Lletra de dona es un espacio de publicación y difusión de reseñas de obras escritas por mujeres, dentro de los ámbitos tanto de la creación literaria (narrativa, teatro, poesía, ensayo, autobiografía) como de la teoría crítica
¿Cómo hablarte de lo inexpresivo? Incluso hasta en la tragedia, pues la verdadera tragedia está en la inexorabilidad de lo inexpresivo, que es su identidad desnuda. A veces, a veces nosotros mismos manifestamos lo inexpresivo; en el Arte se hace eso, en el amor corporal también; manifestar lo inexpresivo es crear.
Las cosas crecían con profunda tranquilidad. S. Geraldo se mostraba. Ella de pie ante le mundo claro (…). Incluso los ruidos del pueblo llegaban disueltos en una pálida salva de aplausos. La joven miraba de pie, constante, con su paciente existencia de halcón. Todo era incomparable. La ciudad era una manifestación. Y en el umbral claro de la noche el mundo era el orbe. En el umbral de la noche un instante de mudez era el silencio, aparecer era una aparición, la ciudad una fortaleza, las víctimas eran hostias. Y el mundo era el orbe.
¡Pero la lámpara! Estaba la lámpara. La gran lámpara de lágrimas refulgía. La miraba inmóvil, inquieta, parecía sentir una vida terrible. Aquella existencia de hielo. ¡Una vez!, una vez ante su mirada de lámpara se esparció en crisantemos y alegría, otra vez -mientras ella corría atravesando el salón- era una casta semilla. La lámpara de lágrimas. Salió corriendo sin mirar hacia atrás.
Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo [...]. Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días. Pero estoy preparado para salir con discreción por la puerta trasera. He experimentado casi todo, aun la pasión y su desesperanza. Ahora solo querría tener lo que hubiera sido y no fui.
É curioso como não sei dizer quem sou. Quero dizer, sei-o bem, mas não posso dizer. (...) Sinto quem sou e a impressão está alojada na parte alta do cérebro, nos lábios -na língua principalmente- na superfície dos braços e também correndo dentro, bem dentro do meu corpo, mas onde, onde mesmo, eu não sei dizer.
Vagi, doncs, per davant que aquest quadern no parlarà només de llengua sinó que s'haurà de tenir molt en compte que la ideologia, en aquest cas què es pensa, què se sent, respecte a les dones (i qualsevol aspecte de la realitat que les afecti), tenyirà sempre el discurs.
Isto é o meu corpo / isto é o meu sangue / a miséria sexual das missas / é a miséria sexual das discotecas / mas este é o melhor tempo / de sempre / ainda muito puritano / e nada pudico / é um tempo obsceno / mas dantes era muito mais obsceno / que farei eu com esta espada? / uma foice e um martelo / pulseiras anéis e gargantilhas / que farei eu com o meu eu? / bavarder bavarder bavarder / (que farei eu com este livro? / outro livro ainda o mesmo / que farei eu com este piano? / improvisos / que farei eu comigo? / ergo-me sento-me deito-me / e faço-me / que cada um tenha a sua casa / que cada um tenha o seu piano)
Crê, meu amor, nesta verdade estranha:
ou tua alma ficou para sempre commigo,
ou meu oflacto te acompanha.
No existe el infinito: el infinito es la sorpresa de los límites. Alguien constata su impotencia y luego la prolonga más allá de la imagen, en la idea, y nace el infinito. El infinito es el dolor de la razón que asalta nuestro cuerpo. No existe el infinito, pero sí el instante: abierto, atemporal, intenso, dilatado, sólido; en él un gesto se hace eterno.
Es difícil mantenerse en el espacio entre las palabras y las cosas. Tendemos a congelar las palabras creyendo que, de esta manera, poseemos las cosas. (…)
– “¿Cómo se llama esto?”, preguntaba un niño pequeño señalando una flor. Pasaron algunos años. El niño fue al colegio.
– “¿Qué es esto?”, preguntó, señalando otra flor.
La visión de aquella carretilla abandonada al fondo de un jardín y el charquito de agua de lluvia en su interior hizo que se simultaneasen los tiempos. A la visión le acompañaba una sensación, la de una plenitud sin fisuras como no recuerdo haber vuelto a experimentar jamás
Le Flotteur: “Je vous convertis journellement. Comment! Je tisse des féeries de gais feuillages pour vous distraire et vous voulez me tuer! Pensez à l’ennui de vos jours, aux nuits sans bonds élastiques dans l’irréel. Après ma mort vous ne vous parlerez plus, personne ne sera là pour pimenter vos discussions, vous ne vous embrasserez plus; l’amour sans audience perd son arôme tout comme un flacon de parfum débouché finit par ne plus sentir que le vide”.
Aquells que naixeran després de nosaltres, en aquest món on els cants no són sinó ranera, llançaran un sospir cap a mi, que estimava amb angoixa profunda, cap a tu, oh Desig meu. En el demà, que la sort fila i trena, els éssers futurs no ens oblidaran. Els dies onejants que la claror matisa, les nits de perfum eternitzaran els nostres estremiments, la nostra ardent força i el nostre bes.
A l'atzar agraeixo tres dons: haver nascut dona, de classe baixa i nació oprimida.
I el tèrbol atzur de ser tres voltes rebel.
El vicario me dijo que una mujer no puede tener dos hombres. Que debe ser solo del esposo. Me dijo todo esto cuando yo fui a confesarme para el casamiento. Habló de una tal fidelidad o felicidad. Es una palabra que se parece a mi nombre. Que la tal fidelidad valoriza a las mujeres. (458)
Así que, ¡adelante! Sed beatíficos en vuestro contagio ilimitado y poroso. Usurpad vuestros cuerpos. Convertíos en vuestro avatar. Sed el glitch. Dejad que toda la maldita cosa entre en cortocircuito. (154)
A Minnie Tabatha le derritió el corazón. La madre de Tabatha era adicta a la heroína, y para sufragar el hábito, había metido a Tabatha en pelis porno cuando era niña. Tabatha no salió intacta de aquello. (74)