La República Argentina cuenta con un extenso sistema
de espacios protegidos con el objetivo de conservar tanto el patrimonio natural
como cultural del país. Bajo la
Administración de Parques Nacionales (APN) hay un total de 34 áreas con
diferentes figuras y niveles de conservación, tales que: Parques Nacionales,
Monumentos Naturales, Reservas Educativas, Reservas Naturales y Reservas
Naturales Estrictas. A esto hay que sumarle cuatro especies de animales también
administradas por dicho organismo como Monumentos Naturales: la
ballena franca austral (Eubalaena australis), el
huemul (Hippocamelus bisulcus), el
yaguareté (Panthera onca) y la
taruca (Hippocamelus antisensis)
(Para ver un
mapa con la
localización de los
Parques pincha aquí).
La
historia de la conservación argentina se remonta
a principios de siglo XX. En 1903 se puso la primera piedra con la donación por
parte del Perito Francisco Pascasio Moreno de 7.000 hectáreas de
bosques al estado argentino para su conservación. Sin
embargo, no fue hasta 1934 cuando, junto a la fundación del Servicio Nacional de Parques
(hoy APN), nacieron
también los primeros Parques Nacionales: el
Nahuel Huapi y el
Iguazú.
La República
de Argentina importa el modelo de conservación
usado en EE.UU., concibiendo a los Parques Nacionales como reservas federales
para preservar el patrimonio escénico y natural. Esto trajo
aparejadas ventajas y desventajas que han tenido y aún hoy
tienen una impronta marcada en el destino de los Parques Nacionales del país y
sus vínculos con las comunidades locales.
La creación de muchos Parques
contribuyó a objetivos geopolíticos en la consolidación de las
fronteras de Argentina,
especialmente en el sur y en el litoral, pero el establecimiento de esas áreas protegidas implicó
también la
expulsión de comunidades originarias de esos sectores, de manera
que la creación de áreas protegidas
bajo la jurisdicción de la Administración de Parques Nacionales, a la par que
constituyó el desarrollo de muchos centros
urbanos por un interés turístico, significó un
largo proceso de conflictos con vecinos, pueblos
originarios, comunidades criollas u otros actores
locales.
Estos conflictos se centraron especialmente en
el acceso y usos de recursos naturales
existentes en las áreas bajo propiedad de la
APN.
La
Declaración de Bariloche
del año 2007 intenta promover políticas de co-gestión
de las áreas protegidas. Así, quedan incluidos los reclamos de
los pueblos originarios que denunciaban cómo sus territorios
fueron objeto de la imposición de áreas protegidas por parte de
los "Estado- Nación" que sostuvieron visiones conservacionistas
fundamentalistas y que además refrendaban las concesiones
públicas a corporaciones dedicadas a actividades extractivas,
sobreexplotadoras y destructivas de los territorios y recursos
naturales
La lista
de Parques Nacionales se ha ido ampliando hasta un total de 28, siendo el de más
reciente creación el
Parque Nacional Monte León, inaugurado en el 2004, y que es además el primer
Parque Nacional costero-marino de Argentina.
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