Las palabras y las expresiones despersonalizadas son un recurso inclusivo que se recomienda utilizar en lugar del masculino plural con valor genérico. Por ejemplo, en vez de aludir a las personas, se puede hacer referencia a
la función o acción,
al organismo o la unidad correspondientes, o bien recurrir a
cambios de redacción o al uso de determinados
adjetivos para despersonalizar las expresiones.