Equipo de Biología de la Conservación | |||||||||||||||||||||||
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Seguimiento de la población de alimoche en la Cataluña Central y Oriental el año 2015
En Cataluña, durante los años 60-70 el alimoche sufrió una fuerte regresión y su población quedó reducida a la zona del Pirineo de Lleida. Sin embargo, a partir de los años 80 la especie empezó a colonizar antiguos territorios así como también áreas alejadas de su distribución histórica, aumentando el número de parejas reproductoras en la zona central y oriental de Cataluña. Durante los años 80 y 90 distintos naturalistas realizaron seguimientos locales de las parejas de la Cataluña Central y Prepirineo, confirmando el aumento de la población y la reproducción regular de la especie. A partir del año 2012, se inició un proyecto de investigación de la población del alimoche (Neophron percnopterus) en la Cataluña Central y Oriental dirigido por el “Equip de Biologia de la Conservació” de la UB juntamente con el “Grup de Naturalistes d’Osona”. El objetivo de este proyecto es conocer el estado de la población de alimoche en esta área geográfica y describir los factores que inciden en la reciente expansión de la especie. Las tareas principales del proyecto son el seguimiento anual de los territorios ocupados y de los parámetros reproductores de las parejas y el anillamiento de los pollos en las comarcas de la Cataluña Central y Oriental.
Durante la última temporada (2015), se continuó con el seguimiento localizando un nuevo territorio ocupado dentro del área de estudio i por lo tanto aumentando hasta 28 los territorios ocupados en algún momento des del 1988. De todos estos territorios, 23 se confirmaron como ocupados por parejas territoriales, 21 parejas iniciaron la reproducción pero solo 14 criaron con éxito, fracasando una tercera parte de las parejas reproductoras. A pesar de todos estos fracasos, el 2015 un 50% de las parejas que criaron con éxito sacaron adelante 2 polos, así, esta temporada acabaron volando un total de 21 pollos, igual que en 2014. El año 2015, de todas las parejas que fracasaron, la mayoría lo hicieron durante la puesta o bien cuando los pollos tenían pocos días de edad. Las causas de estos fracasos pueden ser distintas, ya que si bien algunas de estas parejas fracasan cada año sistemáticamente sin una causa conocida, otras podrían haber fracasado a causa de las molestias producidas por la presencia humana en áreas cercanas a los nidos ya que en algunos de estos territorios es frecuente observar escaladores, parapentes o trabajos forestales. Otra posible causa de los fracasos podría haber sido la climatología, ya que este 2015 ha sido un año con unas condiciones meteorológicas anómalas, con una primavera especialmente seca que podría haber provocado una baja disponibilidad de presas.
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