En este apartado se recogen una serie de recomendaciones y recursos que pueden ser útiles para redactar, especialmente, trabajos finales de grado (TFG), trabajos finales de máster (TFM) y tesis doctorales.
Hay que tener en cuenta que, por un lado, estos tipos de textos a menudo deben ajustarse a normativas internas de cada centro (TFG) o máster (TFM), o generales de la UB (tesis), que en algunos casos también establecen unos criterios mínimos en cuanto a la estructuración y redacción de estos documentos. Y, por otro, que son trabajos elaborados siempre bajo la supervisión de profesorado (tutores o directores, según el caso), que también puede dar indicaciones para la redacción de los textos. Por tanto, los criterios que se presentan a continuación han de tomar en consideración este marco de referencia.
Los trabajos académicos comparten muchos rasgos, a pesar de la variabilidad que puede haber según el tipo de trabajo y el ámbito de especialidad al que pertenezca.
- Son textos especializados, en cuanto a la temática, y esto influye en el uso de terminología.
- Son textos con una función básicamente argumentativa: ya sea para dar cuenta de los objetivos definidos, ya sea para validar las hipótesis de trabajo, en su caso.
- Son textos dirigidos a destinatarios especializados: los más inmediatos, el profesorado que juzga el trabajo y, en último término, la comunidad universitaria y el público especializado. Este hecho tiene implicaciones en la información seleccionada, dado que hay mucho conocimiento compartido que hace que determinadas informaciones puedan ser innecesarias. Encontrar el equilibrio en este punto es uno de los retos en la redacción de los trabajos académicos.
- Son textos escritos, que siguen unas convenciones determinadas. Incluso cuando se acompañan de presentaciones orales, estas suelen requerir un soporte escrito (póster, diapositivas, etc.).
- Son textos en los que el autor debe ser objetivo y tener poco protagonismo, y esto se refleja en la tendencia a la impersonalidad. Y a la vez son textos en los que salen muchas voces. En todo momento hay que saber quién dice qué: si es el autor del trabajo o si son otros autores (en forma de citas textuales o paráfrasis), y en ese caso las fuentes deben ser explícitas y estar bien referenciadas. Hay que ser muy riguroso para evitar el plagio.
A continuación, se presentan algunos de los aspectos textuales, lingüísticos y estilísticos propios de un trabajo de estas características y se recorren las diferentes fases del proceso de elaboración: