y que definen a la psicología ambiental:
RELACIONES RECÍPROCAS CONDUCTA-ENTORNO
Quizás sea éste el elemento más importante y definitorio de la psicología ambiental, al menos en cuanto a consenso entre sus miembros. Desde sus inicios, se ha puesto especial énfasis en señalar el ambiente no desde una perspectiva determinista en su influencia sobre la conducta humana, sino proclamando que los efectos entre el ambiente y la conducta se consideran bidireccionales y recíprocos, siendo objeto de estudio de esta disciplina los fenómenos producidos en ambas direcciones. Es decir, la psicología ambiental se ocupa de analizar tanto los efectos del ambiente sobre la conducta como aquellos otros producidos por la conducta sobre el ambiente.
ENTORNO SOCIOFÍSICO
Con este término se quiere hacer hincapié en una concepción del ambiente tanto física como social. Es decir, son objeto de interés las propiedades físicas y sociales del ambiente en su interrelación con el comportamiento, precisando que, además, que estas propiedades (físicas y sociales) están estrechamente imbricadas de tal forma que no pueden entenderse unas sin las otras. Es por ello que consideramos el entorno sociofísico como el ámbito sobre el que centrar el objeto de estudio de la psicología ambiental (ver tabla del Punto 1. de este tema).
ENTORNO NATURAL Y CONSTRUIDO
Si bien inicialmente los psicólogos ambientales focalizaron su atención en el comportamiento humano en entornos construidos (ciudad, espacio público, vivienda, espacios institucionales, etc.), la evolución de los problemas o las temáticas de nuestra sociedad hacia los espacios naturales han ido dirigiendo la disciplina en lo que Enric Pol (1993) ha llamado "De la Psicología de la Arquitectura a la Psicología Ambiental Verde". Así, sin olvidar las temáticas relacionadas con el espacio construido se ha ampliado el radio de atención a otro tipo de cuestiones más relacionadas con espacios naturales, recursos naturales o comportamiento proambiental.
PERSPECTIVA HOLÍSTICA
Frente a una perspectiva atomista que analiza el ambiente en unidades moleculares, los psicólogos ambientales apostaron por un enfoque holístico que estudiara el ambiente en su conjunto, tal y como lo experimentan las personas en su vida diaria.
ORIENTACIÓN APLICADA
No hay duda de que la psicología ambiental nace con vocación aplicada, con el objetivo de dar respuesta a determinadas demandas sociales, tales como el diseño y la planificación de los espacios públicos. Sin embargo, los investigadores no tardaron en interesarse por conceptos, procesos psicológicos y teorías explicativas más difíciles de justificar desde una perspectiva aplicada, aunque también se consideraban necesarios para poder avanzar en este terreno. Esto llevó a algunos psicólogos ambientales a proponer el modelo de investigación-acción de Kurt Lewin como la perspectiva que debía adoptar la disciplina en su quehacer científico.
INTERDISCIPLINARIEDAD
La psicología ambiental comparte con otras disciplinas el estudio de los entornos físicos donde se desarrolla la experiencia humana. Por ello, desde sus propios orígenes hasta su aplicación práctica, la disciplina se caracteriza por adoptar perspectiva interdisciplinar donde la psicología comparte frentes comunes con la arquitectura, la biología, la ergonomía, la geografía la antropología, etc., como puede observarse en esta imagen adjunta.
Como puede observarse en este gráfico, la Psicología Ambiental es solo uno de las perspectivas de acercamiento al estudio de las relaciones entre el entorno y el comportamiento (environment and behavior)
Fuente: Moore, G.T., Tuttle, D.P. y Howell, S.C. (1985) Environmental Design Research Directions. New York: Praeger.
METODOLOGÍA ECLÉCTICA
La psicología ambiental se define a sí misma con una metodología ecléctica, lo que supone aceptar en principio los más variados procedimientos de investigación. Una revisión de los trabajos empíricos publicados permite comprobar la utilización de metodologías cualitativas y cuantitativas. Coexisten los estudios de campo con la investigación correlacional y los diseños experimentales, aunque lo cierto es que existe una inclinación o preferencia por los métodos "ecológicos", por estudiar a las personas en los contextos naturales, en el mundo real, lejos de las situaciones artificiales del laboratorio, y con la mínima intervención o manipulación por parte del investigador. Esta mezcolanza no es fruto de una falta de definición metodológica, sino de una postura ecléctica que procura conciliar distintos procedimientos de análisis.
En resumen, hemos visto cómo la Psicología Ambiental se mueve entre dicotomías, tensiones o polos opuestos. Como Altman y Rogoff (1987) lo han expresado acertadamente:
"los psicólogos ambientales intentan tender un puente entre los modos de pensar tradicionales y los no ortodoxos. Junto a una orientación- hacia-el-problema social existe un interés en la teoría básica y en el descubrimiento de conocimiento para su propio provecho. Y la llamada a una perspectiva molar coexiste con el deseo de explicar y dar cuenta de los procesos psicológicos de una manera analítica y dimensional. Además, el valor de trabajar en escenarios naturales va acompañado del requerimiento científico tradicional de conducir la investigación en situaciones controladas de manera que uno pueda atribuir las variaciones en los procesos psicológicos a condiciones conocidas" (p. 8)