Resumen
Lisbeth convence a su padre de que haga la muñeca de la que la gran duquesa heredera se ha encaprichado diciéndole que ganarán mucho dinero y que ella estaría muy feliz. El relojero accede a regañadientes por el mero hecho de complacer a su hija.
Violencias de/contra la mujer
Estereotipos patriarcales de género (mujer manipuladora, frívola y “loca”), ambigua sexualización de la infancia
- Sí, sí, papá, añadió Lisbeth, podríamos ir a vivir al campo, en una casita pintada, fresca , y con árboles y jardines. ¡Ah! qué contenta estaría yo entonces... Papá!... papá!... haz esa muñeca, y aunque sean mas, que cuando seas rico ya no tendrás que trabajar nunca. Házla! házla! te querré tanto! y sobre todo, ver una muñeca que anda, que salta, y juega y habla ... Oh! qué dicha!. .. Y la niña saltaba como una loca sobre las rodillas de Maese Guillermo, le abrazaba, le acariciaba, descomponía su peluca, y usaba en fin de toda la seduccion que impera un arsenal de caricias y de coqueterías infantiles. (363)
- Y luego, añadío Sapajou, que he dado palabra por vos, y no os sería tan fácil escaparos de cumplirla... cuando la gran du- quesa quiere una cosa, la quiere de veras, y su tio, el Príncipe-regente, que no piensa mas que en satisfacer sus menores deseos, difícilmente aceptaría las escusas que qui- siereis darle. (363)