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Con
tal de estudiar el fenómeno de expansión de esta especie amenazada, el
año 2012 el Equipo de Biología de la Conservación y el Grup de Naturalistes d’Osona
iniciaron un proyecto conjunto de seguimiento del núcleo de alimoche en
las comarcas de la Cataluña central y oriental, concretamente en el
Vallès, Bages, Anoia, Osona, Ripollès y Garrotxa. El objetivo de este
seguimiento es conocer el estado de la población en esta área
geográfica que permita conocer su evolución y los factores que inciden
en su expansión. Paralelamente se ha previsto realizar un estudio de la
viabilidad de la población integrando más comarcas como el Berguedà y
el Solsonès gracias a la participación de los naturalistas del Berguedà
Pere Aymerich y Joan Santandreu.
Para esto las tareas han consistido en un censo de los territorios
ocupados en estas comarcas, el estudio de las tasas reproductoras y
entre éstas el número de pollos volanderos, y finalmente el
anillamiento de pollos con tal de conocer su supervivencia, movimientos
y su reclutamiento. Para realizar estas tareas se prepararon unos
protocolos específicos para los observadores que consistieron en un
seguimiento durante las épocas clave desde la llegada de los adultos en
el mes de marzo hasta el vuelo de las pollos. La primera tarea de
seguimiento consistía en detectar los territorios ocupados una vez
llegan los ejemplares, lo que permite obtener un censo de ejemplares
territoriales. Posteriormente se verificaba cuántos de éstos iniciaban
la reproducción, cuántos tenían nacimientos de pollos y cuántos pollos
volaban. A la edad de 60 días de los pollos, se les ponía una
anilla convencional en una pata y otra de lectura a distancia en la
otra para tenerlos individualizados y así poder conocer su futuro.
Durante el anillamiento, también se tomaban muestras de plumas de los
pollos, con tal de obtener información sobre la alimentación del
alimoche en el área de estudio mediante el análisis de isótopos
estables, metodología que ya se ha aplicado con éxito por el EBC de la
UB en el caso del águila perdicera.
Los resultados iniciales de estos seguimientos han permitido localizar
los mismos 12 territorios cada año, donde volaron 19 pollos de los que
se anillaron 17. De este trabajo de campo se hizo difusión el programa
de Televisió de Catalunya El medi ambient, que dedicó un reportaje que podéis ver clicando aquí.
Las tareas de seguimiento de los territorios, anillamiento de los
pollos y toma de muestras han sido posible gracias a la colaboración de
varios naturalistas como Pere Ignasi Isern, Joan Fort, Grabiel de Jesús
y Jordi Bermejo, así como guardas y técnicos del Parque Natural de
Montserrat, gestionado por el Patronat de la Muntanya de Montserrat, del Parque de Sant Llorenç del Munt, gestionado por la Diputació de Barcelona, el Consorci dels Espais Naturals del Ripollès, del Parque de la Zona Volcánica de la Garrotxa, así como los Agentes Rurales y concretamente el Grup de Suport de Muntanya. El apoyo y autorizaciones del Servei de Biodiversitat de la Generalitat de Catalunya también ha sido importante para realizar las tareas de investigación. Finalmente, agradecer también al Institut Català d’Ornitologia
por haver apoyado al proyecto. Un ejemplo de cómo la colaboración entre
varias entidades permite crear sinergias en beneficio de una especie
amenazada.
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