Los cuatro Ejes de Trabajo del proyecto Paisajes Espirituales se organizan guiados por un lema: “Ver para preguntar y preguntar para saber”. Con él queremos subrayar el peso metodológico de una idea que nos acompaña desde hace ya años: la importancia de poner a la vista el lugar de las cosas. Monasterios, tierras y dominios, objetos o redes, al ser situadas en mapas, construyen paisajes a modo de instantáneas sincrónicas o diacrónicamente seriadas. Y de pronto, al “ver” las cosas en su contexto, brotan de ellas interrogantes inesperados, a partir de los que se renueva el debate y se enriquece la investigación. Por ello, nuestro primer objetivo es geoposicionar a diferentes escalas la realidad monástica femenina e iluminar así preguntas con las que seguir investigando. Este mecanismo es especialmente notorio en el primero de los cuatro Ejes de Paisajes, que tiene como origen directo la experiencia de los últimos años en el proyecto Claustra-Atlas de Espiritualidad femenina.
El Eje 1 lleva por título Paisajes monásticos. Se trata de un espacio de trabajo en el que hemos volcado el Atlas Claustra con la serie diacrónica de mapas históricos de los Reinos Peninsulares, representados a través de filtros de colores sobre Google Maps. Este espacio estará conectado a la base de datos geoposicionada del Atlas. Esto nos permitirá tomar como punto de partida el trabajo realizado durante los últimos años destinado a la visualización de espacios femeninos monásticos y también de espacios de espiritualidad femenina no reglada. Sobre esta base de información pretendemos desarrollar proyectos piloto en determinados territorios de los Reinos Peninsulares para poder establecer análisis comparativos sobre la fundación, implantación y desarrollo de órdenes masculinas y femeninas, y para plasmar identidades y diferencias. Así, en determinados territorios del Atlas Claustra, en los que por motivos diversos vamos a enfocar actualmente nuestra mirada, incorporaremos junto a la información de los espacios femeninos la de los masculinos para poder proceder a estudios comparativos. Los proyectos piloto que queremos desarrollar en una primera fase atañen a los territorios de Cataluña, Andalucía y Portugal. Es una decisión que procede de los anteriores resultados y también de la orientación específica de los trabajos de algunos de los componentes del Equipo del proyecto Paisajes.
En el caso de Cataluña la razón es muy clara: los estudios de Claustra han puesto en evidencia la extraña escasez de monasterios benedictinos femeninos, el importantísimo número de fundaciones femeninas cistercienses dispersas por todo el territorio, y el desequilibrio destacado entre las fundaciones de clarisas y dominicas a favor de las primeras. Pensamos que ello abre tres frentes de estudio que podrían enriquecerse enormemente con trabajos comparativos. En primer lugar, en relación a la cuestión benedictina, no sólo se trata de contrastar los resultados con las fundaciones masculinas coetáneas sino de indagar en los orígenes y en las características del proceso de benedictinización en Cataluña para comprender su peculiaridad. Por ello, a pesar de que la cronología de Claustra y de Paisajes se centra en los siglos XII-XVI, queremos geoposicionar los monasterios desde el año 800, y analizar desde ahí la especificidad de los procesos en este territorio. En segundo lugar creemos que urge un estudio comparativo sobre la función, el impacto y la evolución del monacato cisterciense femenino y el masculino en Cataluña, y pensamos que geoposicionando y analizando las redes territoriales podremos poner las bases de una investigación de este tipo. Finalmente, la escasa presencia de dominicas frente a la extensa red de centros de clarisas catalanas quizá pueda explicarse mejor contrastando los resultados con la importante presencia franciscana y dominica. Ello nos permitirá analizar pesos, roles, funciones y relaciones de las dos ramas (femeninas y masculinas) de cada una de las órdenes y, así mismo, introducir las redes de influencia de ambas órdenes en las formas de espiritualidad no reglada en Cataluña.
El caso portugués es asimismo rico en contrastes. Las aportaciones de Claustra permiten vislumbrar los tempranos e intensos procesos de benedictinización, la penetración relativa del Císter, la fuerte presencia de formas de espiritualidad no reglada, y el paralelo y fructífero proceso fundacional de clarisas y predicadoras. Estos resultados pueden verse enormemente enriquecidos con un estudio comparativo que invite a nuevas a nuevas miradas y preguntas.
Finalmente, queremos abordar un modelo fundacional tardío que se amplia al ritmo de la conquista. El caso de Andalucía se caracteriza por un fuerte predominio de las clarisas y de las formas de espiritualidad no reglada en una primera fase desde el s. XIII y hasta el pleno s. XIV; sólo en un segundo momento adquiere importancia la presencia dominica. Pensamos que este tercer modelo merece asimismo un análisis que permita entender la lógica global del desarrollo e implantación de las órdenes.
No descartamos futuros estudios centrados en otros territorios de los Reinos Peninsulares y sus áreas de influencia. Uno de ellos, pendiente de decisión definitiva, son los territorios, o alguno de los territorios, italianos de la Corona de Aragón, que plantearían con certeza interrogantes muy estimulantes sobre el peso de las órdenes en uno y otros ámbitos de la Corona. Pero de momento Cataluña, Portugal y Andalucía han de permitirnos visualizar tres contextos distintos y ricos y poner a prueba el modelo de análisis. En los tres casos, la completa topografía monástica plasmada en cada uno de estos territorios, traducida en mapas históricos y seriada en periodos de 25 años, ha de estar destinada a generar interrogantes e impulsar la investigación sobre el tema.