Lletra de dona és un espai de publicació i difusió de ressenyes d'obres escrites per dones, dins els àmbits tant de la creació literària (narrativa, teatre, poesia, assaig, autobiografia) com de la teoria crítica.
Lunes, 18 de noviembre de 1935.
Se me ha ocurrido que he llegado al más avanzado estadio de mi carrera de escritora. Veo que hay ¿cuatro? dimensiones: todas deben aparecer, en la vida humana (...) Es muy excitante avanzar así, a tientas. Nuevas combinaciones de la psicología y del cuerpo; parecido a pintar.
(...) acaneo o cunco dun lado a outro para que os barcos naveguen sobre as ondas. Algúns afundiran. Outros escacharán contra o cantil. Un navega solitario. Ese é o meu barco. Navega cara ás cavernas xeadas onde ouvea o león mariño e as estalactitas bambean coma verdes candeas. Lévanse as ondas...
En Orlando había una mezcla así de hombre y de mujer, siendo ora ésta ora aquél quien se imponía, lo que con frecuencia daba a su conducta un cariz inesperado. Las curiosas de su propio sexo se preguntaban, por ejemplo, siendo Orlando una mujer, ¿cómo era que jamás empleaba más de diez minutos en vestirse?
Siempre le había parecido muy peligroso, terriblemente peligroso, vivir, aunque fuera sólo un día.
Cuanto podía ofreceros era una opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; (...) las mujeres y las novelas siguen siendo, en lo que a mí respecta, problemas sin resolver.
El vicario me dijo que una mujer no puede tener dos hombres. Que debe ser solo del esposo. Me dijo todo esto cuando yo fui a confesarme para el casamiento. Habló de una tal fidelidad o felicidad. Es una palabra que se parece a mi nombre. Que la tal fidelidad valoriza a las mujeres. (458)
Así que, ¡adelante! Sed beatíficos en vuestro contagio ilimitado y poroso. Usurpad vuestros cuerpos. Convertíos en vuestro avatar. Sed el glitch. Dejad que toda la maldita cosa entre en cortocircuito. (154)
A Minnie Tabatha le derritió el corazón. La madre de Tabatha era adicta a la heroína, y para sufragar el hábito, había metido a Tabatha en pelis porno cuando era niña. Tabatha no salió intacta de aquello. (74)